A finales del mes de septiembre, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció que "en dos o tres semanas" anunciaría el elegido entre los candidatos a hacerse con el puesto de presidente de la Reserva Federal. Con la decisión a la vuelta de la esquina, las especulaciones sobre quién será el elegido se han multiplicado.
Las 5 personas que, según las últimas informaciones, son las opciones más claras para ocupar el puesto son la actual presidenta de la Fed, Janet Yellen; el principal asesor económico de Trump, Gary Cohn; el exgobernador de la Fed, Kevin Warsh; el gobernador de la Fed, Jerome Powell; y el economista de la Universidad de Stanford, John Taylor.
Las apuetas señalan a Powell como el principal favorito para ser el elegido. Mientras, Taylor y Warsh prácticamente empatarían en segunda posición. Yellen sería la cuarta favorita y Cohn quedaría casi descartado. Pero, ¿cuáles serían las consecuencias de la elección de cada uno de ellos?
En principio, los analistas no esperan un giro radical a corto plazo en las políticas de la Reserva Federal, pero las diferencias entre la elección de una u otra opción serían notables, siendo John Taylor el candidato que más cambios implantaría en el seno de la autoridad monetaria.
"Cualquier nuevo presidente tendría dificultades para llevar al Comité en una dirección radicalmente diferente", apuntan en UBS, al tiempo que recuerdan en una nota a sus clientes que "las decisiones se toman con una votación, pero lo normal es que exista un consenso".
La opción que, en opinión de los analistas, supondría un cambio mayor en el rumbo de la Fed es John Taylor, cuya regla situaría ahora los tipos de interés en el 3,75%. Para los analistas de ING, este sería el candidato más hawkish -agresivo- del quinteto. "Podría intentar desinflar rápidamente el balance de la Fed", explican desde la entidad de los países bajos.
En ING consideran que el dólar experimentaría probablemente una fuerte subida inicial, la rentabilidad de los bonos se elevaría y los mercados de renta variable también sufrirían dado que "unas fuertes ventas en los bonos supondría un golpe para el apetitio por el riesgo".
"Taylor es conocido por ser un halcón en política monetaria y ha criticado en repetidas ocasiones el camino seguido por la Fed por ser demasiado laxo", señalan en Commerzbank, si bien creen que "podría ser mucho más pragmático de lo que algunos están dando por hecho".
Desde ING señalan a Warsh como "la versión ligera de John Taylor". En su paso por la Fed, el académico se situó en la parte más hawkish, pero los expertos no creen que su impacto fuese notable a corto plazo. En el banco creen que su elección otorgaría un potencial modesto al dólar y que podría elevar más rápidamente los tipos, pero hasta un nivel más bajo.
"Es improbable que cambie la visión de las políticas ( ), pero el tono cambiaría con Warsh, mostrándose reacio a discutir los datos recientes o modelos económicos y centrándose en la influencia en el crecimiento a medio plazo", explican en Bank of America Merrill Lynch.
Powell es el favorito para ser elegido como el sucesor de Janet Yellen y los expertos creen que su elección supondría elegir una línea continuista. "Probablemente representaría una elección segura", reflexionan en UBS. El actual gobernador se ha mostrado partidario de continuar con la normalización monetaria.
Así, los expertos creen que su elección supondría un rally de alivio para la renta fija y que sería medianamente positiva para las acciones y para el dólar, toda vez que "borraría la incertidumbre", inciden en ING.
En términos generales, la política seguida por la actual presidenta de la Reserva Federal ha sido aplaudida. Que vuelva a ser elegida no puede ser completamente descartado, pero los analistas ven a los tres anteriores candidatos como una opción más probable.
"Parece que Yellen quiere pasar el testigo toda vez que ya ha empezado la normalización monetaria en Estados Unidos", inciden en ING, donde creen que su elección sería básicamente neutral tanto para la deuda, como la renta variable y el dólar.
El principal asesor de Donald Trump es ahora mismo un outsider en las apuestas para ocupar el puesto de Janet Yellen, y sería la opción claramente dovish. "Probablemente buscaría evitar unas condiciones de financiación más dura, lo que evitaría que el dólar se revalorizase notablemente, que los tipos subieran o que las acciones cayesen", indican en Bank of America.
Dónde sí podría suponer un cambio con respecto a Yellen es con respecto a la regulación. "Creemos que tendría un tono más suave, aunque una vuelta atrás completa con respecto a lo que se ha hecho parece improbable", reflexionan en UBS.