El barril de crudo Brent para entrega en febrero abrió hoy al alza en el mercado de futuros de Londres, en 62,86 dólares, un 0,72 % más que al cierre de la jornada anterior.
Por otra parte el barril de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se vendió el miércoles a 61,50 dólares, un 2 % menos que la jornada anterior, informó hoy en Viena el grupo energético.
Con esta bajada se corta una racha de tres subidas consecutivas en la que el crudo de la OPEP tocó el martes, con 62,75 dólares, su mayor valor en 31 meses.
La OPEP sostuvo ayer que el recorte de producción que aplica desde enero de 2017 con sus aliados para reducir el exceso de oferta permitirá que el mercado quede equilibrado a finales de 2018.
El tirón de la producción de crudo en Estados Unidos puede dar lugar en 2018 a un crecimiento de la oferta superior al de la demanda, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y eso pese a que la estrategia de la OPEP de reducir sus extracciones cada vez la respetan más los países firmantes.
En su informe mensual sobre el mercado petrolero publicado hoy, la AIE estima que el exceso de oferta podría ser de 200.000 barriles diarios en la primera mitad del año próximo, para invertirse en la segunda, cuando se registraría un déficit de la misma magnitud.
Eso pese a que el acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de sus socios es cada vez más efectivo, ya que el cártel disminuyó su bombeo en 130.000 barriles diarios en noviembre, a 32,36 millones de barriles diarios, es decir 1,3 millones menos que un año antes.
De hecho, el compromiso se cumplió en un 115 % el mes pasado, lo que lleva su porcentaje acumulado al 91 % de media en los 11 primeros meses de 2017.
El problema para el cártel petrolero es que en paralelo el resto de países productores -los que no siguen su política restrictiva- elevaron su aportación en 300.000 barriles diarios hasta 58,5 millones de barriles diarios, sobre todo Estados Unidos.
En septiembre, ese país aumentó sus extracciones en 290.000 barriles diarios hasta 9,48 millones de barriles, la mayor cifra desde abril de 2015, y superior en 928.000 barriles a la que tenía un año antes.
Estados Unidos también está detrás de la progresión global de la producción de crudo en noviembre, en 170.000 barriles diarios hasta 97,8 millones de barriles diarios.
Por eso, los autores del estudio han revisado al alza sus expectativas sobre Estados Unidos, que debería incrementar su producción en 530.000 barriles diarios este año y 1,1 millones en 2018.
No obstante, en noviembre la oferta mundial era 1,1 millones de barriles inferior a la de un año antes, cuando los países de Oriente Medio y Rusia bombeaban petróleo a niveles récord.
Esa rebaja, como la del cojín de las reservas, explican las evoluciones alcistas de los precios en los últimos meses.
Las reservas comerciales de la OCDE disminuyeron de nuevo en octubre, en este caso en 40,3 millones de barriles a 2.940 millones, su menor volumen desde julio de 2015. Además, bajaron igualmente las de China por primera vez en un año.
Según las proyecciones de la AIE, si no hay acontecimientos extraordinarios en lo que queda del año, el precio medio del barril en 2017 será de 54,30 dólares por barril en el caso del Brent, lo que significa un 1,2 % más de lo que había calculado hace un mes. Eso supondría un incremento del 20 % respecto a 2016.
Para 2018, las primeras anticipaciones apuntan a una nueva subida del 5,7 % hasta 62,50 dólares el barril.
La agencia -que reúne a los grandes países consumidores de energía del mundo desarrollado- no modifica este mes sus previsiones sobre el ascenso de la demanda global de crudo (aunque eleva sus bases de referencia): 1,5 millones de barriles diarios más en 2017 hasta 97,8 millones de barriles diarios, y 1,3 millones adicionales en 2018, hasta 99,1 millones.
Barclays no se ha dejado llevar por el optimismo de la OPEP sobre el mercado de petróleo. Desde el cártel del 'oro negro' están convencidos de que el incremento de la demanda y los recortes de la producción van a mantener o incluso incrementar los precios del crudo a medio plazo. Los expertos de Barclays no piensan igual.
Gran parte de la fortaleza reciente de los precios se debe a factores temporales que se revertirán el próximo año, según explica el banco en un informe del 13 de diciembre, según ha destacado la agencia Bloomberg.
Lo que es aún peor, el alza del crudo animará a los productores de Estados Unidos y a otros no pertenecientes a la OPEP a elevar el bombeo en 2018 y volverá a inclinar la balanza de las reservas, que se incrementarán durante el próximo año.
El crudo Brent, referente para más de la mitad del petróleo mundial, se negociará de media en los 55 dólares el barril el próximo año, pronostica Barclays. Los precios rondan los 64,15 dólares el barril en la jornada de hoy, tras avanzar casi un 5% desde mediados de la semana pasada, gracias a la interrupción de los suministros en un oleoducto claveen el Mar del Norte, concretamente en aguas de Escocia.
Aunque el petróleo se dirige a su segundo año de subidas, el banco cree que gran parte de las ganancias recientes se debe a factores excepcionales, como la reducción de suministros de crudo canadiense y los problemas del oleoducto del Reino Unido. Los inventarios de combustible en la costa del Golfo de EEUU han caído por el impacto del huracán Harvey en las refinerías de la región, destacan los expertos del banco británico.
La opinión de Barclays contrasta con los comentarios del secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, a primeras horas del miércoles, quien ha asegurado que el mercado está cerca del reequilibrio debido a los recortes de producción del grupo así como a la fortaleza de la economía mundial.
La OPEP cree que el mercado quedará equilibrado a finales de 2018, pese a que el bombeo de crudo de esquisto de EEUU subirá a niveles récord, según las previsiones publicadas hoy por el grupo energético.
En su último informe del año sobre la situación del mercado, la OPEP prevé que la producción total de sus competidores aumente en 0,9 millones de barriles diarios (mbd), hasta llegar a los 56,58 mbd.
El bombeo de Estados Unidos, especialmente el de crudo de esquisto, crecerá en 1,05 mbd y será el prácticamente único responsable de todo ese aumento. Así, las extracciones de esquisto llegarán en 2018 hasta los 5,48 mbd, un 17% más que el pasado año y por encima del récord de bombeo de 4,70 mbd registrado en 2015.
"La previsión de 2018 para el suministro No OPEP está asociado con considerables incertidumbres, particularmente relacionadas con el desarrollo del crudo de esquisto de EEUU", indican los expertos de la Organización en su informe, informó El Economista.es