Responsabilidad fiscal, empleo, jubilaciones, y calidad institucional. Los mensajes a los sindicalistas y a la política.
Las 10 definiciones más fuertes de Mauricio Macri, en su discurso en el CCK:
1) "Queremos acabar con los privilegios que salvan a unos pocos, mientras tantos argentinos padecen la pobreza y la desigualdad". El presidente les apuntó a todos su invitados: políticos, sindicalistas, empresarios y representantes de la justicia.
2) "Creo en una agenda de reforma permanente, lo que yo llamo reformismo permanente". Volvió con el concepto que introdujo en el discurso de Costa Salguero, para celebrar la victoria en las urnas. Las reformas, aclararía luego, se propondrán en su mayoría en proyectos que deberán pasar el filtro del Congreso.
Luego, aunque sin ser demasiado específico, sino más bien bajando un mensaje conceptual, el Presidente habló de tres ejes sobre los que se debe trabajar:
3) "No podemos gastar más de lo que recaudamos. La inflación nunca más vuelve a ser un instrumento de la política. Tenemos que comprometernos a un equilibrio fiscal. No nos gusta endeudarnos, pero menos mentirnos".
4) "Queremos impuestos más simples, necesitamos menos impuestos y todo esto lo debemos lograr con equilibrio fiscal. Vamos a presentar un proyecto de reforma tributaria. Ya empezamos a bajar la carga tributaria, pero nos queda mucho camino por recorrer. Lamentablemente, tenemos impuestos que ningún país tiene, demasiados altos, con una distribución poco equitativa. La peor distorsión es la evasión impositiva".
En ambos casos, Macri fue sobre una de los ejes que motorizó sus anuncios: un déficit fiscal imposible de sostener en el tiempo sin encaminarse a una nueva crisis económica.
5) "Si queremos salir de la pobreza tenemos que crear más trabajo. Las empresas tienen que pagar sus impuestos y a sus trabajadores. La mafia de los juicios laborales es uno de los principales enemigos de la creación de trabajo en nuestro país".
Uno de los tópicos que el Gobierno quiere instalar como punto central de su "reformismo". Mayor empleo para tener menos pobreza.
6) "El sistema previsional esconde serias inequidades y no es sustentable. No debería haber jubilaciones de privilegio".
El presidente volvió sobre los privilegios y uno de los nudos económicos que más complica al Gobierno: el déficit del sistema jubilatorio. Clarín adelantó que una de las medidas que quiere implementar Macri es ajustar las jubilaciones y los planes sociales por inflación: eso significaría un ahorro de más de 100.000 millones para el Estado si se usa esa fórmula en lugar de la de movilidad.
7) "No puede ser que haya más de 3.000 sindicatos en la Argentina y sólo 600 firmen paritarias anualmente.Necesitamos organizaciones sindicales fuertes, transparentes, que realmente tengan la vocación de representar a sus trabajadores".
Lo escuchaban los jefes de la CGT, que vienen conversando con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, cambios en el mundo sindical. Uno de los principales sería un blanqueo de empleados en negro. Los sindicatos resignarían aportes que van a sus arcas.
8) "Ya no hay lugar para los kioscos de la política. La Biblioteca del Congreso tiene 1.700 empleados, más que las demás bibliotecas del mundo. (Hacen falta) Reformas en la Justicia, en lo electoral y en castigar a la corrupción. Los argentinos ya han decidido que quieren vivir en una democracia republicana. La sociedad ya no admite la impunidad. La Justicia debe tratar a todos por igual. Impulsamos la Ley del Arrepentido en casos de corrupción. La modernización del Estado, que agiliza procesos y es transparente".
Uno de los puntos más sensibles del discurso, pese a que Macri se refirió sólo a un punto en particular de los gastos desorbitados de la política.
9) "Cada uno tiene que ceder un poco, empezando por los que tienen más privilegio. En todos estos ejes tenemos propuestas concretas, que iremos dando en los próximos días. Tenemos que trazar una línea de austeridad para lo que viene. Tenemos que dar el ejemplo".
10) "Los desafío a tomar las riendas con nuestras propias manos. Sé que comparten mi visión, dar nuevos pasos para una Argentina con oportunidades para todos, sin distinciones ni privilegios".
