El reconocido geológo mendocino Eddy Lavandaio publicó una "Carta Abierta" a la diputada oficialista Elisa Carrió, en la cual historia lo acontencido en torno a la Ley de Protección de Glaciares y brinda argumentos para respaldar su posición en sobre la relación minería, agua y medio ambiente.
Sra. Diputada Nacional Dra. Elisa Carrió
A través de la publicación hecha el 17 de noviembre pasado por parte de una revista especializada tomé conocimiento de una nota de neto corte político que usted le envió al Secretario de Minería de la Nación, Daniel Meilán, en la que aludiendo a acuerdos partidarios le hizo saber que el Bloque de Diputados Nacionales Coalición Cívica presentará lucha dentro y fuera del Congreso de la Nación contra una propuesta de modificar la ley de glaciares.
Soy profesional geólogo, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, y desde hace cincuenta años me dedico a la minería y a la docencia dentro del mismo campo. En el año 2010 tuve oportunidad de asistir a la Comisión de Ambiente, acompañando a los compañeros del sindicato AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina), cuando se estaba tratando el proyecto de ley de glaciares y allí pude ver con mis propios ojos, por un lado, el escandaloso lobby del jefe de la sucursal argentina de una conocida ONG europea, junto con otros activistas políticos, para “concientizar” legisladores a favor de un proyecto destinado a generar litigios y desalentar la inversión minera y, como consecuencia directa, dejar sin trabajo a los mineros argentinos, y por otro lado, mas doloroso para un profesional argentino como yo, ver como los legisladores “argentinos” tiraron a la basura el proyecto elaborado por los científicos “argentinos” del Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (IANIGLA) y, a la vez, despreciaron la opinión de los trabajadores “argentinos” del sector.
A usted y a otros legisladores les han hecho creer que los mineros no queremos proteger los glaciares. Eso no es cierto. Por mi parte he dicho públicamente en varias oportunidades que había que hacer el inventario y de glaciares y protegerlos. El proyecto que hizo el IANIGLA y le entregó al Senador Filmus estaba hecho precisamente para eso. Sin embargo, como dije antes, fue desechado. Si la Diputada no lo recuerda le puedo enviar una copia de ese texto.
Tengo un gran respeto por usted y por su trayectoria en la política Argentina que la ha puesto en un lugar de máxima trascendencia, en lo más alto del podio.
Sin embargo, cada vez que usted habla de minería se me cae de ese podio porque se nota que usted no sabe absolutamente nada sobre nuestro trabajo, como si nunca hubiera estado en una mina ni hubiera hablado jamás con los mineros, con sus familias o con algún profesional idóneo.
Por eso, desde mi experiencia docente, me permito explicarle cuales son las ambigüedades introducidas burdamente en la ley aprobada y que tienen por única finalidad generar conflictos y litigios para que deriven en juicios y honorarios que van en detrimento de la seguridad jurídica que requiere una inversión.
1.- En el artículo 1º a la protección de glaciares (con la que todos estamos de acuerdo) se le agregó una cosa llamada “ambiente periglacial” cuya definición y extensión es diferente (y por lo tanto discutible) según se vea desde la glaciología, la geomorfología, la geografía, las ciencias sociales o la política.
2.- En el mismo artículo se dice que el objeto es preservarlos como reservas estratégicas de recursos hídricos. No hay duda de que los glaciares son agua congelada y por eso son recursos hídricos. Pero el aquí llamado “ambiente periglacial” no es un recurso hídrico.
3.- En efecto, en el artículo 2º se define a ese “ambiente periglacial” de una manera insólita, sin relacionarlo para nada con la presencia de un glaciar. Textualmente dice que se entiende por ambiente periglacial en la alta montaña, al área con suelos congelados que actúa como regulador del recurso hídrico. En la media y baja montaña al área que funciona como regulador de recursos hídricos con suelos saturados en hielo.
4.- Note, por favor, que se habla de suelos congelados. El agua es un componente intersticial en todos los suelos y esa es el agua que “toman” las raíces de las plantas. Sin embargo ese suelo no es un recurso hídrico. Nadie puede extraer agua de un suelo y menos aún de la alta montaña. Si quiere convencerse, congele unas cuantas piedras del suelo de la Cordillera y trate de sacarles agua. Si congela piedras, lo único que va a sacar son piedras.
5.- Y para que no haya ninguna duda sobre la extensión que cualquier abogado pueda entender que abarca esta ambigüedad del artículo 2°, se incluye a la “alta montaña”, a la “media montaña” y a la “baja montaña”, es decir “toda la montaña” o toda la Cordillera.
6.- En definitiva, si los glaciares son un recurso hídrico y todos estamos de acuerdo en proteger, ¿con qué objeto se introdujo ese “ambiente periglacial” que puede abarcar toda la montaña pero no es un recurso hídrico? Es evidente que esto no tiene nada que ver con la protección de recursos hídricos. Fue introducido para generar ambigüedades, con extensiones y límites discutibles, que habiliten la posibilidad de litigios con respecto a las prohibiciones de la misma ley en cualquier sector de la Cordillera Argentina.
7.- Las prohibiciones están indicadas en el artículo 6º – “Actividades Prohibidas”. El inciso (c) dice que es una actividad prohibida …”la exploración y explotación minera e hidrocarburífera. Se incluyen en dicha restricción aquellas que se desarrollen en el ambiente periglacial”.
Queda muy claro que la relación entre los artículos 1º, 2º y 6º habilitan la posibilidad de denunciar a cualquier proyecto minero que se quiera desarrollar en la Cordillera Argentina por estar infringiendo lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 2° de la Ley de Glaciares. Esto no es una suposición. Ya hay denuncias concretas basadas en esta particularidad de la ley. Y en la medida que su propio gobiernoanuncie nuevas inversiones en la Cordillera habrá mas denuncias contra los inversores y contra el Gobierno que las promueve.
Quiero pedirle que estudie con seriedad este tema, y que se asesore con profesionales idóneos, y seguramente se dará cuenta de que la ley tiene una parte buena que hay que mantener, que es la protección de los glaciares, y una parte perversa que atenta contra la creación de nuevas fuentes de empleo para los argentinos de las provincias cordilleranas. Yo no puedo creer que por una cuestión de “acuerdos partidarios” usted persista en defender esa perversidad causando un perjuicio real a este sector de los trabajadores de la República Argentina.
Previo ofrecerle enviar la información que usted necesite sobre este tema, me despido de usted con la mayor consideración.
Eddy Lavandaio