El sector Z1 era el sueño dorado para los empresarios que se subieron a la espuma más alta de Vaca Muerta, allá por 2014, con el incentivo del gobierno provincial.
El sector Z1 era el sueño dorado para los empresarios que se subieron a la espuma más alta de Vaca Muerta, allá por 2014, con el incentivo del gobierno provincial.
Tres años después, el parque industrial de 280 hectáreas en la Autovía Norte sigue vacío. Sólo tres empresas invirtieron millones de dólares y esperan, casi resignadas, que les lleven los servicios de agua y electricidad.
En concreto, las tierras del parque hoy valen millones, pero las empresas aún no empiezan las obras civiles. Los lotes permanecen en blanco y muy pocos hicieron mejoras y proyectos, que quedaron a mitad de camino.
El caso paradigmático es el de la metalúrgica Tipsa, que invirtió más de cuatro millones de dólares en instalar un galpón con maquinarias modernas pero aún no puede poner en marcha la fábrica. Algunos tornos llegan al país en estos días, pero van a quedar “tirados” porque no hay energía suficiente para hacerlos funcionar.
La empresa trabaja con tornos y licenciatarias de Francia y Estados Unidos, y no puede ponerse en marcha. Intentó con generadores, pero fue imposible. Un gasto de 1,6 millones de pesos sólo en combustible ponía a la metalúrgica al borde del abismo financiero.
“Tenemos una amargura muy grande en estos momentos”, dijo a este diario Mario Páez, uno de los dueños de la compañía que funciona en Plottier y debe mudarse porque es una industria que ya no puede convivir con la ciudad.
En una situación similar está la empresa Syen Camiones SA, que abrió una boca de venta en un predio desolado y donde la seguridad es nula. Tampoco tiene servicios.
Además, la empresa Crexell Transportes SA tiene un predio en funcionamiento, pero tampoco cuenta con los servicios básicos.
Así las cosas, instalarse en el lugar es una odisea. Las únicas empresas esperan una respuesta tanto de CALF como del gobierno provincial. Y, por ahora, radicarse es un sueño.
Servicios en Centenario
La localidad tiene un parque industrial desarrollado con servicios básicos, pero las empresas aún no se volcaron a invertir.
El municipal de Añelo
Tiene 160 contratos con empresas, pero sólo 40 llegaron a radicarse. La dotación de los servicios van muy lenta. Está en la misma situación que el sector Z1.
Emprendimiento privado
Añelo posee un parque industrial privado que no presenta muchos avances. La iniciativa quedó frenada después de 2015.
Impulso en Vista Alegre
En el camino a Añelo, se vendieron chacras a empresas petroleras atraídas por el boom de Vaca Muerta. Se hicieron galpones donde antes había producción.
Una pelota que rebota desde CALF hasta el EPAS
Los empresarios que ya hicieron obras civiles en el parque industrial Z1 esperan urgente una respuesta tanto de la cooperativa CALF como del gobierno provincial, sobre el avance de los servicios básicos.
Si bien ya hubo reuniones, cartas documento y varias charlas para buscar una salida, aún no hay un horizonte definido para saber cuándo comenzarán las obras.
“Pedimos que nos dejen trabajar; ni subsidios ni nada”, acotó Mario Páez, de la empresa Tipsa quien aseguró que en estos días vive un calvario. Hizo una inversión millonaria y no puede poner en marcha una metalúrgica.
Desde el Ministerio de Producción y Turismo se informó oficialmente que se hicieron reuniones con CALF y los empresarios para definir cómo avanzarán con los servicios básicos.
Se explicó que se necesita hacer un tendido de 13,2 KV de unos 5 kilómetros desde la Estación Transformadora Nueva Esperanza hasta los lotes del Z1, algo que demandará una fuerte inversión.
Esa es la potencia necesaria para que algunas empresas puedan desarrollar industria de alto consumo eléctrico. Es que sólo con generadores con combustibles no se puede poner en marcha.
Además de la electricidad, el EPAS elaboró un proyecto denominado “Sistema de provisión y distribución de agua potable urbanización Z1”, que tendrá que ser actualizado por los técnicos.
En ese sentido, llevar luz y agua a ese sector asoma complejo en el tiempo y a esta altura del año será difícil que ingrese en el presupuesto provincial 2018.
El hecho de no contar con electricidad también les juega otro factor en contra a las empresas: la falta de seguridad en todo el sector.
El dueño de Tipsa aseguró que el galpón del Z1 donde está la metalúrgica sufrió robos violentos y que pocos quieren trabajar de sereno en esa zona desolada.
Se espera que en poco tiempo el drama de la falta de servicios llegue a su fin. Es que sin ellos, no hay inversión industrial.