“Hay una pelea por depósitos, con un lado de la demanda que es muy impresionante, la cuestión como siempre es la oferta”, dijo Paul Gait, analista de Sanford C. Bernstein Ltd. en Londres. En la carrera por satisfacer la demanda existe el riesgo de que se desarrollen demasiadas minas y el suministro de metal sea demasiado grande, dijo Gait.“Cuando se retire la marea, los que no tengan una buena geología no darán la talla”.
Si necesita pruebas del éxito que está teniendo el litio, el ingrediente para las baterías, en este momento, no necesita más que echarle un vistazo a AVZ Minerals Ltd. de Australia.
Con una acción que era muy barata hasta hace unos meses, esta promisoria minera avanzó cerca de 1.300 por ciento este año. La propuesta: reestructurar una centenaria y lejana mina de estaño en la República Popular del Congo como proveedora del litio necesario para propulsar autos eléctricos.
Si bien su avance fue extremo, AVZ no es la única en la carrera para posicionarse de cara a un auge de las baterías recargables. En el Reino Unido, una compañía fundada por el ex banquero de inversión Jeremy Wrathall está planeando aprovechar las fuentes termales de Cornualles, Inglaterra, una región más famosa por sus caletas. Otras compañías están buscando depósitos de litio desde Alemania hasta Malí, e incluso Afganistán proyecta licitar permisos de exploración.
“Hay una pelea por depósitos, con un lado de la demanda que es muy impresionante, la cuestión como siempre es la oferta”, dijo Paul Gait, analista de Sanford C. Bernstein Ltd. en Londres. En la carrera por satisfacer la demanda existe el riesgo de que se desarrollen demasiadas minas y el suministro de metal sea demasiado grande, dijo Gait.“Cuando se retire la marea, los que no tengan una buena geología no darán la talla”.
El litio, que es dominado por tres grandes productores, subió gracias a los aumentos en la demanda de baterías de iones de litio utilizadas en los vehículos eléctricos y en los sistemas de almacenamiento de energía. Bloomberg New Energy Finance proyecta que los vehículos eléctricos conformarán más de la mitad de las nuevas ventas a nivel mundial en 2040. Y la incertidumbre sobre el crecimiento de la producción mundial hace que los fabricantes de autos traten de asegurarse los suministros futuros del metal.
Pero si bien la producción podría tener dificultades en un primer momento para estar a la altura del crecimiento de la demanda, el litio no es en realidad raro comparado con otros metales de las baterías como el cobalto y el grafito, según Eily Ong, analista de Bloomberg Intelligence. Y la historia de la minería está llena de relatos aleccionadores de auges que terminaron en contracción cuando la fiebre por aumentar la oferta excedió el crecimiento de la demanda.
El mineral de hierro constituye un ejemplo reciente, cuando un auge de la producción siderúrgica china generó una ofensiva para construir nuevas minas. Esto acabó mal para muchas de las empresas emergentes de mineral de hierro que tuvieron problemas para desarrollar proyectos o iniciaron la producción en las minas justo cuando los precios cayeron.
La producción global de litio aumentó un 12 por ciento el año pasado, en tanto las baterías representaron un 39 por ciento del consumo, según U.S. Geological Survey. Si bien Australia fue el mayor productor en 2016, sus recursos identificados palidecen al lado de los de Argentina y Bolivia, cada uno con alrededor de 9 millones de toneladas, y Chile, con más de 7,5 millones de toneladas.
“No es un metal que pueda quedar eximido de las leyes normales de la economía de las materias primas”, dijo Gait de Bernstein. “Tarde o temprano, habrá exceso de oferta”.