Bolivia tiene potencial de nuevos yacimientos minerales no tradicionales como el indio, platino y paladio que serán explotados ante la creciente demanda internacional para producir artefactos electrónicos, aseguró hoy martes el viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico, Víctor Flores.
"Bolivia no ingresó a la explotación a gran escala de minerales valiosos no tradicionales, aunque sí los explotamos como subproductos, pero de manera muy marginal", señaló el viceministro Flores en una entrevista con Xinhua.
Las declaraciones las efectuó tras una pausa en el seminario "Nuevos profesionales para el cambio minero en Bolivia" que se desarrolla en el Banco Central este martes y miércoles, con la participación de autoridades, empresarios del sector minero y representantes de universidades.
Para este emprendimiento, el gobierno boliviano trabaja en coordinación con la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) para explotar estos nuevos yacimientos.
Actualmente Bolivia explota minerales tradicionales como oro, zinc, manganeso, plata, wolframio, antimonio, bismuto, cadmio, cobre y otros.
La minería es la segunda actividad productiva de Bolivia, después de los hidrocarburos.
Según información proporcionada por Roberto Alfaro, gerente técnico de Comibol, a Xinhua, aún existen en el país grandes cantidades de yacimientos y se tiene una diversidad de minerales que van desde los metales preciosos hasta los de uso tecnológico, cuyas cotizaciones en los mercados internaciones suben sin parar.
"Se hizo los estudios para recopilar datos que dan un panorama claro de la realidad de este sector. A través de este informe se detallan las características de la cadena productiva de la minería en Bolivia: prospección, explotación, extracción, producción y comercialización", agregó.
Según Alfaro, en la actualidad la explotación de los minerales tradicionales continúa dominando la oferta de la minería boliviana hacia el mundo; sin embargo, se abren nuevas proyecciones con otros minerales no tradicionales como los tecnológicos y los radioactivos.
Históricamente, la plata y el estaño se han convertido en los minerales que han marcado el rumbo de la actividad minera en Bolivia y lo han configurado como un país eminentemente minero desde la época de la Colonia.
Para Alfaro, la explotación de la plata está asociada al zinc, plomo, cobre, estaño y, frecuentemente, al oro.
El Ministerio de Minería, según el viceministro Flores, apunta a la inversión extranjera para emprender la explotación de nuevos yacimientos mineros tradicionales y no tradicionales en el país.
De ese modo y junto con la asignación de recursos públicos para la continuidad y mejora de las operaciones actuales, así como para la prospección de nuevas vetas, la entidad gubernamental pretende incrementar las reservas mineras del país, de 313 a 1.060 millones de toneladas métricas hasta 2020.
Flores manifestó que el gobierno fijó como desafío a corto plazo contar con la capacidad para obtener en lingotes este tipo de minerales.
"Tenemos que asumir las acciones para explotar este tipo de yacimientos", expresó.
El viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico insistió en que las proyecciones del gobierno son las de rescatar los minerales valiosos no tradicionales.
Según la autoridad, en la medida que la tecnología avanza de manera acelerada, los nuevos equipos ya requieren minerales estratégicos, como el indio, platino y el paladio que son minerales existentes en Bolivia.
Sobre la inversión que se precisará para explotar estos minerales no tradicionales, dijo que se encarará como se hace en cualquier empresa pública estatal, sin dar más detalles.