Las partes han recurrido a la Justicia, presentando querellas por estafa. Algunos dicen que podría retrasar las obras.

Nuevas dificultades enfrenta la colombiana ISA, a través de su filial Interchile, en la construcción de la línea de transmisión Cardones-Polpaico, infraestructura clave para el sistema eléctrico nacional y que requiere de una inversión que ronda los US$ 1.000 millones.

Si antes enfrentó oposición de algunos dueños de predios por donde pasaría el trazado, ahora está lidiando en tribunales con uno de sus subcontratistas.

Es así como OMYC presentó una querella por el delito de estafa en contra de quienes resulten responsables. La compañía había sido contratada por la española Isolux -la que quebró-, que a su vez fue la elegida por Interchile para ejecutar el tramo dos de la megalínea.

En la querella, esta compañía señala que “Interchile e Isolux procedieron a engañar a nuestra representada a través de diversas maquinaciones fraudulentas destinadas a falsear la realidad”. Agregan que, por esto, se vieron perjudicados con $ 7 mil millones.

Fuentes conocedoras de los trabajos en este tramo señalan que han existido protestas de subcontratados de OMYC que no han recibido pagos, haciendo peligrar los avances en la construcción de la línea.

Pero desde Interchile también recurrieron a la justicia y hace solo un par de semanas presentaron una querella por estafa, falsificación de instrumento privado mercantil y uso malicioso de instrumento privado mercantil falso.

“Nuestra representada está siendo víctima de una defraudación millonaria, no solo porque se desconoce el destino de miles de millones de pesos ya cancelados a OMYC por ejecución de obras, dineros que no fueron destinados a pagar trabajadores ni proveedores, sino que también, a través de la presentación por parte de OMYC de créditos supuestos, a través de la utilización de proveedores ficticios y de documentación falsa de respaldo”, se lee en el documento presentado por la filial de la colombiana.