Con precios que se encaminan hacia su mayor recuperación anual desde 2010, la negociación del oro en contratos de futuros creció este año y los inversores nuevamente están sumando el metal precioso a sus carteras.
Los tipos más listos cuando hay una fiebre del oro son los que venden las palas. Es un viejo adagio desde los tiempos de la prospección que continúa siendo válido en la era financiera actual.
Con precios que se encaminan hacia su mayor recuperación anual desde 2010, la negociación del oro en contratos de futuros creció este año y los inversores nuevamente están sumando el metal precioso a sus carteras. Esto ha llevado a los fondos de cobertura, las bolsas de bienes básicos y los administradores de activos a tratar de capitalizarlo vendiendo herramientas que facilitan y hacen más rentables las operaciones en el oro. Uno de ellos es Christopher Cruden, que tiene más de US$ 110 millones asignados al metal como responsable de Insch Capital Management.
Se está preparando para ofrecer a más inversores un fondo para el oro que emplea la estrategia de operaciones por computadora de su firma -puede apostar a un alza o baja de precios. “Estamos recibiendo tantos pedidos que no tuvimos alternativa”, dijo Cruden en una entrevista desde Londres. “Estamos centrados en inversores institucionales, nunca nos promocionamos para inversores privados, pero descubren nuestros detalles y nos piden que invirtamos su dinero”.
Esta demanda constituye un cambio respecto de un año atrás. Los precios se desplomaron en los seis últimos meses de 2016 cuando la perspectiva de que Donald Trump fuera presidente estadounidense hacía pensar que impulsaría un mayor crecimiento económico, lo cual erosiona el atractivo de activos alternativos como los metales preciosos. Después de ser electo el 8 de noviembre, las tenencias en oro en los fondos cotizados en bolsa se desplomaron durante 35 días, la caída más prolongada en 12 años.
Pero los inversores comenzaron a comprar nuevamente el metal precioso cuando Trump no logró aprobar sus políticas, la Reserva Federal pareció rechazar la idea de tasas de interés más altas y Corea del Norte puso en evidencia una mayor capacidad para detonar bombas nucleares y misiles de largo alcance.
Ray Dalio, que lidera el fondo de cobertura más grande del mundo en Bridgewater Associates, dijo en agosto que los inversores deberían comprar oro para cubrirse contra los riesgos políticos y económicos. ‘Hay un interés extraordinariamente grande en este momento”, dijo Cruden. “El oro está deslumbrando a los inversores y han perdido la capacidad para razonar”. Su algoritmo, que se benefició con una duplicación del dinero institucional en los últimos seis meses, pretende alejar esas emociones de la decisión de comprar o vender el metal.
Las tenencias en fondos cotizados en bolsa seguidas por Bloomberg crecieron 9 por ciento a 2,139 toneladas métricas este año, con 114 días de compras netas y 69 días de venta nea. Aumentaron más de 178 toneladas métricas durante ese período. Will Rhind, ex máximo responsable de World Gold Trust Services, se cuenta entre los que crearon fondos que cotizan en bolsa respaldados por oro.
Las bolsas de materias primas también se están sumando. Hong Kong Exchanges & Clearing y su unidad Bolsa de Metales de Londres comenzaron a ofrecer contratos en el metal precioso en julio que atrajeron una negociación activa. La Bolsa de Oro y Productos Básicos de Dubai estableció un enlace con Londres para impulsar las operaciones de arbitraje, según un comunicado este martes.