Los precios del cobre han ganado alrededor de 28% en lo que va del año y están en vías registrar su mayor incremento anual desde el 2010.
Los precios del cobre perforaron el lunes la barrera de US$ 7,000 por tonelada por primera vez en tres años, en medio de un incremento de la demanda luego de la divulgación de varios datos económicos, incluyendo cifras procedentes de China, el mayor consumidor mundial de metales industriales.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) escalaba 2.95% a US$ 7,085 por tonelada a las 1102 GMT, después de haber alcanzado un máximo de US$ 7,111.50 la tonelada previamente en el día, su mayor nivel desde agosto del 2014. Los precios del metal rojo han ganado alrededor de 28% en lo que va del año y están en vías registrar su mayor incremento anual desde el 2010.
“El aumento del precio en sí mismo disparó otra ola de avances basada en expectativas de precios más altos”, dijo Eugen Weinberg, jefe de operaciones con materias primas en Commerzbank, aunque advirtió que podría producirse un ajuste a la baja en el mercado. Los precios al productor de China se aceleraron inesperadamente a un máximo de seis meses en septiembre, ya que el auge de la construcción no muestra señales de disiparse y las medidas más estrictas del Gobierno contra la polución avivaron temores de escasez de insumos durante el invierno boreal.
Las importaciones de cobre no procesado de China aumentaron en 26.5% en septiembre en la medición interanual, de acuerdo a datos de aduanas revelados el viernes, aunque permanecieron en camino a sufrir una baja anual en el 2017. En tanto, se prevé que la economía de China se expanda en 7% durante el segundo semestre el año, según dijo el gobernador del banco central del país, una estimación que desafía las expectativas de una desaceleración de la actividad.
Los inversores estarán pendientes esta semana del reporte sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto (PBI) de China que se publicará el jueves, a fin de contar con más indicios sobre la demanda de metales básicos. El próximo umbral de resistencia técnica del cobre se ubica en un rango de US$ 7,150 y US$ 7,200 la tonelada, proyectó Alastair Munro, analista de Marex Spectron.
Pese a que el precio del metal rojo alcanzó un récord desde agosto de 2014, los miembros del Comité de Expertos del Cobre del Ministerio de Hacienda aseguraron que la evolución del precio del commodity está en línea con el panorama de US$ 2,77 que fijaron como consenso para el largo plazo.
En este sentido, si bien Juan Carlos Guajardo, miembro del Comité, afirmó que “el cobre puede mantenerse sobre este nivel deUS$ 3, porque los fundamentos se han fortalecido los últimos meses”, explicó que “en su momento muchos consideraron al comité demasiado optimista cuando dio su proyección. Yo no creo que sea buena idea estar haciendo revisiones muy constantes”.
En tanto, Miguel Ricaurte, economista jefe de Itaú Chile, sostuvo que “nosotros estimamos que el precio del cobre no se mantendrá en estos niveles en los próximos meses”, basado en que “los datos de China seguirán moderándose en los próximos trimestres”.
Además, aseguró que el dólar tendería a fortalecerse los próximos meses, lo que empujaría a la baja al cobre.
“No vemos que sea necesario cambiar el precio de referencia del cobre para efectos presupuestarios”, recalcó Ricaurte.
Finalmente, Rodrigo Wagner, académico de la Universidad de Chile, planteó que “para la discusión fiscal, es importante que seamos responsables y no gastemos más de lo que podemos recaudar en equilibrio. No sé si uno o dos meses de precios altos sean evidencia suficiente para cambiar ese precio de referencia”.
Los mayores errores se generarían en la información de demanda, ya que esta es impactada por hechos inesperados. Desde julio de este año, el precio del cobre comenzó un rally alcista, el que se debe a la toma de posiciones de los grandes fondos de inversiones globales y a los indicadores inequívocos sobre un mayor crecimiento económico mundial.
Profesor: Gustavo Lagos Ph.D. Leeds, Inglaterra ¿Qué pronosticaron los especialistas antes de los cuatro eventos más importantes de cambio del precio del cobre en los quince últimos años?
