El mayor fabricante mundial de productos químicos acelera su expansión en Europa, que se presenta como la siguiente región de gran crecimiento para las baterías, dijo Ken Lane, responsable global de catalizadores de BASF.
BASF SE está lista para juntar fuerzas, volcando dinero y conocimientos en el desarrollo de materiales para baterías destinadas a vehículos eléctricos con el fin de alcanzar a rivales como el proveedor de Tesla Inc., Sumitomo Metals & Mining Co.
El mayor fabricante mundial de productos químicos acelera su expansión en Europa, que se presenta como la siguiente región de gran crecimiento para las baterías, dijo Ken Lane, responsable global de catalizadores de BASF.
Los fabricantes de baterías actualmente en el mercado dependen de proveedores asiáticos que, como Sumitomo, pueden ofrecer níquel y litio y que ya comenzaron a reciclar baterías.
“Somos el proveedor de productos químicos más grande de la industria automotriz y esta es la mayor oportunidad que vemos en ese espacio en este momento”, dijo Lane en una entrevista telefónica. “Hasta ahora, Asia es el lugar del crecimiento y seguirá creciendo, pero Europa también crecerá mucho en la próxima década”.
La compañía con sede en Ludwigshafen, Alemania, ya está construyendo una fábrica por valor de 400 millones de euros (US$ 488 millones) en Europa para fabricar cátodos a partir de una mezcla de elementos que determinan la fortaleza y la duración de la batería. Los trabajos en la planta todavía no han comenzado, pero BASF ya prevé más proyectos, dijo.
El gasto forma parte de una escalada destinada a aumentar la producción de cátodos con el fin de satisfacer la demanda a un costo razonable. Johnson Matthey Plc del Reino Unido está invirtiendo US$ 270 millones, y Umicore SA de Bélgica está gastando más de US$ 350 millones en su explotación surcoreana con la idea de mantener su ventaja en la competencia.
BASF subió 2.2% a 98.31 euros a las 10:24 en Fráncfort, después que la compañía dio a conocer tempranamente sus utilidades anuales a última hora del jueves. Las ganancias alcanzaron el nivel más alto en cinco años, superando las estimaciones de los analistas.
BASF “se posicionará con activos” en Europa, dijo Lane, sin acceder a dar más detalles. Además de aumentar la capacidad para hacer frente a una producción reforzada de vehículos eléctricos, tener operaciones en el terreno contribuye a atraer y retener a los científicos necesarios, lo cual actualmente resulta “muy difícil”, dijo.
Tanto los proveedores como los fabricantes de autos están poniendo a punto planes para responder a las estrictas regulaciones europeas sobre emisiones que trajeron aparejado un gasto récord para desarrollar líneas de modelos propulsados por baterías.
El cambio a los vehículos eléctricos ha sido una curva de aprendizaje para fabricantes de repuestos y compañías automotrices por igual, que han tenido dificultades con el elevado costo de las baterías y con productos poco atractivos que no generaron una respuesta demasiado entusiasta de los consumidores.
BASF compró patentes y tecnología de materiales para baterías en el 2008 y optó por concentrarse sobre todo en los cátodos, el campo de batalla clave para el rendimiento de las baterías.
En medio de la gran alharaca sobre los distintos tipos de química, a la que se sumaron altos ideales con respecto a un auto eléctrico capaz de recargarse en el tiempo que se tarda en beber una taza de café, BASF pasó sus primeros años “avanzando a tientas”, dijo Lane.
Posteriormente, una asociación con TODA Battery Materials le dio el conocimiento industrial fundamental y una base más sólida para competir con Nichia Corp., Ningbo Shanshan Co. de China, Umicore y LG Chemical Ltd.