Codelco, el mayor productor mundial de cobre, tendrá un respiro bajo el próximo gobierno, ya que ambos candidatos presidenciales proponen que las Fuerzas Armadas dejen de drenar tantos recursos y darle margen a la endeudada empresa estatal para invertir.
En una de las pocas cosas que coinciden los candidatos Piñera y Guillier es en liberar a Codelco de la carga de financiar un fondo reservado militar, un compromiso heredado de la dictadura de Augusto Pinochet.
Codelco, que entrega todas sus ganancias al Estado, enfrenta un complejo panorama a raíz de un alto endeudamiento y una baja capitalización, al tiempo en que propone un plan millonario para contrarrestar el declive en la calidad de sus yacimientos.
Piñera y Guillier estiman que es urgente “modernizar” y apoyar sus planes de largo plazo, lo que implica derogar la Ley Reservada del Cobre, un mecanismo que financia a las Fuerzas Armadas con el 10 por ciento de los ingresos anuales de Codelco.
“Este impuesto afecta la competitividad de Codelco y su disponibilidad de los recursos para el financiamiento de sus operaciones e inversiones estratégicas, afecta sus posibilidades de internacionalización y dificulta sus alianzas internacionales”, dice el programa de Guillier.
Sólo en el primer semestre, las ventas de cobre propio de la minera sumaron cerca de US$4.600 millones.
Además de reemplazar la Ley Reservada, Piñera dijo en su programa que definirá “una política de dividendos estable a largo plazo (…) de modo que el monto base de utilidades para la política de dividendos sea representativa de las utilidades de la empresa”.
Si bien, dejar de financiar a los militares no representa ingresos adicionales instantáneos, ya que al final debe entregar sus ganancias al Estado, le da a la empresa mucho más margen de maniobra a nivel operativo.
Pero dada la influencia que aún tienen las Fuerzas Armadas, algunos analistas tiene dudas de que se pueda eliminar la ley de financiamiento militar, aún cuando la nueva configuración del Congreso se inclina más hacia la izquierda que a la derecha.
“Cuando me dicen que lo van a discutir y lo van a resolver yo no les creo”, dijo Gustavo Lagos, analista de la Universidad Católica, aludiendo al controvertido mecanismo que ha sobrevivido a todos los gobiernos desde el fin de la dictadura.
Codelco ha tenido que ralentizar el avance de su plan de inversiones, que ronda los US$18.000 millones quinquenales, por no contar con los suficientes recursos y como estrategia para evitar el continuo aumento de su deuda, que pondría en peligro su grado de inversión.