Uno de los alicientes para invertir en los mercados emergentes es que su valoración es más atractiva que la de los desarrollados y así se espera que sea, también, en 2018. Sin embargo, los inversores que se fijen en estos países tendrán que enfrentarse, según Citi, a tres desafíos en los próximos meses.
Desde este banco de inversión apuntan, en primer lugar, al nulo efecto que el anuncio del Banco Central Europeo (BCE), de reducir a la mitad sus compras de activos a partir de enero y de extenderlas hasta septiembre de 2018, ha tenido sobre los bonos del tesoro de Estados Unidos. "Con el mercado de bonos americano centrado en un fuerte crecimiento, una disminución del riesgo de inflación a la baja y la proximidad de la reforma fiscal, las tasas en Estados Unidos parecen ganar impulso alcista". Algo que tiende a ser negativo para los mercados emergentes y sus divisas.
Desde Citi señalan a la fortaleza del dólar como el segundo obstáculo al que tendrán que hacer frente los inversores que se decanten por estas economías. Con el BCE impulsando a la baja al euro, explican, la divergencia con Estados Unidos será un factor para impulsar al billete verde.
La tercera traba llegará, por último, de la mano de China. "El Congreso Nacional del Partido Comunista China parece indicar que estamos entrando en una nueva era, en las que las reformas del modelo económico de China y sus impulsores para crecer pueden asumir un enfoque más doméstico", apuntan. "Las iniciativas en el exterior pueden no dar apoyo a los mercados de otros países como antes", añaden.
Aunque estos peligros sí se mencionan en otros bancos de inversión, el escenario central que impera sobre ellos hoy en día es que ni la apreciación del dólar amenaza por ahora el crecimiento que puedan experimentar ni tampoco habrá un cambio tan brusco en las políticas monetarias de los bancos centrales como para dar al traste con el buen hacer de estos mercados. De ver amenazado su crecimiento, recuerdan, los bancos centrales de algunos de estos países podrían optar por usar sus armas: bajar más sus tipos de interés.
A más largo plazo, firmas como PIMCO apuntan a que parte de la inestabilidad podría proceder del calendario electoral, ya que el año que viene habrá elecciones en México, Rusia y Brasil.
Por ahora la expectativa que desde Bloomberg se maneja para los emergentes es que sus ganancias crecerán a una velocidad superior a la de los emergentes en 2018 y eso hará, a su vez, que el inversor compre sus bolsas a unos múltiplos más asequibles, también.
