Paulatinamente, todavía con timidez, va ganando espacio el debate sobre las posibilidades que la explotación del litio podría ofrecer a Catamarca para remontar los pobres resultados que, en términos de desarrollo, tuvo el boom minero iniciado hace 20 años con la explotación del yacimiento Bajo La Alumbrera. Se trata de una discusión necesaria en tren de establecer una política que contemple no solo las condiciones para promover la inversión, sino también, y sobre todo, criterios claros para la administración de los recursos que las inversiones eventualmente logradas arrojen en beneficio del erario.
La decepcionante experiencia que fue la dilapidación de la renta proveniente de la minería en la primera década de este siglo XXI puede considerarse un valioso insumo en este sentido. Las perspectivas de negocios que ofrece el litio, ya lo informó El Ancasti, han generado importantes movimientos en el Juzgado de Minas local. Parece conveniente que el tema se instale: mientras más información pública circule al respecto, menor será el margen para que algunos vivillos hagan negocios personales a en detrimento de la Provincia, como lamentablemente ha ocurrido ya en demasiadas ocasiones.
La renovación y ampliación del contrato que la Provincia tiene con la firma FMC Corporation, que extrae litio en el Salar del Hombre Muerto, en Antofagasta de la Sierra, con su subsidiaria Minera del Altiplano, funcionó como aliciente del debate. Parte del bloque de diputados del FCS/Cambiemos planteó objeciones al acuerdo, que el Gobierno defiende con el argumento de que representa una inversión de 300 millones de dólares que llevará la producción a 30 mil toneladas en 2020 y 40 mil en 2022, con el consecuente impacto en términos de generación de empleo e incremento de las regalías que el emprendimiento abona. Para la oposición, estos beneficios no están del todo claros y las ventajas otorgadas a la firma son demasiadas.
El Colegio de Geólogos, por su parte, consideró que los beneficios proyectados para la provincia en concepto de regalías, conformación de un fideicomiso e inversiones vinculadas a políticas de responsabilidad social empresaria equivalen al 3,5% de las ventas potenciales, “una participación muy inferior al celebrado por otras provincias del NOA en proyectos de litio con menor potencial económico”.
Sería interesante saber si la sociedad del Estado CAMYEN, conformada precisamente para procurar una participación del Estado provincial en las utilidades de los emprendimientos mineros más allá de lo que sean las regalías, tiene algo para decir sobre las proyecciones de la explotación de litio en territorio provincial y si está en condiciones de insertarse en el negocio de algún modo.
Como viene la mano, parece más probable que el litio comience a arrojar ganancias antes de que se active el proyecto de Agua Rica, de modo que barajar alternativas para que el sector público local amplíe su participación en el negocio en ciernes no estaría de más. Por supuesto en un contexto de mayor transparencia que el que ha signado la extracción de rodocrosita en Minas Capillitas, actividad que hasta el momento no ha representado para el presupuesto provincial más que pérdidas, a estar por los auxilios financieros permanentes que tiene que derivar para que la firma pueda alcanzar a pagar sus gastos fijos.
El diputado Augusto Barros (FV) salió al cruce de los cuestionamientos y dudas expresadas por Luis Lobo Vergara (FCS-Cambiemos) respecto de la producción real de litio en la Puna catamarqueña.
El opositor recordó que, durante las reuniones con la comisión de Minería de la Cámara baja el oficialismo informó que “la producción de Minera del Altiplano era de 16 mil toneladas de litio por año”, cuando se debatía la reforma del contrato suscripto en 1991 y modificado en 1994 que generaba algunas restricciones para la expansión de la empresa concesionaria.
Pero indicó que una reciente publicación de la revista especializada Mining Press señalaba que la compañía FMC a través de su subsidiaria Minera del Altiplano produce unas 22.500 toneladas de litio anuales en el Salar del Hombre Muerto (Antofagasta de la Sierra). Y a partir de esa cifra, Lobo Vergara interpretó que “significa para la provincia una subfacturación del orden de los 50 millones de dólares anuales”.
Barros explicó que, partir de la aprobación de la Ley, la empresa ya está obligada a tributar el aumento del fideicomiso y del fondo de responsabilidad social empresaria. “Cuando se llegue a las 19.000 toneladas aumentarían un 25%; y cuando se llegue a las 40.000, aumentarían hasta en un 150% las regalías mineras”, aclaró en su rol de miembro informante del oficialismo ante la comisión de Minería de Diputados.
Sostuvo la producción actual de carbonato de litio es de 15.153 toneladas. "No estamos seguros a que se refiere Mining Press, pero lo mas probable que se haya referido a la capacidad instalada de carbonato de litio equivalente, que no es lo mismo que hablar de la producción de carbonato de litio", interpretó.
Acotó que el acuerdo es "beneficioso" para Catamarca porque para producir 19.000 toneladas "deberán comenzar a pagar el nuevo canon, que significará un equivalente al 2% del valor venta". Y agregó: "cuando Lobo Vergara estaba en el ENRE no controlaba tanto a las empresas de energía y agua mientras el servicio era pésimo en la provincia”.
