La bonanza del petróleo dejó de ser tal y cada año ha sido duro para esta industria en especial el área de servicios que asiste a la producción de hidrocarburos. La crisis económica y el endeudamiento permanente que tiene nuestra provincia generó nuevamente la idea de poder debatir el desarrollo minero como alternativa económica para las arcas provinciales y como posibilidad concreta de generar empleo privado para estimular la economía.
Esta vez parece encaminarse hacia una definición concreta sobre la puesta en valor de nuestros recursos naturales. Por otro lado, hay quienes pretenden pasar por alto algunos temas que deben ser la base, para que los recursos mineros sean beneficiosos para la provincia. Y para eso debemos aprender de los buenos y malos ejemplos que tenemos en otras provincias con actividad minera.
Más allá de la recaudación tributaria que pueda generar un proyecto minero para la provincia y municipios, debe ser motivo de debate la protección del medio ambiente con énfasis en los recursos hídricos, como también la sustentabilidad social y económica de los proyectos mineros, y tener en cuenta la contratación de servicios y mano de obra local, que conforman el mayor impacto económico positivo que puede recibir una localidad y que es diez veces superior a las regalías.
Lejos debemos dejar aquel plebiscito del 2003 que definió la suspensión de un proyecto minero en particular y que por la presión de la gente terminó en una ley provincial, inconclusa al día de hoy, y que postergo a no solo la meseta sino a la propia comunidad de Esquel por la falta de información técnica durante ese año y definiendo una falsa antinomia.
Si se realizara un balance en Esquel del precio que tuvimos que pagar por la antimineria tendríamos que hablar de la perdida de cientos de puestos de trabajos, millones de dólares por pago de sueldos, impuestos o contratación de servicios locales e inversión en exploración en todo el país. Además de las más de mil camas que se perdieron para el turismo por la falta de viviendas y la falta de obra pública y privada en una localidad donde el 80% del empleo es estatal, y a la vez postergando al más del 10% de desocupados al día de hoy existen y claman por trabajo digno en diferentes puntos de la ciudad. Desempleo que termina pegando fuerte, principalmente en los jóvenes que terminan la secundaria y no pueden insertarse laboralmente.
Tenemos que considerar que hoy estamos ante la posibilidad concreta de definir de qué vamos a vivir como los próximos 30 años, y para eso debemos plantear a la minería como una alternativa más, para diversificar la economía provincial enmarcado en un plan de desarrollo provincial, obviamente con reglas claras. Pero sin olvidarnos de que tenemos otros recursos para explotar o desarrollar, por ejemplo, recursos turísticos, forestales, producción agrícola ganadera, incluso la posibilidad de generar de energías renovables.
Recursos nos sobran, lo que falta es agregarles valor y ponerlos en el mercado de manera sustentable para que constituyan riqueza real. Lo que debemos generar como chubutenses son las condiciones para el beneficio de las comunidades y poder dejarles a nuestras futuras generaciones una provincia con desarrollo amigable con el medio ambiente. Porque en definitiva no hay peor contaminación que la desocupación, la pobreza y la marginación.
En Representación de Vecinos Promineros de Esquel:
Daniel Díaz Escobar
Diego Ravasio
Antonella Fabiana Pinilla
Maria Luz Fernández
Gustavo Ámbar Casal
Nélida Amanda Novoa
Ángela Salinas
Fernando Sciuto
Juana Saihueque
Jennifer Troncoso