Cataluña marca de nuevo la actualidad en los mercados europeos y, obviamente, en los españoles. Los inversores han agudizado el castigo hacia los activos españoles en las dos últimas jornadas, justo tras el referéndum, y la ausencia total de señales que rebajen la tensión entre Barcelona y Madrid aboca al Ibex a nuevos retrocesos.
El selectivo pierde más del 2% y pone en peligro la cota psicológica de los 10.000 puntos.Y es que los expertos creen que la crisis generada en Cataluña seguirá penalizando al mercado español y aumentando el gap que hay con el resto de plazas europeas, que hoy cotizan prácticamente en tablas. Mientras que el Dax alemán avanza un moderado 0,14%, el Ftse de Londres cotiza plano y el Cac de París cede un 0,21%.
"Entendemos que este tema, la crisis institucional creada por los secesionistas catalanes, va a seguir condicionando el comportamiento de este mercado, al menos hasta que se atisbe una solución a la crisis", explica Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Securities.
CINCO DÍAS
Las patronales CEOE y Cepyme rechazaron este lunes “enérgicamente” y de manera rotunda la posibilidad de que el Gobierno de Cataluña formule una declaración unilateral de independencia.
Del mismo modo, se negaron a secundar la huelga generalque calificaron como “ilegal” y que fue planteada el domingo por diversos sindicatos minoritarios en protesta por los disturbios acontecidos con motivo del 1-O.
En un comunicado, ambas organizaciones mostraron su máxima preocupación por los “graves acontecimientos” que están ocurriendo en Cataluña y abogaron por buscar una solución dentro del ordenamiento jurídico con respeto a la ley y a la Constitución.
En este sentido, el presidente de CEOE, Juan Rosell, reclamó desde Roma “reconducir la situación” entre el Gobierno central y Cataluña porque, advirtió, la economía cuando “no hay estabilidad y la legalidad no es al 100% siempre queda tocada”.
Al margen de su participación en el XV Foro de diálogo Italia-España, Rosell argumentó que “las leyes que hay en la actualidad son muy importantes y el proceso que se hizo no fue 100% legal, ni mucho menos, y por tanto a partir de aquí lo que hay que hacer es reconducir la situación”.
La actitud de la principal patronal del país, que fue secundada por la organización empresarial catalana Fomento del Trabajo, se vio reforzada además por la actitud que mostraron esta tarde los dos grandes sindicatos, UGT y CC OO. Ambas centrales advirtieron que “en ningún caso” iban a “avalar posiciones que den cobertura a la declaración unilateral de independencia”.
Lo cierto es que tras la primera convocatoria de la huelga general y los paros en protesta por los actos de 1-O, UGT Cataluña, en palabras incluso del secretario general del sindicato, Pepe Álvarez, había mostrado su disposición a apoyar la convocatoria de huelga. Sin embargo, a primera hora de la tarde las confederaciones sindicales de CC OO y UGT matizaron que las organizaciones catalanas “han hecho un llamamiento a participar en movilizaciones de denuncia de los excesos que se produjeron el 1 de octubre, pero no a la huelga convocadas por otros sindicatos”. De esta manera, ambos sindicatos pactaron una declaración en la que suscribieron: “CCOO y UGT no convocamos la huelga general del día 3 de octubre”.
Sea cual sea su inclinación política, lengua materna o el color de su equipo de fútbol, inversores de medio mundo desayunaron ayer de la misma manera. Leyendo en las portadas de los principales diarios mundiales la jornada de tensión, cargas policiales y de una votación al margen de todos los estándares nacionales e internacionales que apunta a la declaración unilateral de independencia de Cataluña. Después de haber respondido levemente al incremento de la tensión secesionista (o no haber reaccionado en absoluto) en las últimas semanas, la agitación llegó ayer a los mercados. Presionado por la banca catalana, el Ibex cayó un 1,21%.
