China está ofreciendo comprar hasta un 5% de la estatal Saudi Aramco en forma directa, dijeron fuentes, lo que podría dar a Arabia Saudita la flexibilidad para considerar varias opciones para su plan de sacar a la bolsa al mayor productor mundial de petróleo.
Las petroleras chinas PetroChina y Sinopec han escrito a Saudi Aramco en las últimas semanas para manifestar un interés en un acuerdo directo, dijeron a Reuters fuentes de la industria. Las empresas son parte de un consorcio estatal, según las fuentes.
El príncipe heredero de la corona saudí, Mohammed bin Salman, dijo el año pasado que el reino estaba considerando sacar a bolsa alrededor de un 5% de Aramco en 2018, en un acuerdo que podría recaudar hasta US$100.000 millones si la empresa es valorada en US$2.000 millones como esperaba.
“Los chinos quieren asegurarse el suministro de crudo. Están dispuestos a adquirir el 5% total, o incluso más”, afirmó una de las fuentes. PetroChina y Sinopec declinaron a comentar.
La oferta pública inicial (OPI) de Saudi Aramco es la pieza central de un plan de reforma económica para diversificar la economía saudí más allá del petróleo y también sería un impulso bienvenido para el presupuesto del reino, que ha sido golpeado por los precios bajos del crudo.
Pero el plan de la OPI ha creado la idea errada de que Riad está cediendo sus preciadas posesiones a extranjeros a bajo precio en momentos en que los precios del petróleo están devaluados. A algunos empleados de Aramco les gustaría que la idea se deseche, según fuentes.
Los desacuerdos internos entre lo que recomiendan algunos asesores y lo que quiere el príncipe heredero han retrasado varias decisiones clave sobre la OPI, dijeron fuentes de la industria.
Dos fuentes dijeron a Reuters que los fondos soberanos de Corea del Sur y Japón, que también son grandes compradores de petróleo saudí, están estaban interesados en adquirir una participación en Aramco y una de ellas afirmó que el fondo ruso RDIF también estaba ansioso por invertir en la OPI de Aramco.