El presidente ejecutivo de la estatal Nelson Pizarro, indicó que “en los próximos meses” ingresarán modificaciones a Nuevo Nivel Mina El Teniente y Chuquicamata Subterránea.
Unos US$20 mil millones deberá desembolsar la estatal Codelco entre 2017 y 2021 para concretar sus proyectos estructurales, de manera de no reducir a un nivel mínimo su producción en el mediano plazo.
Así lo indicó el presidente ejecutivo de la estatal Nelson Pizarro, ante la comisión de Energía y Minería de la Cámara Alta, en el marco de la presentación de sus estados financieros correspondientes al primer semestre del año.
Dicho presupuesto, se utilizará en parte para financiar tres de los seis proyectos estructurales que la estatal tiene en plena construcción: Traspaso Andina, Chuquicamata Subterránea y Nuevo Nivel Mina El Teniente, así como el estudio de las otras iniciativas que están en etapa de factibilidad o prefactibilidad como Rajo Inca de El Salvador, Desarrollo Andina y RT Sulfuros, cuya construcción se proyecta de cara a la próxima década.
Si bien el ejecutivo dio a conocer las grandes cifras, desde la estatal no han revelado cuál será la inversión final para dos de los tres proyectos en construcción: Nuevo Nivel Mina y Chuquicamata Subterránea. Esto, debido a que las iniciativas serán reformulados y los cambios serán ingresados al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en el corto plazo.
“Nosotros vamos a ingresar al sistema (de evaluación ambiental) para reformular, tanto el proyecto Nuevo Nivel Mina como el proyecto de Chuquicamata, para reflejar los cambios en los precios, lo que se busca es optimizar”, dijo Nelson Pizarro, quien posteriormente indicó que dichas tramitaciones se darían “en los próximos meses”.
Nuevo Nivel Mina se encuentra en plena ejecución y con un 42% de avance, pero producto de las condiciones geomecánicas detectadas en el macizo rocoso, su construcción desde inicios de 2016 fue ralentizado. Dicho proyecto, cuya entrada se mantiene para 2023, permitirá la producción de 137 mil toneladas de mineral por día.
En tanto, Chuquicamata es la iniciativa más ambiciosa que lleva la estatal, y sería única en su tipo. Este proyecto cuenta actualmente con un avance de 51% y se espera el inicio de operaciones el 2019. Se estima, que los cambios apuntarán a reducir la inversión, la que se estima en unos US$3.000 millones.
Junto con los detalles de estos proyectos, la estatal también presentó a los senadores los costos de caja de caja una de las divisiones. En el ranking, Chuquicamata se ubicó de manera sorpresiva como el área con el menor C1 con US$1,11 por libra, desplazando a la siempre rentable El Teniente.
En tanto, en la vereda opuesta, la división Salvador presentó un costo de caja de US$2,11 por libra, siendo la única de las divisiones que superó la barrera de los dos dólares.
Considerando todas las divisiones, la estatal logró un costo C1 de US$1,31 la libra, 15% por debajo del promedio de la industria nacional sin Codelco.
A paso firme avanza Codelco para encontrar un socio con el que explotar sus salares Maricunga y Pedernales.
Y es que según indicaron desde Codelco, ya tienen una lista corta con “cinco o seis” interesados, y se espera hacia fines de año anunciar quién llevará los estudios tendientes a la explotación del litio, y quedar con una posición preferente para ser socio estratégico de la estatal.
Según explicó el presidente de Codelco Óscar Landerretche, el proceso está diseñado para que quién resulte ganador desembolse sus propios recursos para analizar los salares y la viabilidad financiera del negocio, y en el caso de que este sea rentable, la empresa tendrá una “posición preferente” para ser el socio de Codelco.
No obstante, adicionalmente en el caso de Maricunga, se requiere que el socio haga una consolidación de pertenencia minera, ya que en dicho salar hay una serie de propietarios que hace compleja la explotación. Landerretche también indicó que están en negociaciones con Corfo, para “generar escala” en el proceso.
Las conversaciones apuntarían a que si la incursión de Codelco en el negocio del litio se concreta, un segundo paso sería la industrialización de dicho mercado en Chile.