El empresario permanecerá hasta 2020 en arresto domiciliario en San Pablo, en una vivienda valuada en 9 millones de dólares.
Marcelo Odebrecht, el ex presidente de la constructora que confesó ser el gran corruptor de la clase política brasileña y de otros 12 países en América latina y África, dejará hoy la cárcel luego de cumplir dos años y medio de su condena de 19, gracias al acuerdo de delación premiada firmado con el juez Sérgio Moro y la Corte Suprema.
El heredero de la mayor constructora latinoamericana abandonrá la cárcel de la Policía Federal en Curitiba, estado de Paraná, fronterizo con la provincia argentina de Misiones, y permanecerá hasta 2020 en arresto domiciliario en San Pablo, en su mansión de 3.000 metros cuadrados valuada en 9 millones de dólares.
El fin de semana, Emilio Odebrecht, patriarca de la empresa, anunció que este año dejará el Consejo de Administración de la firma para confirmar la nueva etapa de la empresa, que seguirá funcionando luego de pagar multas y de la delación de 77 de sus ejecutivos.