Principalmente motivados por el actual momento lineal del mercado del oro en comparación con el repunte récord de los índices bursátiles de los EE. UU. o el vertiginoso aumento del bitcoin
Los fondos de cobertura se están retirando paulatinamente del oro en busca de otros activos más emocionantes como pueden ser las acciones cotizadas en bolsa o el incipiente mercado de las criptomonedas. Comparando el mercado del oro con estas otras dos posibilidades las inversiones en busca de refugios seguros parecen hasta aburridas.
“A nadie le importa el oro en este momento”, señala Joe Foster, administrador del fondo de inversión de oro VanEck International, valorado en $ 670 millones y con sede en Nueva York. “Con el mercado bursátil marcando nuevos máximos y todo el mundo hablando de bitcoins, nadie necesita un activo seguro en este entorno”. Aun así VanEck cree que “sería una tontería no tener un lugar para el oro porque tiene una correlación muy baja con las acciones y es una protección contra el riesgo financiero sistémico”.
Así que con esta creencia cada vez más extendida, no resulta extraño que los gerentes y administradores de los fondos hayan reducido su interés por el oro al ritmo más rápido en cinco meses, empujando los precios del oro hacia su peor pérdida trimestral en un año. Parece como si los especuladores están tirando la toalla y han perdido la confianza en que el oro no pueda sostener las ganancias que llevaron a los futuros a un precio máximo de un año el pasado mes de septiembre.
Además, las perspectivas de tipos de interés más altos en los Estados Unidos perjudican el atractivo de un activo, el oro, que no genera intereses y tampoco las tensiones geopolíticas logran estimular la demanda.
Incluso entre los clientes más leales del oro se aprecia esta tendencia recogida en datos publicados por la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EE. UU. Según estos datos, el interés por inversiones a largo plazo por el oro es el más bajo desde el pasado 25 de julio. Pero como decimos y ya hemos señalado en OroyFinanzas.com, en India, el segundo mercado más grande de oro, las importaciones se redujeron por tercer mes consecutivo el pasado mes de noviembre.
En China, el principal comprador, el banco central no ha agregado sus reservas de oro desde octubre de 2016, según datos ofrecidos por Bloomberg. Y en EE. UU., las ventas mensuales de monedas han caído un 23 por ciento en noviembre, respecto al mes anterior, y desde abril estas cifras se sitúan cerca del mínimo registrado desde 2015.
Para Cameron Brandt, director de investigación de EPFR Global, “es difícil entusiasmarse con el oro, o cualquier otro activo si cada vez que se apuesta por él y se espera cierto comportamiento al final no ocurre”. Y por eso concluye, en referencia al oro que “si una clase de activos no responde a tu lógica, ¿por qué arriesgar tu cartera con él?”.
La pregunta que más de uno se puede formular es cómo puede comprar esos lingotes. Las vías son tan diversas que, en la actualidad, hay máquinas expendedoras del preciado metal similares a aquellas en las que se puede sacar una chocolatina, un refresco o una botella de agua.
Eso sí, estas máquinas expendedoras no se encuentran en cualquier sitio y las comisiones que se aplican son bastante más elevadas que por otros cauces. No obstante, la adquisición se debe realizar con tarjeta de crédito y no con monedas, como si se tratara de una máquina expendedora de ‘snacks’.
Los medios más habituales para la adquisición de un lingote de oro pasan por aquellas entidades certificadas que garantizan, de entrada, el peso y la calidad del lingote de oro que ofertan. Como dice el refrán, no es oro todo aquello que reluce, por lo que se debe ser precavido en su adquisición.
Si al final uno acude a un banco o algunas de dichas entidades certificadas deberá determinar la pieza de oro que pretende adquirir, tanto en función del precio como de la rentabilidad que se pueda obtener con el mismo. Por estas variables, es necesario el asesoramiento de confianza de nuestro gestor del banco para no incurrir en una inversión que, pese a la seguridad inicial prevista, sea al final decepcionante.
Los trámites para la adquisición del lingote pueden ser muy diferentes entre el banco propio del inversor o alguna de las entidades certificadas para la venta de esas piezas, sobre todo si se produce la entrega física. La principal diferencia radica, como antes ocurría con las máquinas expendedoras, en las comisiones que se apliquen.
Algunas compañías comercializadoras también disponen de una oferta para la compra ‘online’ de los lingotes de oro. Como ocurre en cualquier otra transacción, esta fórmula resulta mucho más cómoda, segura y rápida para aquel inversor interesado en hacerse con un lingote de oro.
La inversión en un lingote de oro, como ya se indicaba en un principio, supone un valor refugio en momentos económicos y bursátiles convulsos. Eso sí, hay que tener en cuenta que su adquisición supone un desembolso muy superior a la adquisición de algunos otros activos. Por ello, es conveniente optar por el canal más apropiado y seguro antes de hacerse con uno de ellos.
La inversión en monedas o lingotes de oro se considera un “activo refugio”, es decir cuando los mercados bursátiles caen y las economías entran en crisis, el oro tiende a subir su valor, porque los inversores saben que es un activo seguro.
Pero también ocurre lo contrario, cuando las bolsas están disparadas y la economía se muestra boyante, el precio del oro suele bajar.
Las tres principales ventajas de esta inversión son éstas:
1. Seguridad de la inversión en oro: Ante todo comprar oro facilita seguridad en el inversión ya que es un valor que no ha dejado de ponderarse a lo largo de toda la historia, tanto si invertimos en monedas de oro, como el Krugerrand sudafricanocomo si lo hacemos comprando lingotes a empresas privadas o bancos públicos.
2. Prestigio reconocido en todo el mundo: Se trata de un activo que puede venderse en absolutamente todos los mercados del mundo, donde siempre es valorado adecuadamente. Incluso hay mercados, como el chino y los asiáticos en general, en los que la inversión en oro es más valorada que en los mercados occidentales. Esto quiere decir que estemos donde estemos, siempre podremos venderlos.
3. Estabilidad de valor: Aunque, evidentemente, el precio del oro en monedas o lingotes tiene fluctuaciones a lo largo del tiempo, su valor mantiene una estabilidad mayor que los valores bursátiles de la mayor parte de los mercados del mundo, ya que sus variaciones al alta o la baja suelen ser más suaves que las de otros activos. Esto se comprueba especialmente si analizamos el valor en largos periodos de tiempo, donde su ponderación reluce por su estabilidad.