El acuerdo establecerá un marco normativo que permitirá los “swaps” energéticos con Argentina. Según detallan desde el Gobierno, sólo faltaría resolver temas aduaneros.
Solo un punto falta para que Chile finalmente tenga normadas las bases de los intercambios energéticos con Argentina, conocidos también como swaps.
Y es que según comentan desde el ministerio de Energía, el marco normativo que fijará los puntos para el intercambio de gas y electricidad entre ambos países, está en recta final. Sólo faltaría lograr acuerdo en un punto para dar paso a la firma del convenio, tema que estarían relacionado con aduanas. Particularmente, en cómo se calificarían estos intercambios.
“Es un marco legal que permitirá hacer un intercambio energético ya sea de gas o electricidad por dos lugares distintos de la frontera, y permitirá hacer comercio compensadamente”, comenta el ministro de la cartera chilena, Andrés Rebolledo.
Si bien se desconoce cuándo finalmente habría luz verde -tema que dependerá del trabajo entre ambas partes-, ha trascendido que ya hay empresas que están negociando su suministro, las cuales están a la espera de la aprobación del swap para concretarlos.
“En Chile ha habido interés de varios sectores de poder importar gas nuevamente, el sector energético e industrial en el sur, e incluso las distribuidoras de gas, por lo que creo que hay una común unión de intereses entre la demandas potenciales de Chile, la infraestructura que ya existe, y el excedente que tendrá Argentina en un tiempo más a propósito de los cambios regulatorios tarifarios y las inversiones que están teniendo sobre todo en los yacimientos de Vaca Muerta en la Región de Neuquén”, detalla Rebolledo.
Según explica el ministro, la iniciativa permitirá elevar la seguridad energética entre ambos países, permitiendo el abastecimiento en épocas de escasez, al tiempo que el pacto especifica que no se interferirá con la seguridad energética interna o la operación de los sistemas eléctrico. Otro punto que se excluye, es la entrega de volúmenes específicos de intercambio de gas entre Chile y Argentina.
Respecto del documento propiamente tal, el ministro de Energía adelanta que están próximos a terminarlo. “Hay un tema aduanero que esperamos resolverlo pronto”, por lo que se espera que dentro de las próximas semana se firme el texto.
Si bien la iniciativa de un nuevo intercambio vino por parte de Chile, la estandarización del swap se ha vuelto más relevante para el país vecino, en momentos en que esperan tener excedentes de cara al 2019. Esto, como consecuencia del nuevo impulso de la inversión.
Es más, el propio titular de energía argentina, Juan José Aranguren, estima que hacia el verano 2018-2019 podrían estar en condiciones de exportar gas a Chile.
“Estamos planificando los próximos cuatro años y creemos que para el 2021-2022, en lugar de 105 podemos llegar a producir 140 millones de metros cúbicos diarios, para lo cual tenemos que desarrollar demanda. En el verano, cuando no consumimos, no podemos cerrar un pozo de no convencional, tenemos que empezar a generar demanda y, particularmente, recuperar mercados”, dijo Aranguren a El Cronista tras participar en el encuentro ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas que tuvo lugar a principios de mes.
Al respecto, Rebolledo detalla que hacia fines de año Argentina podrá contabilizar con precisión la oferta de gas disponible. Probablemente en un año y medio más -en el periodo de verano- el país podría volver a exportar gas a Chile, agrega el titular de la cartera.
Los intercambios energéticos entre Chile y Argentina tienen larga data. Comenzaron a mediados de la década de los ‘90, cuando el país trasandino inició el abastecimiento de parte de los requerimientos energéticos del país. Todo marchaba acorde al plan, hasta que en 2004 comenzaron los primeros cortes. La situación se profundizó en los años siguientes, hasta que en 2006 finalmente Chile no recibió más abastecimiento de parte de Argentina.
La relación en esta materia se reactivó en 2016, cuando producto de los requerimientos energéticos del país vecino esta vez fue Chile el que exportó gas a través del gasoducto GasAndes, que cruza la cordillera a través de una tubería de 450 kilómetros. Dichos envíos también se replicaron este año por un volumen total de 3 millones de metros cúbicos diarios, extendible en 1 millón de metros cúbicos diarios.