Los acontecimientos que vienen teniendo lugar en relación al botaderogate, conflicto generado por el depósito de unas 40.000.000 ton de escombros y cientos de neumáticos usados en una propiedad de Pachón (Glencore), en territorio sanjuanino, por parte de la minera chilena Los Pelambres, continúan dando que hablar y abriendo nuevos interrogantes.
En la reunión del 20 de septiembre en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Senado de la Nación, funcionarios de la Cancillería argentina informaron a los senadores sobre el avance de las discusiones que ese ministerio mantiene con sus pares chilenos a propósito del litigio
El embajador argentino en Santiago, José Octavio Bordón, informó que en una reunión del 8 de agosto en la capital trasandina, el gobierno chileno había presentado un esbozo de propuesta de Pelambres, que tenía dos aspectos fundamentales: el compromiso a retirar los escombros y el plan de tareas de mitigación del daño ambiental. En otra reunión, funcionarios de la Cancillería chilena, el 11 de septiembre y en Buenos Aires presentaron un plan más detallado de cómo Pelambres planea encarar esos dos aspectos.
Parecía que todo estaba encaminado y según la Cancillería argentina, la propuesta sería revisada por las autoridades nacionales y sanjuaninas.
Tan bien avanzaban las cosas que la Fiscalía de Estado de San Juan informó que hacia octubre próximo Pelambres comenzaría las tareas de remoción
Sin perjuicio de que el gobierno sanjuanino ha objetado por demasiado extenso el plazo de 10 años que habría propuesto Pelambres para terminar con la remoción de la escombrera que fue depositada en cuatro años. Las conversaciones continuaban abiertas dada la aparente predisposición de la empresa chilena para concretar el retiro.
Pero cuando las cosas parecían encaminadas, Pelambres sorprenió con nuevas declaraciones sobre el tema. Medios periodísticos chilenos han publicado el martes 26 declaraciones de Ivan Arriagada, CEO de Antofagasta Minerals (accionista principal de Pelambres) que contradicen lo informado por la Cancillería argentina en el Congreso de la Nación y lo que sostuvo el gobierno de San Juan.
Según la prensa chilena, Arriagada dice que su empresa es partidaria de la ejecución de un simple plan de cierre de la escombrera. Lo que daría por tierra con las versiones que circulan en Argentina, según las cuales a fin de este año el material de la escombrera construída en 2007 - 2012 comenzaría a retirarse. “Como en cualquier escombrera o depósito de este tipo, es importante proceder a su cierre medioambiental, y eso es lo que hemos sostenido y lo que creemos que se debe hacer”, Arriagada dixit..
Estas declaraciones recuerdan, y concuerdan con, las que Francisco Veloso, presidente de Pelambres, en octubre de 2016: “Lo que creemos que corresponde es realizar el aislamiento de la instalación. Minera Los Pelambres, cuando inicia la autorización en este lugar, era terreno o territorio chileno y la demarcación se hace con posterioridad, de manera que no nos corresponde asumir las consecuencias de un acto entre autoridades entre chilenos y argentinos”.
Estos dichos molestaron en su momento al gobierno sanjuanino, que dejó sin efecto el acuerdo suscripto con Pelambres. Veloso fue citado por el Juzgado Federal de San Juan a declaración indagatoria y su situación procesal aún no ha sido resuelta.
Lo que agrega mayor condimento a los dichos del CEO de Antofagasta Minerals, insistiendo en que lo que corresponde es dejar la escombrera donde está y simplemente cerrarla, es el hecho que existe una resolución judicial del Juzgado Federalde San Juan, que ordenó a Pelambres el retiro de los escombros y la rehabilitación ambiental, decisión tomada tras la pericia oficial que confirmó que la escombrera es fuente de contaminación.
A todo esto, el embajador Milenko Skoknic, Director General de Política Exterior de la Cancillería chilena, aclaró que "el gobierno de Chile no ha entregado una propuesta, sí hemos estado en conversaciones con la Argentina porque nos une una relación fantástica y un espíritu de facilitación y colaboración".
Según el diplomático, en las tres reuniones entre autoridades de los dos países, el gobierno argentino "solicitó acercarse a la empresa aludida para lograr una solución drástica al tema, que sería la remoción de los escombros" y que “en cumplimiento de ese acuerdo, nos hemos acercado a la empresa que nos ha facilitado un plan que significa la remoción de los escombros y el transporte de los mismos a territorio chileno". Chile, por lo visto, insiste en que el tema es un conflicto entre privados.
A esta altura, corresponde al menos preguntarse qué está sucediendo, ya que:
+La Cancillería argentina informó en el Senado de la Nación que Chile presentó una plan de retiro de la escombrera que había sido propuesto por la empresa Pelambres;
+El Gobierno de San Juan afirmó que, en base a dicha propuesta, el retiro comenzaría en octubre próximo y que había objetado el plan de Pelambres por el extenso plazo propuesto para el retiro;
+La Cancillería chilena hizo saber que no presentó ningún plan a la Cancillería argentina, pero que Pelambres sí le presentó un plan a ese ministerio trasandino.
+ Pelambres parece descolocar a las dos Cancillerías al insistir en que la escombrera debería permanecer. ¿Por qué Pelambres, si efectivamente le presentó al gobierno chileno una propuesta de retiro de la escombrera, como lo sostienen ambas Cancillerías, no lo reconoce públicamente en vez de sostener que corresponde dejar la escombrera en suelo sanjuanino?
Mientras estas contradicciones ocurren, las distintas causas judiciales iniciadas por Pachón y el Estado sanjuanino contra la minera chilena parecen entrar en un laberinto. En una cadena de dilaciones procesales que puede terminar favoreciendo a Pelambres y a sus máximos responsables procesados por la Justicia argentina. Con un último efecto que inquieta: que la escombrera ilegal se termine quedando en San Juan para siempre.