LILIANA FRANCO
La tormenta política desatada por la fallida votación de la reforma previsional en Diputados el jueves último fue motivo de debates y realineamientos en el entorno más cercano del presidente Mauricio Macri. La primera y más importante definición fue dada por el primer mandatario: está convencido de que "este país no tiene destino" si no se llevan adelante reformas importantes como, por ejemplo, los cambios propuestos en el régimen jubilatorio.
En este sentido, el Gobierno está dispuesto a jugar todas sus cartas a la aprobación del proyecto en la Cámara baja este lunes y confían en que cuenta con respaldo suficiente como para conseguir la sanción.
"La mayoría de la gente votó en contra de los piquetes, la violencia, la intolerancia", señaló a ámbito.com una alta fuente de la Casa Rosada dando a entender que los incidentes que se produjeron, tanto dentro como fuera del Congreso, "no perjudican al Gobierno ya que una mayoría silenciosa quiere un país normal".
Puertas adentro, el Gobierno atravesó también tensiones que no fueron menores. Macri vivió un día de furia el jueves pasado cuando se consideró "traicionado" por la mayoría de los gobernadores que no dieron suficiente respaldo en el Congreso como para aprobar la reforma que ya habían acordado.
Su enojo se tradujo en la intención de sacar la iniciativa mediante un decreto de necesidad y urgencia. El intento se frenó solo después de una larga y acalorada discusión telefónica con Lilita Carrió que defendió la idea de seguir el trámite parlamentario.
La relación con la diputada Carrió quedó en buenos términos porque "aunque la discusión fue fuerte ambos se respetan", comentan en el entorno presidencial.
El presidente Macri está convencido de la necesidad de llevar adelante cambios de fondo, que la Argentina se adeuda desde hace décadas, y que está dispuesto a superar todas las barreras que se le presenten, inclusive, comentan en la Casa Rosada, afectar intereses económicos familiares.
En este marco, cayó muy mal en el Gobierno el fallo del juez Enrique Lavié Pico que le otorgó al amigo del presidente Daniel Angelici una medida cautelar que de manera preliminar, le da la razón a sus objeciones a la ley 27.346 que creó un impuesto específico sobre la realización de apuestas, y al decreto 179/17 que elevó la alícuota del impuesto a las Ganancias para la actividad del 35 al 41,5%. El magistrado consideró que esta suba "aparecería como confiscatoria".
Si bien se trata de una decisión del Poder Judicial, en el Gobierno el fallo trajo preocupación porque "mucha gente considera, erróneamente, que el Poder Ejecutivo maneja la Justicia", señalan en la Casa Rosada. Para colmo de males, beneficia a Angelici persona que es objetada por varios miembros del gabinete y con quien Lilita Carrió tiene un abierto enfrentamiento
Volviendo al tema de la reforma previsional los especialistas consideran que "El Gobierno ha cometido al menos muchos errores de comunicación". Explican que por un lado, parece una contradicción evidente decir que "los jubilados no van a perder" al mismo tiempo que se sabe que el cambio de régimen significará un ahorro del orden de los $ 75.000 millones, según los últimos cálculos.
Por otra parte, sostienen que el oficialismo no puso énfasis en explicitar la actualización trimestral, en vez de cada seis meses, propuesta en el proyecto, algo que beneficia a los jubilados porque cuanto más corto es el período de ajuste, más se defiende el valor real de las jubilaciones en la medida que la inflación sigue vigente.
Desde el punto de vista del resultado fiscal, el ahorro que el gobierno pretende en el gasto previsional es significativo. Esos $ 75.000 millones representan cerca del 0,6% del producto bruto interno, una parte sustancial del 1% de reducción en el déficit fiscal que pretende el Gobierno para el año próximo.
La principal crítica de la oposición a la reforma previsional es que "no se puede seguir cargando los costos del ajuste sobre los jubilados". Al respecto, se señala que "el pacto fiscal no puede ser financiado con las jubilaciones" y agregan que "el ahorro que genera el cambio de fórmula para la movilidad es la principal fuente de compensación para la provincia de Buenos Aires y, si bien el reclamo de la gobernadora María Eugenia Vidal es justo, se deberían explorar y discutir otras alternativas".
Lo que está también en tela de juicio es el contexto en el que se desarrollan los ajustes. Para muchos economistas difícilmente se pueda lograr el equilibrio fiscal si no se impulsa un proceso de crecimiento más vigoroso. "Cada punto de aumento de la economía significa $ 30.000 millones adicionales para la recaudación", calculan. En este marco se entienden las discusiones que se están dando en el seno del Gobierno en cuanto a la política del Banco Central de mantener muy elevadas las tasas de interés y su impacto negativo sobre la economía real.
El presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, recibió un "ultimátum" por parte del gabinete nacional en cuanto a que debe bajar la tasa de interés, según trascendió en la Casa Rosada. Por el momento, el titular del Banco Central habría logrado apoyo en cuanto a mantener la tasa de referencia en los actuales niveles en virtud del impacto que tendrán sobre los precios los próximos ajustes de tarifas, y recién a partir de abril podría darse un recorte en la tasa de interés.
El problema, retrucan economistas, es que el Banco Central mantiene una meta de inflación del 10%(con dos puntos en más o en menos) para 2018 "en la que nadie cree" y en este contexto será muy difícil acotar las negociaciones salariales que se avecinan.
Con un Estado que tiene un elevado déficit fiscal primario y financiero, con un "raquítico" crecimiento, con atraso cambiario, una elevada presión tributaria resulta una tarea casi titánica lograr conceso para que "todos colaboren un poquito" sintetizaba un ex funcionario del Palacio de Hacienda.
