YPF presentó ayer los resultados del tercer trimestre de 2017 y sus ingresos ordinarios alcanzaron los $ 66.034 millones, con un incremento del 18,2%
YPF presentó ayer los resultados del tercer trimestre de 2017 y sus ingresos ordinarios alcanzaron los $ 66.034 millones, con un incremento del 18,2%, gracias a los mejores precios y los mayores volúmenes de venta en los principales productos que comercializa la empresa.
Con respecto al resultado operativo, éste alcanzó los $3.050 millones, con un incremento de 89,4%, previo al deterioro de activos. Desde la petrolero recordaron que “que en los resultados del tercer trimestre de 2016 YPF reconoció un cargo negativo por deterioro de activos de $ 36.200 millones debido, principalmente, a una reducción esperada del precio local del petróleo, entre otros factores”.
En tanto, el EBITDA (resultados operativos antes de depreciaciones, amortizaciones y perforaciones exploratorias improductivas) alcanzó los $ 17.043 millones, con un incremento de 16,7%
Por su parte, las inversiones de la compañía en el período totalizaron los $ 15.903 millones, con un aumento de 6%.
Desde la compañía destacaron que “estos resultados se encuentran en línea con las previsiones del presupuesto de la compañía para el año”.
Con respecto a la producción total de hidrocarburos acumulada en el trimestre, ésta alcanzó los 553.200 barriles por día de petróleo equivalente. La producción de crudo en este período alcanzó los 227.200 barriles equivalentes de petróleo, afectada principalmente por la declinación natural de los campos maduros y el efecto de los fuertes temporales de lluvia y nieve en Chubut y Santa Cruz.
Con respecto a la producción de shale neta de YPF totalizó los 37.620 barriles de petróleo, lo que representa un aumento del 10.5%, con respecto al mismo período del año anterior. La compañía resaltó que “puso en producción 17 pozos con objetivo Vaca Muerta, logrando un total, al cierre del período de aproximadamente 596 pozos, con 8 equipos de perforación y 8 de workover en actividad”.
En tanto, la producción neta de tight gas totalizó los 14.110 millones de metros cúbicos por día, de los cuales el 88,3% proviene de áreas operadas por YPF. La compañía puso en producción 24 nuevos pozos: 5 en Aguada Toledo-Sierra Barrosa, 8 en Rincón del Mangrullo y 11 en Estación Fernández Oro.
Las inversiones correspondientes a este segmento totalizaron, en este período, los $ 12.500 millones de pesos, con un incremento de 7,1% y fueron destinadas en 70% a la actividad de perforación y workover.
Con respecto a la unidad de downstream (comercialización y refino) en este período, volvieron a destacarse las ventas de los productos premium de la compañía con un incremento del 25,5% en los volúmenes vendidos de nafta Infinia y del 39,5% para la Infinia Diésel.
Además, la compañía mostró un comportamiento positivo en el mercado de asfaltos, venta de lubricantes, productos petroquímicos y combustibles para la aviación. La compañía invirtió $ 2.400 millones de pesos en el downstream.
En tanto, con respecto al gas las ventas netas, en el tercer trimestre, alcanzaron los $ 17.178 millones de pesos, con un aumento de 105,5%.
MARINA AIZEN
Mucho se escribió en estas últimas semanas sobre el nuevo plan estratégico de YPF, pero casi nada se dijo sobre cómo la empresa piensa amoldarse a la realidad del calentamiento global, lo que en teoría supone desincentivar el uso del petróleo y el gas: el corazón de sus negocios.
Sin embargo, voceros de la compañía, cuyo principal accionista es el Estado nacional, tuvieron la amabilidad de contar que la intención es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 10% en el próximo quinquenio, tomando como base los valores de 2017.
Para conseguirlo proyectan, entre otras cosas, medidas de eficiencia energética, disminuir el flaring rutinario, hacer capturas de fugas de gas a través de gasoductos virtuales para su uso posterior en plantas de energía, así como la generación de unos 600 MW de energía renovable. “La compañía entiende que la transición energética no se producirá en el corto plazo”, indicaron.
Sin embargo, admitieron que tendrán que “adaptarse a los desafíos del cambio climático” para “reducir la vulnerabilidad de instalaciones y operaciones”. Nadie escapa de la furia de una atmósfera alterada. Ni siquiera los que se ocupan de hacerlo.
El consuelo es que en YPF no son negacionistas. La pregunta, entonces, es si su plan tiene la ambición que el planeta necesita. El año 2017 se encamina a hacer uno de los más calientes de la historia, según la Organización Meteorológica Mundial.
Y eso que esta vez no hubo ningún evento Niño como en 2015-2016. Según la NASA, la concentración de CO2 en la atmósfera fue en octubre de 407 partes por millón, un nivel no visto en millones de años. La respuesta al interrogante salta a la vista.