EDU GAJARDO
A nivel nacional el Gobierno pide inversiones al sector minero y en Mendoza se rechazan. Se gestiona una reunión entre el directorio de la empresa y el Ejecutivo provincial.
Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno nacional para impulsar el desarrollo económico en el país fue el fin de las retenciones a la minería. La idea era atraer inversiones, algo que realmente no ha ocurrido. Sin embargo, y en algo que resulta contradictorio, en Mendoza la inversión está pero falta la decisión política para que se concrete.
En una reunión sostenida en Casa Rosada entre representantes de la Nación y la industria minera, un miembro de la mesa chica de Macri reclamó fuertemente a las empresas la falta de inversión a pesar de la quita de las retenciones. Sin embargo, en ese contexto desde Mendoza las cámaras del sector reclamaron que acá los inversionistas están interesados y es el Gobierno provincial el que frena el desarrollo. Se referían específicamente al proyecto San Jorge (yacimiento de cobre en Uspallata), el cual mantiene a la espera una inversión de por lo menos 200 millones de dólares para desarrollar el proyecto biprovincial. En este se sacaría el material en Mendoza y lo tratarían en San Juan a través de un proceso de lixiviación.
Esta semana el secretario de Ambiente, Humberto Mingorance, dijo en declaraciones en el sur provincial que el proyecto debía volver a empezar de cero, una situación que llamó la atención en el sector. El CEO se San Jorge, Taras Nechiporenko, dijo a MDZ que no tienen ninguna notifiación oficial de lo que dijo el secretario y que esperarán para saber a qué se refiere con "empezar de cero".
Nechiporenko lamentó que los funcionarios hablen públicamente del tema sin que la empresa tenga una notificación oficial y que se hagan declaraciones sobre el tema en medio de un período electoral.
El CEO señaló que para ellos es fundamental que la discusión se mantenga en el ámbito técnico.
Es que no es la primera vez que llaman la atención las declaraciones del funcionario, quien incluso había dicho en su momento que se frenaba el Pacto Federal Minero, algo que no sólo no ocurrió, sino que tuvo a Mendoza como uno de sus firmantes en apoyo a la política que promueve el presidente Macri.
Sin embargo, no deja de llamar la atención el tema, ya que mientras un funcionario apunta a sepultar uno de los pocos proyectos -o quizás el único- que puede ponerse en funcionamiento en el corto plazo (si se toma la decisión política), la primera línea del Ejecutivo nacional le reclama al sector que se activen las inversiones.
Otro punto llamativo, es que Mingorance habla de cuestiones legales y técnicas, mientras para otro proceso como el fracking (tan válido como el minero), se utilizaron algunas alternativas legales para avanzar sin hacer ruido y evitar el cuestionamiento público.
De ahí que el sector insista en que el freno a la minería es sólo político, porque desde las cámaras y las empresas señalan que está muy claro que la Ley 7.722 está vigente y no se toca, pero aún así se "ponen palos en la rueda" para avanzar con iniciativas que no chocan con ninguna legislación vigente.
Ante esta situación, y a casi cuatro años de comprar el proyecto (se cumplen en diciembre), los inversores rusos de San Jorge (Solway y Aterra Capital) esperan reunirse pronto con el Ejecutivo.
Según confirmaron fuentes del sector minero, se hacen la gestiones para que el directorio ruso de San Jorge se reúna con representantes de la Secretaría de Minería, del Ministerio de Economía, Hacienda y otros organismos involucrados.
El tema de conversación en ese encuentro sería la posibilidad de buscar la unificación o un mix de los proyectos de la empresa. Esto sería obtener cobre por lixiviación en San Juan y a la vez concentrado de cobre por flotación en Mendoza. La idea habría surgido de un sector del Ejecutivo y significaría sumar U$S 400 millones más a la inversión de U$S 200 millones que ya está considerada en el proyecto biprovincial.
Ese encuentro sería clave para el futuro del proyecto y de no acercar alguna posición en los próximos meses no habría que descartar que la inversión que está considerada para Mendoza vaya a un proyecto fuera del país.
De concretarse la reunión y la idea, también quedaría claro que en ese caso sí sería necesaria, por ejemplo, una nueva audiencia pública y otros estudios complementarios a los que ya existen en los expedientes. Ahora queda esperar para ver sí avanza ese interés o la minería sigue estancada en la provincia.
Mientras eso sucede, se espera que en los próximos días esté por primera vez en Mendoza el secretario de Minería de la Nación, Daniel Meilán, quien participará de un foro de industriales el 25 y 26 de septiembre. La idea es que el encuentro apunte al desarrollo de la actividad minera y que el funcionario traiga definiciones para aclarar panoramas y definir qué es lo que quiere hacer la provincia con la actividad.
