FABIÁN RUOCCO*
En CEDyAT sabemos que en el sector energético, el debate de fondo pasa por la definición de las políticas tecnológicas, la comunicación pública y la participación ciudadana. Estos tres aspectos se dan en forma simultánea a la hora de diseñar y desarrollar cualquier tipo de proyecto. Por eso, resulta alentador ver los nuevos escenarios para invertir en energías renovables dado que impulsan la promoción de la industria nacional, el fomento al desarrollo local y la investigación como ejes fundamentales con una política a largo plazo.
La Argentina todavía tiene una fuerte dependencia a la energía térmica, que se ubica en el orden del 65%, por lo cual el desafío es muy grande de cara a la transformación que significa el ingreso de las fuentes renovables.
Desde que se creó la ley dedicada a las energías renovables se ha evolucionado y se han desarrollado las regulaciones para impulsarlas a un buen ritmo generando un atractivo para los inversores privados tanto nacionales como internacionales.
Se trata de energías que son respetuosas con el medioambiente y no contaminan, siendo la alternativa de energía más limpia hasta ahora. Esto hace que sean también las más seguras, porque no suponen ningún riesgo para la salud. Hay que pensar, que los gobiernos se ven obligados a avanzar en esta dirección debido a compromisos internacionales, como es el caso de Protocolo de Kyoto, el Acuerdo de París, entre otros.
Entre la múltiples ventajas podemos decir que son sencillas de desmantelar, desarrollan la industria y la economía en la región en la que se instala, haciéndola más autónoma. Generan puestos de trabajo, y se espera que aumenten todavía más de aquí a unos años, debido a su demanda e implantación. Estas energías vienen de fuentes que son inagotables y que permiten su aplicación en todo tipo de escenarios.
Además, tiene sentido invertir en renovables no solo por cuestiones medioambientales, sociales o por responsabilidad moral, sino también desde el punto de vista económico y financiero. Esto es porque las actuales tecnologías son más baratas, los precios no son tan altos como antes y es mucho más competitivo si la comparamos con los combustibles fósiles.
La energía solar junto a la eólica son dos de las energías renovables más importantes y conocidas, y que más protagonismo tienen en este momento del país, por su mayor visiblidad. Sin embargo, también están la geotérmica, la biomasa, la mareomotriz, la hidráulica, entre otras.
El Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía destinada a la Producción de Energía Eléctrica sancionado por la Ley N° 26.190 y modificado y ampliado por la Ley N° 27.191, establece como objetivo lograr un incremento en la participación de las fuentes de energía renovable en la matriz eléctrica hasta alcanzar el OCHO POR CIENTO (8%) del consumo anual nacional al 31 de diciembre del año 2017, aumentando dicha participación porcentual de forma progresiva hasta alcanzar el VEINTE POR CIENTO (20%) al 31 de diciembre del año 2025.
El Ministerio de Energía ha comunicado un estimado de 3000 millones de dólares que ingresarían a la Argentina en los próximos años, impulsando la creación de miles de puestos de trabajo directo e indirecto junto con el desarrollo de proveedores locales.
En este contexto, el gobierno promulgó el Decreto 814/2017 que expresa claramente que “Corresponde establecer la reducción al 0% de las alicuotas correspondientes al Derecho de Importación Extra zona (D.I.E.) de la M.C.N. de los bienes que no tengan producción local o que resultan necesarios para la integración con bienes de fabricación local” destinados al plan oficial de energías renovables.
La norma se aplicará durante 60 meses desde enero de 2018 para placas, láminas, turbinas y radiadores, entre otros ítems, y durará 12 meses en el caso particular de generadores fotovoltaicos sin incluir estructuras de soporte ni máquinas y aparatos mecánicos con función propia; mientras que la única excepción son los aerogeneradores de potencia superior a 700 kW, que tendrán un gravamen de 14% por 60 meses desde el año próximo.
El MINISTERIO DE ENERGÍA Y MINERÍA y el MINISTERIO DE PRODUCCIÓN actuarán en forma conjunta como Autoridad de Aplicación del presente decreto, quedando facultados para dictar las normas complementarias y aclaratorias que resulten necesarias a los efectos de la implementación de la presente medida.
También hay que pensar, que se trata de energías que están en pleno desarrollo, y que en el futuro veremos cómo van mejorando sus procesos, y siendo cada vez más eficientes. Teniendo en cuenta que los recursos fósiles se agotan, las energías renovables se ven como las energías que marcarán el futuro. El ex presidente estadounidense Barack Obama hizo el viernes pasado un apasionado llamado a abrazar las energías limpias y superar al cambio climático en la Cumbre de Economía Verde en la provincia de Córdoba. "Somos la primera generación en sentir el impacto del cambio climático, pero también somos la última generación que puede hacer algo al respecto" afirmó. Sus palabras aún resuenan en mi mente como un llamado a acelerar el trabajo que realizamos para avanzar en mejores prácticas y más inteligentes.
(*) Director Ejecutivo del CEDyAT. Disertante en la reciente Cumbre de Economía Verde 2017 junto a Barack Obama y premios Nobel de Economía Edmund Phelps y Eric Maskin. En el año 2014 el CEDyAT instaló paneles solares en la Legislatura porteña, siendo así el primer edificio legislativo del país provisto de una fuente de energía limpia y renovable.
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