El panorama de la oferta estadounidense ha mostrado inventarios en vías de contracción, en tanto el almacenamiento en Cushing, Oklahoma, se encuentra por debajo del promedio de cinco años.
Otra semana de alzas en el precio del petróleo y otro récord para las apuestas de los administradores de fondos a los aumentos. Pero ¿pueden durar?
En tanto las apuestas al alza de los futuros en el crudo West Texas Intermediate y el Brent alcanzan nuevos máximos y el referente global se precipita a los US$70 de cara a menores reservas, los alcistas parecen tener el control del mercado. Pero comienzan a surgir advertencias sobre un retroceso.
“La pregunta que se me ocurre es ¿hasta dónde puede llegar este mercado?”, dijo Rob Haworth, que colabora en la gestión de US$150,000 millones en activos en U.S. Bank Wealth Management en Seattle.
Cuanto más suban los precios del petróleo, más posibilidades hay de que la OPEP se replantee sus reducciones de la oferta y que la producción de esquisto aumente, añadió. Por ahora todo bien.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo está empeñada en mantener sus reducciones en la producción por el resto del año, dijo la semana pasada el ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail Al Mazrouei.
El panorama de la oferta estadounidense ha mostrado inventarios en vías de contracción, en tanto el almacenamiento en Cushing, Oklahoma, se encuentra por debajo del promedio de cinco años.
El superávit de las reservas globales prácticamente se desvaneció y el crecimiento de la demanda es lo bastante fuerte como para absorber los aumentos estadounidenses de la producción de crudo, según la principal analista del mercado petrolero en Energy Aspects, Amrita Sen.
Pero Goldman Sachs Group advierte que la OPEP intentaría evitar una recuperación del petróleo por encima de los US$70 el barril para amortiguar el impacto en la economía global y los suministros de rivales.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, dijo el viernes que los productores discuten habitualmente opciones para ir acotando el acuerdo de reducción de la oferta.
El ministro del Petróleo de Irán, Namdar Zanganeh, admitió incluso que a la OPEP no le gusta el crudo por encima de US$60 debido al petróleo de esquisto.
El comunicado se conoce al mismo tiempo en que el gobierno estadounidense está pronosticando que la producción de este año y el próximo alcanzará niveles récord.
Si bien las compañías de exploración estadounidenses hicieron alusión a que se atendrán a presupuestos de gasto conservadores, aumentaron en 10 el número de plataformas petroleras la semana pasada, la incorporación más grande desde junio.
Y vienen incrementando la cobertura como nunca antes, lo cual significa que se han protegido más que en el pasado para seguir produciendo, aunque los precios bajen.
“¿Estos productores serán o no disciplinados? No hay claridad al respecto. Hay una dicotomía entre lo que están diciendo y lo que sugieren sus acciones”, dijo Tamar Essner, analista de Nasdaq en Nueva York.
“La cobertura alcanza niveles muy altos. El número de plataformas crece. El accionar cuenta una historia algo diferente que las palabras”, señala.
Muchos expertos no parecen estar muy entusiasmados con la reciente recuperación del petróleo. Es prematuro esperar un mayor aumento del precio, al menos hasta que el mercado entienda mejor el ritmo de crecimiento de la producción estadounidense, según RBC Capital Markets.
UBS Group menciona la posibilidad de que una producción récord debilite los precios en el transcurso del año.
El jefe de investigación en materias primas de Bank of America Merrill Lynch, Francisco Blanch, dijo que para que los precios se mantengan cerca de los US$70 el barril, el impulso de la demanda debe continuar todo el año.