El Ministerio de Interior presentó lineamientos para homogeneizar proyectos. Los procesos de Participación Público Privada (PPP) ganarán terreno, ante el congelamiento de fondos en el Presupuesto 2018.
Fernando Álvarez Celis, subsecretario de Planificación Territorial de la Inversión Pública, hizo el siguiente cálculo: “Para tener el 100 por ciento de las cuadras argentinas asfaltadas se requieren 120.000 millones de dólares”. Y agregó: “Con los fondos que tiene la Nación, vamos a llegar al 1 por ciento. Tenemos que buscar otras medidas”. Lo escuchaban a él un centenar de funcionarios municipales y provinciales vinculados a la obra pública. Así comenzó el primer Encuentro Nacional de Ciudades e Infraestructura que organizó el Ministerio del Interior, con el objetivo de “evangelizar” -esa fue la palabra que usó un funcionario del área- a los estados subnacionales en los procesos que deben llevar adelante para obtener financiamiento. En particular, con el inicio de los proyectos enmarcados en la ley de Participación Público Privada (PPP).
Los PPP son la gran apuesta del Gobierno para dinamizar la obra pública en 2018. Reemplazarán, en buena medida a los recursos públicos: el proyecto de ley de Presupuesto 2018 contempla una cantidad de fondos similares a los de este año para obras. Eso significa un recorte de dinero, en términos reales, por el avance de la inflación. Según esbozan los constructores, la plata presupuestada alcanzará para mantener los proyectos en curso. Ahí es donde entran a jugar los PPP.
El subsecretario de Participación Público Privada del Ministerio de Finanzas, José Luis Morea, fue el encargado de explicar a los asistentes cómo funcionan los PPP y cómo deberán acomodarse las provincias y municipios a este tipo de fondeo con gestión privada. “El PPP es muy distinto a una privatización; es la obra generada , operada y mantenida por el privado, que vuelve al Estado una vez terminado el contrato”, dijo.
El Ministerio de Finanzas presentó un cronograma de 60 proyectos PPP que saldrán a licitación en los próximos 15 meses, por un total de 26.000 millones de dólares. Ya rubricó en el Boletín Oficial el llamado a ofertas para la construcción de 7000 kilómetros de autopistas, por casi 17.000 millones de dólares. El proceso internacional supone que el Gobierno recibirá las ofertas hacia febrero.
Morea pidió a los funcionarios provinciales y municipales homogeneizar criterios en la confección de los proyectos, para agilizar los procesos. Es algo en lo que también hizo hincapié el anfitrión del encuentro, el subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal, Ricardo Delgado. Los municipios y provincias que quieren conseguir fondeo nacional deben cargar los datos del proyecto en una base de datos única, como primer paso para uniformar criterios, procesos y costos.
El PPP, sin embargo, tiene un limitante importante. Morea admitió que los pisos de financiamiento dentro de este sistema parten de los 350 millones de dólares, porque el inversor debe tener un mínimo de liquidez asegurada como para poder fondearse en el mercado. Eso deja afuera del proceso a buena parte de las obras municipales, de menor porte y tamaño. La herramienta es más útil para las autopistas, los proyectos energéticos y las obras de gran envergadura. Una solución que piensa el Gobierno es la de “empaquetar” distintos proyectos municipales similares, de forma tal de conseguir volumen.
Noviembre marcó un nuevo récord histórico. Y el consumo de asfalto vial ya superó al de cualquier otro año, cuando todavía falta diciembre. La demanda es exclusiva de la obra pública: rutas, calles, autopistas y pistas de aeropuertos.
Con un triple objetivo de impulsar el empleo y la economía y mejorar la infraestructura, el Gobierno viene apostando fuerte a la obra publica. Y en lo que representa una muestra de esa apuesta, el consumo de asfalto vial marcó en noviembre un nuevo récord histórico y ya llevó al 2017 a la marca anual más alta, cuando aún falta un mes para que termine el año.
Según informó el Ministerio de Infraestructura, el mes pasado se consumieron 66.254 toneladas de asfalto vial, superando los últimos récords de consumo mensual, registrados en octubre (63.500 toneladas), agosto (60.242 toneladas) y marzo (53.466 toneladas); a lo largo de este año, cada mes se consumió aproximadamente el doble que en el mismo mes del año pasado.
Con esas marcas, en los 11 meses de este año ya se consumieron 573.073 toneladas, lo que ya hace de este año el de mayor consumo de la historia cuando aún queda por delante el mes de diciembre. El récord previo es de hace casi 20 años: en 1998 se consumieron 553.836 toneladas.
Obra pública: trabajos viales en la ruta provincial 8, San Miguel.
Desde el Ministerio de Transporte resaltan que los avances de su plan de infraestructura constituyen son “uno de los factores que más influye” en ese nivel de demanda y señalan que hoy hay “más de 1200 kilómetros de autopistas en construcción, ya se terminaron casi 300 kilómetros, se pavimentaron más de 1300 kilómetros de rutas y se están rehabilitando más de 11.000 kilómetros”, entre otras cosas.
"Estamos transformando la infraestructura de la Argentina como nunca antes. El haber alcanzado solo en 11 meses el mayor consumo de asfalto de la historia de nuestro país así lo demuestra. ¿Qué hay atrás de ese número? Un país creciendo, un país con más empleo, un país con rutas más seguras, un conurbano con menos calles de tierra. Le estamos mejorando la calidad de vida a la gente, haciendo las obras que hay que hacer", promocionó el ministro Guillermo Dietrich.
Además del Plan Vial Federal, desde el Ministerio de Transporte de la Nación se están pavimentando y mejorando corredores del conurbano bonaerense por los que circula el transporte público.
En cuanto a la infraestructura aerocomercial, añadió el Ministerio, ya se renovó la pista secundaria del aeropuerto de Ezeiza y las pistas principales de Tucuman, Mendoza, Trelew y Chapelco y hay proyectadas obras de modernización en 19 aeropuertos hasta 2019.