Fue el mismo recorte con el que amaneció la Bolsa, horas después de que el Govern proclamase que unos dos millones de catalanes habían votado por independizarse de España. Pero quedaba un factor por entrar en juego y, a medida que Wall Street despertaba, el rojo recuperaba fuerza. El selectivo moderó sus caídas al cierre y retuvo los 10.200 puntos. Lo que no fue óbice para registrar su peor sesión desde el 11 de agosto, aunque ayer el apetito por la renta variable fue mayor. El volumen negociado se situó en los 3.600 millones, por encima de la media de 2.000 millones de septiembre.
A diferencia de sesiones anteriores en la que los bajos volúmenes de negociación evidenciaban que los inversores preferían mantenerse al margen de la Bolsa española a la espera de conocer el desenlace, el lunes el mercado español movió 3.600 millones de euros. Este dato contrasta con la media de septiembre de 2.015 millones.
Unos descensos que contrastan con la última vez que Cataluña realizó una votación similar. El 9 de noviembre de 2014 la Bolsa española subió un 0,64%. Pero entonces los mercados reaccionaron con tranquilidad ante una consulta que el propio Gobierno catalán había admitido que no se trataba de un referéndum como tal. El Ibex contrastó también con el comportamiento del resto de Bolsas europeas, que se decantaron por el verde. El FTSE británico se anotó un 0,79%; el Dax alemán, un 0,54%; el Cac francés un 0,27% y el Mib italiano un 0,37%.
Rebaja a Iberdrola y Red Eléctrica por la incertidumbre política y por el impacto de la crisis catalana en los inversores a largo plazo.
Los efectos de la creciente crisis en Cataluña en la Bolsa española no se limitan a la banca. Las cotizaciones del sector eléctrico también acusaron ayer los mayores recelos de los inversores.
La escalada registrada ayer en los intereses exigidos a la deuda pública española tras el 1-O en Cataluña penaliza a las eléctricas. Pero los analistas de JPMorgan citan más factores de presión para el sector.
La firma estadounidense rebaja hoy su recomendación sobre Iberdrola y de Red Eléctrica. En ambos casos retira su apuesta de 'sobreponderar' la inversión, y su consejo se limita ahora a mantener una posición 'neutral'.
En el caso de Red Eléctrica los analistas de JPMorgan recortan también su precio objetivo, desde los 20 hasta los 19,2 euros por acción. Esta nueva valoración rebaja el potencial alcista de la empresa española justo por debajo de los dobles dígitos, al 9% respecto al cierre de ayer. En lo que va de año sus acciones se han quedado rezagadas en el Ibex, con subidas de apenas un 2% desde el inicio de enero.
Los analistas de JPMorgan consideran que la incertidumbre política es demasiado elevada como para ser ignorada, a pesar del atractivo que presenta aún la valoración de Red Eléctrica. Las dudas sobre el escenario político a corto y medio plazo se suman, según la firma estadounidense, a un periodo prolongado, de entre 12 y 18 meses, de debate sobre la regulación del sector eléctrico.
Las últimas novedades sobre Cataluña restan además atractivo a uno de los valores del Ibex con un perfil más 'defensivo'. Los expertos de JPMorgan destacan en su informe que la inestabilidad creciente en Cataluña podría deteriorar el interés de los inversores a largo plazo por Red Eléctrica.
La rebaja de JPMorgan a Iberdrola, de 'sobreponderar' a 'neutral', incluye una enumeración de varios factores que juegan en contra de las perspectivas bursátiles de al compañía.
La crisis catalana podría afectar a la regulación del sector eléctrico en España. Además, la firma estadounidense resalta el debate regulatorio abierto en otro de sus principales mercados, Reino Unido, la debilidad del dólar y de la libra y la caída de la producción hidroeléctrica debido a la sequía en España
Estos factores llevan a los analistas de JPMorgan a considerar que la valoración de Iberdrola, a pesar de la calidad de su modelo de negocio, no presenta un potencial destacado como para sobreponderar la inversión en la eléctrica.