OSCAR TAPIA
“El mayor potencial para la matriz productiva de Mendoza viene de la mano de la minería” dijo Emilio Guiñazú, subsecretario de Energía del ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, quien señaló que “es incuestionable” que la minería es para la provincia la salida económica más importante.
El funcionario aseguró que “la provincia aspirar a ser la base del desarrollo energético nacional” y que a fines de este año se habrá logrado ampliar en un 30 por ciento el parque generador de Mendoza.
Guiñazú rebatió los argumentos sobre el malgasto del agua en la minería y que la contaminación puede manejarse. Destacó que “la minería es la actividad económica que puede, en forma aislada, generar un impacto positivo en la economía de Mendoza”.
El subsecretario consideró que desde el punto de vista económico, ambiental y técnico, la minería es una actividad “cuyos beneficios son varios órdenes de magnitud superiores a los impactos ambientales que produce”.
Ante la crisis dijo: “La cosa es muy sencilla. O nos falta economía o nos sobran mendocinos. O aumentamos el tamaño de la economía, creamos más puestos de trabajo, creamos más vectores de crecimiento o tenemos un problema. En Mendoza, todos los años nos quedamos con 7.000 chicos que no tienen trabajo. Y eso se va acumulando año tras año. Si no le damos salida a eso dónde vamos a terminar”.
Por otra parte, Guiñazú relativizó que el uso industrial del agua en la actividad minera pueda provocar inconvenientes en otra área de la economía, la agraria. Y que se puede aprovechar el agua para la extracción de minerales sin que se resientan otras actividades.
“Es absolutamente despreciable el consumo de agua de la minería frente a cualquier otra actividad económica de la provincia. Consume miles de veces menos agua que la actividad agrícola. No hay ningún escenario donde el agua que consume la minería, aún estando en crisis hídrica, pueda llegar a presionar sobre los recursos hídricos necesarios para la agricultura”.
Explicó que “podemos desarrollar toda la minería que queramos, todo el petróleo que queramos sin que los recursos hídricos se den cuenta. Vamos al denostado caso de San Juan: todas las minas de San Juan funcionando a pleno consumen 500 litros de agua por segundo. En los caudales del río Jáchal, que es mínimo con 10 metros cúbicos por segundo, no se puede medir la diferencia entre tener todas las minas de San Juan operando o tener todas las minas de San Juan paradas”.
“El río no se da cuenta porque son 500 litros por segundo en un caudal de 10 metros cúbicos por segundo que significan 10.000 litros por segundo. Estamos hablando del 0,50% y los sensores no pueden medir esa sensibilidad de agua en el río”, graficó.
No hay proyectos para la minería, reconoció Guiñazú, “porque por 10 años espantamos a los inversores. Existen 5 veces más prospectos en Mendoza que en San Juan. Por ejemplo, debemos suponer la continuidad de la mina chilena El Teniente en territorio mendocino, en el mismo pedazo de cordillera que compartimos. Ellos exportan 10 mil millones de dólares por año en cobre. ¿Cuánto exporta todo el complejo sojero argentino? 5.000 millones de dólares”.
“Hemos perdido más de 5.000 millones de dólares en los inicios de los 90 por inversiones perdidas que podrían estar invertidos en proyectos y generando puestos de trabajo. Es incalculable lo que ha perdido Mendoza”, afirmó el subsecretario.
En el campo de las posibilidades destacó que “se puede hacer minería responsable, bien hecha, usando una cantidad mínima de recursos hídricos que genera miles de puestos de trabajo. Para generar un salario mínimo necesito más de mil veces de agua a través de la agricultura que a través del petróleo y la minería”.
Aseveró que “tenemos un gravísimo problema de empleo, de calidad de empleo, muchas actividades económicas tradicionales están en un proceso de transformación que decididamente va hacia niveles de productividad mayores y van a expulsar mano de obra. Que vamos a hacer con esa gente…”
“Estamos repartiendo una torta chica, tenemos que ampliarla. Qué puede llegar a ampliar la torta en Mendoza: la minería”, definió.
Guiñazú reconoció que están trabajando en todos los frentes de la Energía y consideró que “con las ventajas competitivas de la provincia podemos aspirar a ser la base del desarrollo energético nacional”.
Además recalcó que “trabajamos en todos los frentes de la Energía, en los petróleos convencionales, en los no convencionales, en la energía hidroeléctrica de gran porte, en las pequeñas centrales hidroeléctricas que en 50 años no se trabajaron en Mendoza. Hoy tenemos cuatro en construcción, tres sobre el Cacique Guaymallén y una cuarta sobre el canal San Martín. Tenemos un parque eólico adjudicado de 50 megas y también tenemos pre adjudicados 100 megavatios de energía solar”.
El funcionario aseveró que en el término de dos años la Provincia sumará casi 500 megavatios de potencia, lo que implica ampliar 30 por ciento el parque generador de la provincia de Mendoza