El primer evento fue el inicio del superciclo en 2003-2004. El segundo, la crisis financiera global de 2008. El tercero, la crisis económica europea, desatada en 2011. Y el cuarto, el desplome de la bolsa de Shanghai a partir de fines de julio 2015. Y ahora, en los últimos 18 meses hubo una importante subestimación del precio futuro.
El objetivo de este artículo es revisitar estos eventos y analizar las predicciones realizadas sobre el precio del cobre, intentando desentrañas algunas de las causas de los aciertos y desaciertos.
Las empresas internacionales que hacen usualmente estimaciones de precios futuros de comodities (EPFC) son bancos y otras compañías y organismos tales como Bloomberg, Commodity Research Unit (CRU) y Wood Mackenzie.
Los modelos usados para predecir el precio de commodities se basan en estimaciones de la oferta y demanda futura, los denominados “fundamentos económicos”. Algunos de estos modelos consideran la memoria histórica de estas variables, y otros utilizan, además, información de costos futuros de proyectos mineros, así como de variables financieras.
Lo que estos modelos no hacen, obviamente, es predecir el momento de la caída o alza del precio debido a eventos que no dependen de la oferta, de la demanda, ni de los costos.
La información de oferta futura de cobre de mina la proveen varias empresas especializadas en minería. En cambio, la información de demanda futura se basa en el crecimiento del producto interno bruto y la producción industrial de cada país, información que publican mensualmente empresas como Consensus Forecast y otras, además de numerosas instituciones de los países.
El consenso es que los mayores errores se generarían en la información de demanda, ya que esta es impactada por hechos inesperados globales.
Las EPFC no predijeron el superciclo hasta bien entrado 2008. Por ejemplo, en enero 2006 las estimaciones de precios oscilaban entre 100 y 150 c/lb promedio para los siguientes cuatro años. Este fue en la realidad 295 c/lb. En diciembre 2006, ya con un precio promedio para ese año de 305 c/lb, las EPFC pronosticaban precios entre 150 y 265 c/lb para los siguientes cuatro años. Este llegó a 304 c/lb. Recién en agosto 2008, un mes antes de que se desplomaran los mercados, las proyecciones se habían nivelado por sobre los 300 c/lb para los siguientes cuatro años.
La razón principal de estas subestimaciones fue la sobreestimación de la oferta de cobre de mina en cerca de 9% en los cuatro años que precedieron a la crisis de 2008. Ello se debió a los anuncios por parte de mineras, ya desde 2004, de aumentos de la producción, típicos de los ciclos de alto precio, los que no se pudieron cumplir.
Las predicciones sobre demanda en los cuatro años que precedieron a la crisis de 2008 fueron acertadas, con un error de predicción de menos de 1,5%. Desde 2005 a 2007 el cobre en inventarios de bolsa se mantuvo en cerca de dos días de uso. Es decir, no había cobre en el mercado, y un pequeño error en la predicción de la demanda o de la oferta tenía un gran efecto en el precio.
Una de las consecuencias principales de dichas subestimaciones de precios fue que las mineras no se animaron a iniciar grandes proyectos de inversión antes de 2008, salvo contadas excepciones.
Un efecto importante en Chile fue que dichas subestimaciones indujeron a elaborar presupuestos fiscales más conservadores. Y por ello, la creación de los dos fondos soberanos del país logró acumular cerca del 15% del PIB a fines de 2007.
El evento que detonó la crisis financiera global de 2008 fue la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre 2008 (Figura 1). Un año y medio antes se sabía que esta podría ocurrir, pero nadie anticipó el momento ni la dimensión. El precio del cobre se desplomó desde 322 c/lb a 126 c/lb el 24 de diciembre, la caída histórica más rápida en registro. Ello fue motivado no por el nivel de inventarios, sino por los inversionistas que retiraron sus depósitos de commodities, refugiándose en instrumentos de renta fija principalmente en dólares, provocando la abrupta alza de esta moneda.