Sobre el final, el Presidente hizo un autoelogio de los argentinos y buscó terminar con una suerte de llamado/arenga. Desde esta misma tarde, los "acuerdos básicos" pasan a un terreno más llano y pedregoso: la negociación con políticos, sindicalistas y empresarios.
EL CRONISTA
Preocupa a emisores provinciales los juicios por el cambio de condiciones de los títulos. El BCRA espera que sea neutral para las Lebac. Para los bancos, se encarece el crédito.
Para este mediodía, el Gobierno citó a unos 150 empresarios, gremialistas, jueces, legisladores y gobernadores para anunciarles, en el marco del CCK, los lineamientos de las reformas tributaria, previsional, laboral, con la fuerza lograda en las elecciones legislativas del fin de semana pasado.Y para mañana, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, tiene previsto anunciar la esperada reforma tributaria, que, entre sus capítulos más relevantes incluiría gravar la renta financiera, según explicaron a El Cronista fuentes de Hacienda.
Se espera que la reforma en su conjunto sea gradual y que reduzca impuestos distorsivos para ganar productividad.
El impuesto preocupa al sector financiero, que espera conocer los alcances qué activos y quiénes quedarán sujetos y la profundidad del gravamen sobre la renta financiera. La duda en este caso es si grava la renta nominal o la real, es decir, descontada la inflación.
La cuestión ya había creado un debate entre Hacienda y Finanzas, por el sobrecosto que podría generar en las colocaciones de deuda y los desincentivos a invertir en un sistema financiero aún pequeño.
"Se resolvió lo que quería Hacienda", dijo un funcionario de la cartera de Dujovne.
Clarín publicó durante el fin de semana que el impuesto gravaría la renta financiera sobre inversiones mayores a $ 1,4 millón en bonos, depósitos a plazo fijo y Lebac, pero Hacienda no lo confirmó.
El ministro de Finanzas, Luis Caputo, había declarado que quizá "éste no era el mejor momento para gravar la renta financiera". Esa cartera se ocupa de buscar financiamiento para pagar el déficit fiscal. Y el impuesto generaría nuevos ingresos, pero también engrosaría la cuenta de intereses a pagar.
A las provincias y empresas les preocupa, además, la judicialización que podría abrirse por el cambio de las condiciones de emisión de los títulos públicos ya colocados.
Según coincidieron en dos provincias, el prospecto de emisión de los bonos provinciales y corporativos indica que "los cambios impositivos están a cargo del emisor", así que "el tenedor puede hacer juicio". Y se generaría una deuda de los emisores hacia los tenedores por los nuevos impuestos que tuvieran que pagar.
En tanto, el Banco Central espera que el impuesto se pague sobre la ganancia real y que sea sobre varios activos, para que sea neutral el impacto sobre las Lebac.
"Si el inversor cobra menos, habrá que subir la tasa", explicaron, sobre un activo que se utiliza en la política monetaria para bajar la inflación.
Para los bancos, es importante que se grave la renta real y que sea generalizado, sin exenciones subjetivas, como los jubilados. Pero reconocieron que el impacto es neutro para el negocio.
"Si la gente, para dejar un plazo fijo, pide un grossing up por el impuesto, lo que se logra es que se cargue a la tasa activa de los créditos", explicaron. "No lo vemos en el momento adecuado. El riesgo de que compren dólares es altísimo", dijo un dirigente del sector.
También la medida es considerada una contradicción después de haber impulsado el sinceramiento fiscal y estimular el ingreso de capitales para comprar activos argentinos. Si la inversión en el exterior paga impuestos y ahora los títulos argentinos también, "a riesgo similar y pago impuestos, me quedo afuera", explicaron.
El mercado financiero también teme que la medida ahogue el incipiente impulso de las personas físicas, que se estaban animando a invertir en activos financieros argentinos después del cambio de gobierno. En un mercado financiero que es muy pequeño comparado con los pares de la región y aún necesita desarrollarse.
Según trascendió, la reforma tributaria buscará reducir el impuesto sobre los Ingresos Brutos que cobran las provincias, varias de las cuales ya se adelantaron a los cambios. También se pretende reducir el Impuesto a las Ganancias para las empresas que reinviertan utilidades. Y tomar a cuenta el Impuesto al Cheque sobre otros tributos, aunque de forma gradual, para no afectar la recaudación.