Entre los grandes proyectos petroleros que recibieron el visto bueno el año pasado, Petroleo Brasileiro Brasil, la francesa Total SA y sus socios aprobaron la siguiente fase de desarrollo del yacimiento Libra en la costa de Río de Janeiro.
El volumen de grandes proyectos de perforación retrasados en la industria mundial del petróleo está empezando a reducirse a medida que mejoran los precios.
Desde embarcaciones de producción que explotan las reservas de aguas profundas en Brasil hasta oleoductos que conectan plataformas a pozos submarinos en China, la cifra de proyectos retrasados por el desplome de los precios del crudo que finalmente recibieron autorización para llevarse a cabo se elevó a 18 el año pasado, según un informe de la consultora Rystad Energy. La cifra contrasta con sólo cinco en 2016 y dos en 2015.
Es un comienzo, pero todavía hay 104 proyectos de petróleo y gas retrasados esperando la aprobación de inversiones, según Rystad.
"La industria ha trabajado mucho para avanzar en estos proyectos retrasados", dijo en el informe Readul Islam, analista de investigación de Rystad.
"Con más de 100 proyectos todavía en nuestro seguimiento al entrar en 2018, el trabajo duro debe continuar para mantener el impulso de 2017".
Entre los grandes proyectos petroleros que recibieron el visto bueno el año pasado, Petroleo Brasileiro Brasil, la francesa Total SA y sus socios aprobaron la siguiente fase de desarrollo del yacimiento Libra en la costa de Río de Janeiro.
El plan incluye agregar un barco flotante de producción, almacenamiento y descarga, o FPSO, para 2021 y otro para 2022.
Pero la lentitud de las autorizaciones para proyectos más grandes y de mayor riesgo significa que el nivel de los descubrimientos de nuevas reservas en 2017 fue el menor del que se tienen datos y reemplazó sólo el 11% de lo que se produjo, según un informe anterior de Rystad. Esto podría llevar a déficits de producción incluso el próximo año.
Se espera que los 25 proyectos demorados aprobados desde la crisis de 2014 desarrollen el equivalente a unos 16,000 millones de barriles de petróleo a un coste estimado de US$ 87,000 millones en primera producción, dijo Rystad.
El yacimiento de Libra se encuentra a una profundidad de unos 5.000 metros, después del lecho rocoso del océano Atlántico y debajo de sedimentos salinos a altas temperaturas y de hasta dos kilómetros de espesor, que plantean un colosal desafío tecnológico.
Está situado a unos 183 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, se calcula que tiene reservas de entre 8.000 y 12.000 millones de barriles de crudo, y se prevé que podrá producir unos 1,4 millones de barriles diarios, que duplicarían la actual producción del país.