El cobre está saliendo de la mayor caída de un día en dos años y el estado de ánimo en el mercado se ensombrece. A pesar de que los precios siguen manteniendo un alza impresionante este año, he aquí cuatro razones por las cuales los inversores se muestran cautelosos respecto al futuro.
Los inventarios de cobre en los mercados mundiales siguen siendo obstinadamente altos, incluso después de las fuertes interrupciones en las minas de Chile e Indonesia a comienzos de año. Un gran flujo de entrada en la Bolsa de Metales de Londres fue uno de los factores que propiciaron la caída del martes, ya que sirvió de recordatorio de que al mercado no le falta metal rojizo.
Los inventarios globales de cobre no se han reducido pese a los problemas de oferta este año.
La curva de precios forward también indica que unas condiciones de oferta abundante podrían persistir en los próximos meses. Los precios de referencia del cobre a tres meses se negocian con un descuento respecto a los contratos a plazo que expiran en fechas posteriores, una condición conocida como contango, común en los mercados con exceso de oferta.
La situación contrasta con el zinc, donde los compradores están pagando primas significativas por contratos cercanos en medio de las perspectivas de una restricción de la oferta.
El crecimiento mundial sincronizado ha sido un factor clave en los metales industriales este año, pero la inquietud está aumentado acerca de las restricciones de China en su mercado inmobiliario, que podrían ser un viento en contra.
Las primas de entregas físicas que cubren el coste del envío de cobre al mayor consumidor, China, han sido moderadas este año, lo que sugiere que las necesidades de compra del país no están ejerciendo presión sobre la oferta.
La reciente ola de ventas del cobre también ha estado impulsada en parte por el nerviosismo acerca de una posición larga importante que se acumuló en la Bolsa de Futuros de Shanghái en los últimos meses, dijo Nicholas Snowdon, analista de metales en Standard Chartered Plc, por teléfono desde Londres.
Los inversores se preguntan cómo y cuándo se revertirá la postura y se han vuelto más cautelosos sobre sus propias apuestas alcistas. Las fuertes oscilaciones de precios observadas durante las sesiones de negociación de la bolsa el martes sugieren que la posición se está empezando a vender, dijo Snowdon, y agregó que esto podría aumentar la presión a corto plazo sobre los precios.
El cobre llegó a caer un 4,7% en la bolsa de metales de Londres el martes a su nivel más bajo en dos meses. El metal rojizo ha escalado un 19% este año, la mayor cantidad desde 2010, a US$6.570,50 la tonelada métrica.
"Todavía podría haber un tropiezo adicional de US$200-300, pero si los inversores ven que esa posición se ha reducido drásticamente, ello podría levantar gran parte de la presión negativa sobre el precio", dijo Snowdon.