El Gobierno brasileño ha revocado definitivamente las nueve licencias de Abengoa para construir y operar líneas de transmisión en el país, después de que las dificultades financieras de la ingeniería española le hayan impedido acometer los proyectos.
Esta decisión es ajena a las redes eléctricas que el grupo que preside Gonzalo Urquijo tiene en explotación en Brasil y que prevé vender al fondo de inversión estadounidense Texas Pacific Group (TPG) por un importe superior a los 100 millones de euros.
La decisión del Ministerio de Minas y Energía responde a las recomendaciones de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) y ahora reevaluará los procesos de licitación de estas líneas, que preveían conectar la central eléctrica de Belo Monte -proyecto de Iberdrola- con el Nordeste del país.
Las líneas eléctricas canceladas suman una longitud de 6.876 kilómetros. Solo una de ellas había iniciado las obras de construcción. La inversión estimada para estos proyectos ascendía a 7.000 millones de reales brasileños (cerca de 1.900 millones de euros). Si el Gobierno no hubiera decidido quitárselas, Abengoa las habría subastado.