La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió hoy de que el aprovisionamiento de gas en los mercados internacionales está sujeto a incidentes que pueden poner en peligro la seguridad, pese al contexto de bajos precios actuales y la mayor flexibilidad en los contratos que se constata.
En su segundo informe sobre la seguridad del mercado global del gas publicado por la AIE hizo notar que países importadores maduros y bien interconectados "pueden todavía experimentar inesperados choques que ponen una fuerte presión".
"Como lo han demostrado acontecimientos recientes, la seguridad de aprovisionamiento en gas natural no puede darse por supuesta ni siquiera en el entorno actual de bajos precios y de mercado con un aprovisionamiento sobrado", señaló su director ejecutivo, Fatih Birol.
Entre esos acontecimientos, los autores del estudio citaron el tirón de la demanda que se produjo en varios países del sur de Europa (España, Francia e Italia) coincidiendo con un periodo anormalmente frío a comienzos del invierno, las tensiones diplomáticas en torno a Catar o el impacto de los recientes ciclones que sacudieron Estados Unidos.
Sobre el caso español, recordó que el pasado mes de enero la demanda de gas, que subió en términos interanuales un 42 % para hacer frente a las necesidades de calefacción y de generación de electricidad, alcanzó un récord en cinco años con 3.400 millones de metros cúbicos.
Detrás de ese pico estuvo un tiempo anormalmente frío, pero también el impacto del parón de centrales nucleares en Francia (ese país se convirtió en importador de electricidad desde España) o la caída de la producción de medios de generación de electricidad renovables: las hidroeléctricas aportaron un 31 % menos y las eólicas un 18 % menos durante el invierno.
En términos generales, la AIE constató que continúa la mejora de la disponibilidad en el aprovisionamiento de gas y la flexibilidad en los contratos entre compradores y vendedores, que se espera que siga incrementándose en el futuro próximo.
A ese respecto, señaló que la flexibilidad de los contratos del gas natural licuado (GNL) "aparece como un importante determinante de la resistencia del sistema global de gas".
La agencia también destacó que el desarrollo de las exportaciones estadounidenses constituye "una gran fuente de flexibilidad contractual adicional".
El Ministerio de Energía busca fórmulas para acabar con la elevada capacidad ociosa de la infraestructura gasística de España. El objetivo es impulsar el uso de las regasificadoras y almacenamientos construidos en el país -cuya utilización apenas supera en el mejor de los casos el 40% de su capacidad potencial- y estimular los ingresos regulados del sistema para acabar con el déficit estructural.
El desajuste entre los ingresos y los costes regulados del sector arrojaba un saldo de 326 millones de euros entre los meses de enero y agosto. No obstante, se trata de un déficit medido en términos de caja que podría equilibrarse con los cobros contabilizados en las próximas liquidaciones del regulador. La CNMC pronosticaba en su hipótesis realizada a comienzos de año un agujero de 262 millones en 2017, mientras que Energía apuntaba a un superávit de 6 millones.
A pesar de esta gran diferencia en los cálculos, CNMC y Energía sí coinciden en mostrar su «ligera preocupación» por el comportamiento a corto plazo de este desajuste, según explica en un informe el banco suizo UBS tras mantener encuentros privados con el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, y el director de Energía de la CNMC, Fernando Jiménez-Casquet. El banco también recoge la opinión de Enagás, gestora de la infraestructura gasística, que prevé que el desequilibrio acabe definitivamente en el año 2024 con la absorción de los 1.050 millones de deuda acumulada, según su director financiero, Francisco Borja.
El plan de Energía pasa por impulsar la actividad de carga y descarga de buques para convertir a España en un gran centro logístico del gas en Europa. Este departamento estudia reducir los peajes cobrados a los barcos que utilicen a España como punto intermedio en el transporte de gas desde países productores a consumidores de este hidrocarburo, lo que según el sector podría suponer ingresos anuales de 70 millones de euros. «Tenemos que usar la infraestructura gasista como activo de país», señaló ayer Navia en un encuentro sobre energía celebrado en Madrid.
Por otro lado, el secretario de Estado de Energía aseguró que no está prevista una revisión de los parámetros que marcan la retribución por inversión en redes e instalaciones renovables de las empresas contemplado en la reforma eléctrica. UBS señala en un informe redactado tras reunirse con Navia que Energía estaría dispuesta a reformar el actual sistema -que vincula la retribución al comportamiento del bono de deuda más una prima- «si los bajos retornos impactaran en las inversiones». «Estoy muy sorprendido de las reuniones que tengo con inversores porque cada uno cuenta una cosa cuando salen de allí», señaló Navia, que ya vivió una situación similar en septiembre con Goldman Sachs. En las actuales condiciones de mercado, la rentabilidad por inversión se hundiría del 6,5% actual al 4% en el año 2025. La rentabilidad iría cayendo a una media del 0,5% cada año desde 2020, según UBS.