El mayor acierto de la EPFC en esta crisis fue que pronosticaron en diciembre 2008 una rápida recuperación del precio, cuestión que ocurrió.
La crisis económica europea de 2011, venía anunciándose desde 2008 y no hubo un solo detonante para ella (Figura 2). Esta se manifestó a partir del 11 de julio 2011. Las EPFC habían estimado desde comienzos de 2011 que el precio tendría una caída en 2012, pero se pronosticaba un crecimiento posterior, cuestión que no ocurrió.
Ya en 2010 los grandes fondos de inversión globales habían retornado a invertir en commodities, pero cuando se dieron cuenta de que la crisis europea no tenía vuelta comenzó nuevamente el retiro de dichos fondos hacia instrumentos de renta fija.
Ello explica la reducción del precio en 2011 y 2012. Pero en 2012 ya fue evidente que había otro efecto mucho más importante en la caída del precio, la reducción progresiva de la tasa de crecimiento económico de China. Esto era esperable. Ya en noviembre 2011 las EPFC habían incorporado este efecto y todas las estimaciones para los siguientes años eran a la baja.
Este diagnóstico se fue haciendo más negativo desde 2012 hasta principios de 2014. En junio de este último año las EPFC pronosticaban que el precio seguiría bajando hasta 2016, pero que a partir de 2017 habría una recuperación debido a la falta de nuevos proyectos de mina en desarrollo. Estaban en lo correcto.
El desplome de la bolsa de Shanghai se produjo partir de julio 2015, cuando esta perdió cerca del 80% del valor ganado en el año (Figura 3). Nadie en el mundo entendió, ni menos predijo, este fenómeno hasta fines de 2015, salvo los chinos. Se develó después que este país había crecido 1,5% menos de lo anunciado.
El pánico en las bolsas se produjo porque se pensaba que el gobierno chino no sabía qué hacer. Y era así. El precio del cobre se desplomó desde 290
c/lb el 18 de mayo a 196 c/lb el 15 de enero 2016, con un promedio anual de 220 c/lb.
La elección presidencial de EE.UU. y el alza de julio 2017
Lo ocurrido con la bolsa de Shanghai precipitó el pesimismo de las EPFC. A mediados de 2016 era evidente que el precio del cobre y de otros commodities estaban subvalorados en relación a los inventarios observados.
La elección presidencial del 8de noviembre 2016 produjo una euforia en muchos mercados fundamentalmente por la percepción de que se activarían los estímulos para los negocios y el crecimiento global. Por ello el precio del cobre subió casi 30 c/lb la mañana siguiente de la elección, situándose por sobre los 260 c/lb. Las EPFC se equivocaron en tildar este aumento como una especulación de corto plazo. No lo era. El precio se mantuvo.
Finalmente, desde el 19 de julio 2017 el precio del cobre comenzó un rally alcista que lo llevó a más de 300 c/lb. Ello ocurrió por dos motivos. Primero, por la toma de posiciones de los grandes fondos de inversión globales, los que entienden que el cobre es una buena inversión en los próximos cinco años, ya que el precio no puede ir sino hacia arriba a no mediar un evento, como una guerra nuclear o el retiro de EE.UU. del Nafta. Y, segundo, porque desde fines de 2016 hay indicadores inequívocos, como el aumento del precio de productores en todo el mundo, el que indicaba que se venía un crecimiento económico global mayor al pronosticado. Esto último no había sido internalizado hasta hace poco por las instituciones que proyectan el crecimiento económico de los países.
No existen modelos que puedan predecir exitosamente el momento en que evolucionarán las expectativas económicas del mundo ni menos que puedan anticipar el instante en que ocurran eventos como los de la crisis europea o de la bolsa de Shanghai. Por ello hay que valorar el trabajo de las EPFC de señalar las grandes tendencias a partir de fines de 2008, entendiendo que hay espacios en que las predicciones pueden mejorar.
Publicación de hoy: Selección del curso “Gestión del Negocio Minero” de los Diplomados de Ingeniería Industrial UC-la clase ejecutiva.