El boom del litio no solo ha hecho despegar inversiones y elevar la capacidad de los proyectos, también ha abierto el apetito por la compra de activos. Este es el caso de Albemarle -ex Rockwood Lithium-, la segunda productora de litio del globo detrás de SQM, con operaciones en el Salar de Atacama.
El presidente de la minera no metálica, Luke C. Kissam, comentó en una conferencia con analistas con motivo de la entrega de resultados, que la empresa ha puesto el foco por el crecimiento orgánico, que incluye una ampliación de sus operaciones en Chile. En paralelo, al interior de la norteamericana también están muy activos en la evaluación de una variedad de oportunidades de fusiones y adquisiciones en el mercado del litio.
“Ciertamente estamos mirando fusiones y adquisiciones (M&A). Tenemos un gran balance, y creemos que podemos flexibilizarlo cuando sea necesario para cualquier cosa que pueda poner en riesgo nuestra estrategia o acelerar nuestra estrategia. Hemos sido muy activos en la búsqueda de oportunidades de M&A que han llegado. Deben cumplir uno de esos criterios, y también debemos poder obtener un rendimiento del capital invertido”, dijo el ejecutivo.
Según ha trascendido, Albemarle estaría entre los interesados en comprar el 32% de SQM que está vendiendo la canadiense Potash. Este paquete está valorado en unos US$4.500 millones, y permitiría a Albemarle ser el líder indiscutido en este mercado.
No obstante, a la fecha, desde la minera no han rechazado estos rumores y han indicado públicamente que no se referirán a rumores del mercado.
Entre la lista de interesados también habría una serie de inversionistas chinos, que buscarían hacerse de parte del boom que traerá el litio, como consecuencia de la electromovilidad.
Potash ha puesto a la venta su participación en SQM, junto a la de otras empresas donde es inversionista, como parte de las medidas solicitadas por unas serie de autoridades de libre competencia alrededor del mundo para aprobar su fusión con Agrium.