Nadie pensaba que la minería marina sería fácil. Sin embargo, el año 2018 asistiremos al nacimiento de la industria antes siquiera de que comience cualquier prospección.

La Autoridad Internacional del Lecho Marino (ISA, en sus siglas en inglés), un organismo de la ONU que supervisa la minería marina en aguas internacionales, prevé aprobar un código que influirá en la evolución de la industria.

La ISA ha concedido 27 licencias de exploración, la mayoría a subcontratas de una serie de países miembros (Reino Unido, China, India, Francia, Alemania, Japón y Rusia), pero todavía no hay ningún país que haya aplicado a fondo una licencia.

Aunque hay cada vez más entusiasmo en torno a esta industria, todavía quedan años para que se puedan realizar operaciones comerciales a gran escala. Pero este código de minería marcará un hito.

También lo hará la actividad de la empresa canadiense Nautilus Minerals, en cuya concesión en las costas de Papúa Nueva Guinea pretende extraer cobre y oro. Si todo va bien, las prospecciones podrían empezar en 2019. Pero el proyecto ha sufrido retrasos debido a problemas de financiación y a disputas con los ecologistas y con las autoridades del país.