Si hace 18 meses la inversión en este sector era bullante, ésta se ha desplomado por una baja en la demanda y la sobreoferta. En la industria anticipan que tras 2023vendrá un período de “sequía” en términos de inversión para toda la generación eléctrica.
Ya es oficial: la inversión en energía está perdiendo el impulso que la ha caracterizado durante los últimos tres años, período en el que incluso desplazó por meses al sector minero como el primer receptor de flujos de dinero desde el extranjero.
Uno de los segmentos en que dicho fenómeno se ha notado con mayor fuerza es precisamente en aquellas energías intermitentes, como las basadas en tecnología eólica y solar, y que forman parte de las llamadas Energías Renovables No Convencionales (ERNC).
Según una recopilación de cifras provenientes de la Comisión Nacional de Energía (CNE), si se toma en cuenta la capacidad de los proyectos en construcción, estos se han desplomado. Si en 2015 se llegó a un peak cercano a los 5.500 MW en proyectos tanto renovables como tradicionales en desarrollo, esta cifra ahora alcanza cerca de la mitad de ello: 2.370 MW.
La tecnología que más ha descendido en cuanto a MW en ejecución es la ERNC. Hace un año este sector lideraba en construcción de iniciativas tanto en el Sistema Interconectado Central (SIC), como en el Norte Grande (SING) con 37% y 44% de los proyectos totales (2.500 MW). Sin embargo, hoy el consolidado de desarrollos eólicos y solares se ha reducido a unos 700 MW, el nivel más bajo en tres años, con una presencia del 20% sobre el total de proyectos en construcción.
Adicionalmente, y según constata el reporte mensual correspondiente a agosto de la CNE, el sector renovable ya no lidera la construcción por tecnologías. Ahora, las centrales hidráulicas de pasada tienen el trono, con 40% del total de MW en construcción.
A la fecha hay unas seis centrales hidroeléctricas de pasada sobre las 120 MW en obra, entre las que destaca las dos centrales del proyecto Alto Maipo de AES Gener y Los Cóndores de Enel Generación.
¿Cómo se explica la baja del boom de las renovables? Parte de ello, respondería a la baja en la inversión eléctrica general, ante el estancamiento de la demanda y la sobreoferta.
Así explica Hugh Rudnick, director de Systep y académico UC. “Los dos sistemas eléctricos, que se interconectan el próximo año, están con una capacidad instalada más que suficiente -incluyendo los proyectos que están asignados bajo las licitaciones de las distribuidoras, es decir, los que están en construcción o están por construirse- y entregan una suficiente capacidad como para que no se requiera inversión por varios años”, explica.
A esto se suma que hay una importante reducción del crecimiento de la demanda, agrega Rudnick, en parte por menos proyectos industriales y mineros.
En este contexto, desde Systep proyectan que, una vez que se construya todo lo que está en carpeta, a Chile le deparan más de cinco años sin que se concreten nuevos proyectos. Esto, considerando que desde el coordinador ya anticipan que las licitaciones -entre otros- impulsarán proyectos por 5.600 MW, de los que en su mayor parte corresponderán a energía eólica con 2.700 MW.
“Más allá del 2023 debería detenerse la inversión en generación y debería haber un período largo, hacia el 2027-2029 en que no debería haber nuevas centrales generadoras; salvo que haya un repunte muy importante en la demanda lo que no creo que sea el caso. En la práctica vamos a tener una sequía de proyectos importantes entre el 2024 y el 2028-2029, ya que no habría requerimiento de nuevas inversiones”, dijo Rudnick.