IGNACIO ROSENFELD*
El mercado local de las energías renovables, al igual que cualquier otro mercado, está sujeto a transitar diversas etapas, las cuales conllevan naturalmente distintos desafíos. Hoy en día, y tal vez en sintonía con lo que ocurre en el resto del mundo, el mercado local se encuentra frente a lo que se ha dado en llamar como "crecimiento no rentable unprofitable growth".
En ese sentido, la etapa de "crecimiento no rentable" surge como consecuencia del gran auge del mercado, ello cimentado básicamente en dos pilares: (I) gran avance tecnológico y (II) exceso de oferta. A tal efecto, la suma de ambos factores mencionados previamente deriva en la merma significativa de los precios, haciendo mella en consecuencia en los márgenes de los actores del mercado. En relación a esto, se hace la salvedad de que dicha apreciación, la del crecimiento no rentable", resulta significativa para aquellos actores abocados a la producción de maquinaria y equipamiento, no así para el resto de los actores.
Continuando con lo anterior, y ahora focalizando en la figura de quienes llevan adelante los proyectos, a fin de asegurar o en el mejor de los casos aumentar la rentabilidad, se deben atacar los "costos" involucrados. Para ello deben analizarse entonces los distintos tipos de costos o gastos asociados a cualquier proyecto, los cuales podemos clasificar -muy a grandes rasgos- en dos categorías: (I) los gastos de "capital" Capex y (II) los gastos de "operación" Opex. Siguiendo con ello, el Capex es la inversión o gasto que se realiza para adquirir o mejorar activos a fin de aplicarlos a una actividad productiva; el Opex, el gasto generado en la explotación.
Partiendo de la distinción realizada, en un mercado con la oferta de maquinaria y equipamiento atomizada -no hay actores que puedan formar precios, y los mismos se encuentran en niveles muy bajos- resulta cuanto menos muy difícil en una negociación particular poder seguir acotando el monto del Capex, quedando en consecuencia la alternativa de afinar el lápiz en cuanto al Opex. En ese sentido, y reiterando lo dicho, mientras que en los últimos años se ha observado una pendiente negativa en los precios del equipamiento, lo mismo no ha sido observado en los gastos de operación. En otras palabras, no ha habido una mejora considerable respecto a la "productividad" de las operaciones, es decir, de los proyectos.
Consecuentemente, los proyectos locales de energías renovables (I) con Capex ya determinados en función de lo dicho previamente, y (II) con precios fijados en cada una de las Rondas RenovAr, deberán ajustar sus costos de operación a fin de aumentar, o al menos asegurar su rentabilidad. En relación a ello, la materialización de las reformas laboral y tributaria que el gobierno se encuentra llevando a cabo pueden resultar un gran aliado. No obstante, y al igual que en el resto de los mercados, la diferencia pasará más significativamente por aquellas empresas que puedan ser más "eficientes", haciendo foco específicamente en mejoras de productividad. En tal sentido, no sería extraño observar en el futuro cercano que el mercado local de renovables fuese dominado por unas pocas empresas.
*Socio de FR & Asociados