Con el desarrollo tecnológico que vive la sociedad y el aterrizaje de las baterías eléctricas y demás dispositivos, este metal alcalino plateado claro se ha convertido en objeto de deseo.
El litio vuelve a ser 'trending topic' más de un cuarto de siglo después, aunque en esta ocasión no por los efectos que puede producir en el cerebro, como cantaba Nirvana, sino más bien por los que pueda tener en la cartera. Y es que si a esa generación que coreaba “I´m not gonna crack” se hubiera parado a pensar en otros usos para este elemento químico, hoy en día estaría montada en el dólar.
No en vano, con el desarrollo tecnológico imparable que vive la sociedad y el aterrizaje de las baterías eléctricas y demás dispositivos, este metal alcalino plateado claro que tradicionalmente se ha utilizado en esmaltes, lubricantes y en medicina se ha convertido en el nuevo oro blanco.
Prueba de ello es el comportamiento, no solo que ha mostrado esta materia prima en el mercado, que en el año 2002 apenas superaba los 1.500 dólares y que acaba de superar los 9.000 dólares la tonelada métrica, es decir, un 500% en los últimos quince años, sino de las compañías mineras que han sabido identificar el potencial.
El caso más llamativo es el de la chilena Sociedad Química y Minera de Chile,fundada en la década de los sesenta y que en 2013 atravesó un importante bache por un escándalo de corrupción que salpicó a su presidente, Julio Ponce Lerou, exyerno del dictador Pinochet, al que se le acusó, por un lado, de manipulación del precio de mercado de la compañía vendiendo acciones de SQM baratas a través de una de sus sociedades y comprándolas caras a través de otra con cinco minutos de desfase entre ambas transacciones y, por otro, por la relación de la compañía en el caso Penta por un supuesto escándalo de pago de comisiones, financiación de campañas políticas y evasión fiscal.
De hecho, desde entonces la compañía no levantaba cabeza. Ese año se desplomó en bolsa un 55%, un 8% en 2014 y un 20% en 2015. Sin embargo, la inclusión del coche eléctrico en el día a día de los países desarrollados ha disparado la demanda de litio y catapultado este mineral al estrellato. Así, si sus acciones recuperaron un 50% en 2016, en lo que va de 2017 se revalorizan un 89%.
No en vano, los ingresos de SQM por ventas de litio se dispararon un 131%en 2016, y en los nueve primeros meses de este año han alcanzado los 465,2 millones de euros, un 37,7% más que en el mismo periodo del año anterior. Además, es la mayor compañía de lo que se empieza a conocer como el triángulo del oro blanco, esto es Argentina, Bolivia y Chile.
Y es que el litio es el componente principal en las baterías que llevan desde los 'smartphones' y 'tablets' hasta los motores eléctricos que desde 2010 se han convertido la principal alternativa a los combustibles fósiles en un contexto global de mayor lucha contra la contaminación y el cambio climático.
Así, las estimaciones del mercado auguran un crecimiento anual del 43,1% de la demanda de las baterías de iones de litio, hasta alcanzar los 36.500 millones de dólares en 2020, lo que apoya los fundamentales de las compañías que dependen directamente de esta materia prima.
Esto se está trasladando a la renta variable, donde son muchas las mineras, la mayor parte canadienses y australianas, que cotizan en bolsa. Tan es así que empresas como Hannas, que sube un 66% desde mínimos de junio, Novo Litio, un 132% desde agosto, Lithium Americas (+244%), Pilbaras Mineral(+106%) o la argentina Orocobre (40% en el año) se han colocado en primera línea de fuego de los inversores.
Lo mismo ocurre con los índices y los ETF que invierten en empresas con exposición tanto al litio como a las baterías eléctricas. Así, el Global x Lithium & Batteri, que además de mineras también cuenta con compañías tecnológicas como Tesla o Samsung, gana un 63% en el año, mientras que el índice que replica, el Solactive Global Lithium Index, se revaloriza un 61%.