Habría un acuerdo inminente, del que está al tanto el Gobierno. El yacimiento carbonífero de Río Turbio fue cuna de monumentales erogaciones por parte del Estado (más de $ 20.000 millones) y plata que fue destinada a enriquecimiento ilícito de funcionarios, como lo investiga el poder Judicial. En estos días, habrá un cambio en la empresa que está a cargo de la obra: la española Isolux le cederá su lugar a la nacional Cartellone, que continuará con la construcción de la usina térmica.
El dato es manejado por el Poder Ejecutivo nacional, donde estiman que el traspaso es inminente y que un representante de los españoles vendrá al país a sellar la salida. Isolux se encuentra concursada en su casa matriz y está vendiendo diferentes filiales en los países que opera. Necesita hacerse de dinero. El acuerdo con Cartellone comprende varias obras en el país.
A Río Turbio ya se destinaron US$ 1.630 millones de fondos públicos, pero aún así todavía no está lista. Fuentes oficiales calculan que restan invertir alrededor de US$ 220 millones.
YCRT está en un limbo. La apuesta oficial es salir de esa situación con el nuevo operador. Así, quiere llegar pronto a una producción de 600.000 toneladas de carbón, que le permitirían poner en funcionamiento el módulo que funciona en base a ese mineral. Dentro de 10 meses se podría llegar a esa meta.
En la plantilla de Río Turbio hay 2670 empleados, lo que implicaría un sobredimensionamiento ya que en el Gobierno creen que se puede operar con 1430 a 1450 operarios. Se pondrá en marcha un retiro anticipado y se solicitará la colaboración sindical para que el proceso avance.
Si la nueva empresa a cargo de la obra, la dirigencia gremial y el Gobierno nacional logran desarrollar un plan sólido, la producción de carbón podría llegar hasta 1.100.000 toneladas y hasta Chile tiene interés en la compra de ciertos excedentes de ese material. En Energía también quisieran que entre en funcionamiento un segundo módulo de producción dentro de 18 meses.
Así como YCRT disminuirá su plantilla, la construcción de las represas demandaría mano de obra en Santa Cruz. Se podría dar una migración de trabajadores de una obra a la otra.