Sólo 477 MW de la nueva oferta de este año corresponderá a energía convencional. El resto, se distribuye en solar, eólica y pequeños medios de generación distribuida.
Por cinco se ha multiplicado la presencia de la Energía Renovable No Convencional (ERNC) al interior de la matriz chilena desde 2012 y se espera que este año continúe esta senda de crecimiento.
Y es que de acuerdo al catastro de proyectos del Coordinador Eléctrico, este año entrarían en operación unas 2.880 MW de capacidad instalada adicional al sistema eléctrico. Sin embargo, sólo unos 500 MW corresponderían a la llamada energía convencional -grandes hidroeléctricas y termoeléctricas- y todo lo restante sería renovable.
En el desglose, ingresarían unos 1.000 MW en proyectos eólicos, 1.200MW de solares, 130 de pequeño medio de generación distribuida, y 77 MW en hidroeléctricas, todas las cuales corresponden a energía menor a 20MW. Al contrario, sólo ingresarían 477 MW en energía térmica.
De los proyectos que se espera inicien su operación destaca Infraestructura Eléctrica de Mejillones, de 375 MW, que consiste en una termoeléctrica a carbón que se emplaza en Mejillones. Mientras que en el área renovable, entraría en funcionamiento el parque eólico Punta Sierra, de Pacific Hidro, su primer proyecto de este tipo.
El crecimiento renovable que se proyecta este año sigue la senda de los años pasados. El 2017 las energías renovables no convencionales alcanzaron una capacidad instalada de 4.895 MW, lo que representa el 20,3% del total. La generación de energía a diciembre, en tanto, llegó a 16%. La cifra dista significativamente de lo observado hace cinco años atrás, cuando esta llegó al 6% y la generación llegaba al 5%.
Con todo lo anterior se espera que se supere la meta público privada del sector 20/20, es decir, que el 20% de la inyección media anual venga de parte de las energías renovables al 2020. De hecho, se espera que este objetivo sea alcanzado al menos un año antes de lo proyectado inicialmente.
En el caso de la llamada energía convencional -que incluye la termoeléctrica y algunos tipos de energía hidroeléctrica-, si bien los MW de capacidad instalada han ido al alza en los últimos cinco años, la irrupción de las ERNC les ha significado una pérdida de mercado. Se espera que esta situación se exacerbe en el futuro, dado que tanto el Gobierno actual como el entrante han propuesto que la energía en Chile llegue a ser 100% renovable antes de mitad de siglo. Todo, en medio de la caída en los costos de este tipo de proyectos.
A esto se suma que buena parte de los controladores de las grandes empresas generadoras de energía en Chile han optado por renunciar a la construcción de energía termoeléctrica en base a carbón, como fue el caso de la italiana Enel, la francesa Engie y la norteamericana AES. Además, en las últimas licitaciones eléctricas para abastecer a clientes regulados del sistema, la mayor parte de la energía ofertada ha sido adjudicada a empresas con proyectos renovables.
“El 2017 fue muy positivo. La industria mantuvo un crecimiento en las mismas tasas altas que ha tenido en los últimos cuatro o cinco años. En especial, creemos que ha sido muy importante la aparición de tecnologías que no estaban presentes anteriormente, como es el caso de la geotermia y, por lo tanto, esperamos que esto también se mantenga para el año próximo”, comentó Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables AG (Acera) con motivo de la presentación de cifras del sector.