Elon Musk ha conseguido lo que prometió: construir la batería más grande del mundo en 100 días para estabilizar la energía de toda una región del sur de australia.
Fruto de una apuesta, mitad un movimiento magistral de PR y marketing, mitad responsabilidad social corporativa. Sea como sea, la compañía de Elon Musk ha finalizado la construcción, montaje y puesta en marcha de la batería de litio más grande del mundo con la que pretende dar energía limpia a toda una región de Australia.
La compañía ha tardado 100 días desde la puesta en marcha del proyecto en septiembre, después de que Elon Musk se comprometió en marzo vía Twitter a construir esta batería con el fin paliar los problemas de suministro eléctrico en la región australiana, por la que se jugaba la financiación del proyecto:
Ahora, con la batería construida, empieza la fase de pruebas que durará unos cuantos días para comprobar que cumple los requisitos técnicos de la AEMO (un regulador regional) y del gobierno del sur de Australia antes de su puesta en funcionamiento programada para el 1 de diciembre de este mismo año.
En el proyecto de puesta en marcha participarán, junto con Tesla, la compañía francesa de renovables Neoen, la compañía contratista de ingeniería Consolidated Power Projects y el primer ministro para el sur de austria. Y es que esta batería estará Neoen's Hornsdale Wind Farm, una granja de molinos de viento de la región que será la que abastezca de energía a la batería de Tesla para su almacenamiento.
Sea como sea, Elon Musk y su compañía de eléctricos ha conseguido un nuevo hito: la batería más grande del mundo con la que se quiere estabilizar la energía de toda una región del sur de Australia.