El ruso Vladimir Potanin es el chairman de la minera Norilsk Nickel.
La aparición de los autos eléctricos cambió por completo la industria del transporte. Empresas como Tesla apalancaron su crecimiento en base a esta idea, poco a poco las automotrices tradicionales comenzaron a plegarse y hasta la Argentina tendrá su primer modelo de industria nacional cuando VOLT Motors lance al mercado su versión. Aún no se sabe el alcance que esta tendencia puede alcanzar, lo que sí es seguro es que hay un solo empresario que puede dormir tranquilo sabiendo que su negocio crecerá tanto si los autos eléctricos fracasan como si tienen éxito: Vladimir Potanin.
Nacido en Moscú hace 56 años, este magnate ruso integra el 56° lugar en la lista de Bloomberg de los hombres más ricos del mundo con un patrimonio que supera los US$ 17.000 millones. Bajo su control se encuentra el 30 por ciento del paquete accionario de Norilsk Nickel, uno de los complejos mineros más importantes del mundo valuado actualmente en US$ 27.600 millones.
La refinación de níquel y paladio forma parte de la expertise de la compañía de Potanin y la crecida en los valores de ambos minerales le dibujaron una sonrisa al empresario. El primer elemento es parte fundamental de las baterías que utilizan los autos eléctricos y, según la cotización actual, se vende a US$ 5,1 por libra. La minera asegura que la demanda por níquel aumentará de las 20.000 toneladas actuales a 400.000 para 2025.
En tanto, el paladio se utiliza para volver menos tóxicos los gases que emiten los caños de escape y su precio supera los US$ 1000 la onza. En lo que va del año, este elemento aumentó un 47 por ciento su performance, de acuerdo a lo publicado por Bloomberg esto se debe a una tendencia de parte de los compradores a alejarse de los autos diésel. Actualmente Norilsk Nickel controla el 40 por ciento del mercado mundial de paladio.
Aunque varias compañías comienzan a poner sobre la mesa la posibilidad de invertir en la incipiente industria de los autos eléctricos, desde la empresa de Potonin descartan esta posibilidad en el corto plazo. “No somos una firma de venture capital. Somos una compañía industrial y necesitamos invertir en tecnologías ganadoras”, afirmó el ejecutivo durante una entrevista. Para el chairman de la minera, explorar otros negocios tendría que ir de la mano con volver a pensar la filosofía de su empresa.