Rosendo Rodríguez Labat
Lo hemos dicho en otras oportunidades y lo seguiremos diciendo porque estamos convencidos de que es un error no explotar los enormes recursos naturales que tiene la provincia y que en materia de minerales, es posible que su dimensión supere lo imaginado.
Nos cuesta creer que en virtud del indetenible adelanto de la ciencia y tecnología que impera en el mundo y que también ha llegado a nuestro país, no existan métodos y medios para eliminar, o al menor atenuar, los efectos nocivos que puedan afectar la vida humana de los habitantes de las regiones en las cuales deben ser extraídas para beneficio de la humanidad.
Sin duda alguna que existirán, porque de lo contrario, no la explotarían en otros países. El Chubut está pasando por una de las más graves situaciones económicas de su historia. No será con viñedos, ni con aceitunas y la elaboración de champagnes, ni whiskys que se logrará el progreso al que tenemos derecho. Todo ello, bienvenido sea, pero no debe excluir la explotación de otros recursos.
Quienes están en contra de la explotación de la minería, además de la contaminación, argumentan que las empresas encargadas de hacerlo se llevan lo extraído, y además de las excavaciones, son escasos los beneficios económicos que dejan; pero esto puede ocurrir si en el país subsisten gobiernos corruptos como los que hemos conocido.
Pero con gobiernos honestos, compenetrados de su responsabilidad de ser mandatarios y no mandantes del pueblo, existen los mecanismos necesarios para marcarles el rumbo a seguir. Y entre lo que no puede obviarse la elaboración local de lo extraído.
Hay demasiados desocupados en la provincia como para darse el lujo de estar sentados sobre tanta riqueza. Son momentos de adversidad los que estamos viviendo. Y la adversidad suele agudizar el ingenio.
Con la heladera llena no es difícil ser lírico. Pero el lirismo no existe en el hogar de los desocupados, donde la pobreza los margina y generalmente los convierte en resentidos sociales, cuando han nacido en una nación de tan amplia extensión y de tantos y valiosos recursos naturales que por perimidos conceptos no se explotan.
El ministro de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable, Ignacio Agulleiro, descalificó hoy la pretensión del ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, de desarrollar megaminería en Chubut y lo definió como un “descarado”, advirtiendo que la única intención del gobierno nacional es “el interés que vengan las grandes corporaciones vengan a hacer plata y después se van”.
Las declaraciones del ministro provincial fueron luedo de que ayer, tal como informó ADNSUR, el ministro de Energía de la Nación le recomendara a la provincia de Chubut habilitar la minería.
Agulleiro sostuvo que “las cosas hay que mirarlas con los antecedentes reales, en nuestra zona tenemos una mina de Uranio que la llevó adelante la Comisión Nacional de Energía Atómica y hoy todavía no fue remediado el daño ambiental que hicieron”.
“Tenemos todavía los riesgos de tener una mina abierta de uranio, en Sierra Grande tenemos la ex mina Gonzalito, una mina de plata que se desarrolló e hicieron grandes inversiones en el lugar y hoy sólo es desolación y contaminación. No se llevaron ni los envases de químicos que les sobraron”, detalló el funcionario provincial.
Agulleiro remarcó que “los daños que hizo esa minera todavía hoy lo padecen los jóvenes que presentan contaminación de plomo en la sangre, también en la fauna marina y voladora, que tienen el mismo tipo de contaminación”.
“Que nos vengan a decir que esta es la solución para todos los males de la región patagónica es descarado, muestra el desinterés completo y que el único interés que manifiesta el gobierno nacional es el de las grandes corporaciones, que van a venir y van a hacer plata como hizo plata la minera Gonzalito, que se fue y dejo ese pasivo ambiental para que lo resuelva el gobierno de la provincia”, insistió el ministro de Ambiente.
Por último, el titular de la cartera de Ambiente destacó que “este tipo de miradas políticas creo que no tienen lugar, en la cuestión ambiental las miradas no tienen que ser partidarias”.