"El tiempo se está agotando", advierten los científicos sobre la urgencia de recortar los gases de efecto invernadero.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por el ser humano volverán a aumentar en 2017. Según los cálculos de los especialistas, alcanzarán las 41,5 gigatoneladas, un dato similar al de 2015, cuando se batieron todos los récord. El incremento en el uso del carbón, especialmente en China, está, en gran medida, detrás de la subida. Casi el 90% de las emisiones de CO2 que genera la actividad humana proceden del uso de los combustibles fósiles y la industria, que este 2017 crecerán un 2% después de tres años de estancamiento y alcanzarán un nuevo récord. "El tiempo se está agotando", advierten los investigadores sobre la necesidad de recortar las emisiones para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático.
Los dos estudios en los que se incluyen las previsiones de crecimiento de las emisiones, que se publican este lunes en Nature Climate Change y Environmental Research Letters, se difunden coincidiendo con la última semana de la Cumbre del Clima de Bonn (COP23), donde los representantes de casi 200 países debaten sobre las normas de aplicación del Acuerdo de París contra el cambio climático. Y las noticias no son buenas, porque las emisiones mundiales de CO2, el principal gas de efecto invernadero, volverán a crecer en 2017 hasta llegar a las 41,5 gigatoneladas, el mismo dato que en 2015, cuando se alcanzó el pico máximo histórico.
Dentro de esas 41,5 gigatoneladas se incluye el CO2 expulsado por el ser humano ligado a la quema de combustibles fósiles, la industria y los cambios en el uso del suelo (como la deforestación). En ese último apartado, en el de los cambios en el uso de la tierra (que suponen alrededor del 10% del dióxido de carbono de la actividad humana), los investigadores no han encontrado grandes cambios respecto a 2016, con lo que los datos de 2017 serán similares a los del pasado año.
Donde sí se produce un incremento notable es en las emisiones relacionadas con los combustibles fósiles y la industria, que acumulan casi el 90% de todo el dióxido de carbono que genera la actividad humana en el planeta y que este año crecerán un 2% respecto a 2016, hasta llegar a las 36,8 gigatoneladas y marcar un nuevo récord histórico. Y lo harán después de tres años seguidos(desde 2014) en los que se había apreciado un esperanzador estancamiento de esas emisiones.
Mientras que los investigadores pronostican para este 2017 que las emisiones industriales y de los combustibles fósiles caerán en Estados Unidos y la Unión Europea un 0,4% y un 0,2% respectivamente, para China e India prevén subidas significativas del 3,5% y del 2%. Solo estos cuatro grandes bloques acumulan casi el 60% del CO2 de todo el planeta. En el resto de países del mundo, los científicos pronostican un incremento del 1,9%.
Un 3,5% más en China
China es el primer país emisor de CO2del mundo: acumula el 28,5% del dióxido de carbono ligado a los combustibles fósiles y la industria, y el incremento de sus emisiones un 3,5% en 2017 empuja las de todo el planeta.
Pep Canadell, director del Global Carbon Project y que participa en los dos estudios publicados este lunes, detalla que el incremento en China "se debe a un aumento en la demanda energética, particularmente del sector industrial". Además, la disminución en las lluvias ha hecho también que caiga la energía hidroeléctrica producida y el "hueco energético ha sido cubierto con el carbón, cuyo uso aumenta un 3%". El empleo del petróleo crecerá un 5% y el gas natural un 12% en China.
El uso del carbón se había adentrado en una trayectoria descendente en el mundo, con una caída media anual en los últimos cinco años del 0,7%. Sin embargo, este 2017 volverá a crecer empujado en gran medida por China.
El segundo país en emisiones es EE UU, con el 14,4% del CO2 mundial. A pesar de Donald Trump, que anunció en junio que sacará a su país del Acuerdo de París y ha anulado los planes de energías limpias de Barack Obama, las emisiones en Estados Unidos seguirán cayendo en 2017. Llevan en esa trayectoria descendente desde 2014, principalmente por el mayor uso del gas natural, que emite menos CO2 que el carbón al generar electricidad.
EE UU es ahora una excepción en la lucha contra el cambio climático. Nicaragua y Siria, los dos únicos Estados que hasta ahora se habían resistido a firmar el Acuerdo de París, han anunciado que entrarán. Pese al anuncio de Trump de retirarse, esa salida no se ha consumado aún, como ha recordado este lunes Patricia Espinosa, la responsable de cambio climático de la ONU. De hecho, EE UU sigue participando en las negociaciones de Bonn, que tienen como objetivo desarrollar los reglamentos para la aplicación del Acuerdo de París a partir de 2020, cuando entran en vigor las medidas que contempla. Eso sí, la delegación estadounidense en la ciudad alemana es mucho menor que en otras cumbres y de un perfil eminentemente técnico.
En el caso de la Unión Europea (9,5% de las emisiones mundiales ligadas a los combustibles fósiles y la industria) el descenso en 2017 será solo de un 0,2%. La UE lleva desde 2014 casi con el mismo nivel de emisiones de CO2 y sus miembros discuten ahora el paquete de medidas que aplicarán a partir de 2020 y que deben llevar a recortes más importantes en sus emisiones.
India es ya el cuarto emisor del planeta y acumula el 6,8% de las emisiones de dióxido de carbono del planeta. Para este 2017 el incremento que estiman los investigadores será "solo" del 2%. El pasado año, resaltan los estudios publicados ayer, el aumento fue del 6,7% y en la pasada década el incremento medio anual de las emisiones de CO2 fue del 6%. Sin embargo, los investigadores creen que es algo coyuntural y que en 2018 la tasa de crecimiento podría rondar el 5%. India —que cuenta todavía con una millonaria bolsa de población que no tiene acceso a la electricidad— emite en estos momentos lo mismo que toda África y Sudamérica juntas.
En el artículo publicado en Environmental Research Letters se advierte de que con unas emisiones anuales de más de 41 gigatoneladas en el planeta "el tiempo se está agotando" para que se pueda conseguir mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados a final de siglo, el objetivo que fija el Acuerdo de París. "Solo la descarbonización profunda y rápida evitará que la Tierra sobrepase el umbral de temperatura del grado y medio en solo una década y los dos grados unas pocas décadas después", alertan.
"Lo que necesitamos ahora es una gran aceleración en la reducción de las emisiones", explica Canadell. Y resalta que 21 países (que acumulan el 21% de las emisiones mundiales) han bajado sus emisiones de CO2 mientras crecía su producto interior bruto en la última década. Entre ellos están EE UU, Reino Unido, Francia y Alemania. España no está en ese grupo.
Patricia Espinosa, la máxima responsable de la convención sobre cambio climático de Naciones Unidas, ha advertido este lunes: "la eliminación del carbón como una fuente de energía es una prioridad".
Este combustible fósil es en estos momentos la principal fuente de generación de dióxido de carbono (CO2) de la actividad humana en el planeta. De la necesidad de reducir su participación en el mix energético mundial llevan años alertando los expertos en cambio climático. Y las sustitutas deben ser las energías renovables, coinciden los investigadores. En los estudios difundidos este lunes se resalta que en 2016 se produjo un récord de instalación de renovables, que no emiten CO2. Sin embargo, estas fuentes limpias apenas cubren ahora el 18% de toda la energía que se consume en el mundo.
Espinosa ha admitido que "la transición a las renovables no se da de la noche a la mañana". Pero ha advertido de que se debe "acelerar esa transición". Y ha aplaudido las medidas que se están tomando en China e India para "poner en marcha procesos que orienten su desarrollo hacia otro esquema" libre de emisiones de dióxido de carbono.