Úrsula Ruiz, gerente de proyectos de la consultora Invertir, explicó qué es y cómo funciona este mecanismo para impulsar la inversión.
Desde hace casi 10 años existe un mecanismo que ayuda a impulsar la construcción. Las obras por impuestos (OxI) han llegado a un récord de monto de inversión de S/ 734 millones el año pasado y se estima que, al finalizar este año, se llegue a más de S/ 1,493 millones distribuidos en 114 proyectos según ProInversión.
¿Qué es y cómo funciona este mecanismo? Para Úrsula Ruiz, gerente de proyectos de la consultora Invertir, las obras por impuestos no solo hacen más difícil que se genere corrupción en grandes proyectos sino que también reducen los procesos para iniciar y ejecutar una obra de años a tan solo meses. “El mecanismo se dio para darle un impulso al sector de la construcción y para mejorar la eficiencia en la gestión de proyectos de inversión pública.
El proceso para obtener una obra era bastante largo, cerca de 5 años. A raíz de las OxI los tiempos pueden reducirse a meses”, señala la especialista. “Funcionan a través de una alianza entre el sector privado y las empresas. Firman un convenio y participan en un concurso convocado por una entidad del Estado. Se gana y se firma otro convenio para luego empezar con la fase de inversión. Esto implica un expediente técnico para el proyecto y la obra o sólo la obra física”, añade.
Los OxI se pueden dar en diversos sectores como educación, salud, agua y saneamiento, deportes, habilitación urbana, incluso justicia y defensa. Las regiones que más se han visto beneficiadas son Piura, Arequipa, Áncash, La Libertad, entre otros. Sin embargo, pese a que se estima un monto importante de inversión para este año, hay dificultades en la ejecución de las obras. ¿A qué se debe esto?
“Una razón principal es la desconfianza. El sector privado tenía temor de relacionarse con un gobernador o alcalde que no conociera el mecanismo”, sostiene Ruiz. Cuando la empresa ejecuta los OxI es recompensada con un certificado en la medida que la obra vaya avanzando y cuando esta culmine. Este sirve para que la empresa descuente el pago del impuesto a la renta. Por otro lado, la experta señala que otro factor es el desconocimiento de parte de las autoridades. “Si no lo conocen, no saben cómo relacionarse y, legalmente, hay que hacer una labor amplia acompañados de ProInversión como aliado”, afirma.
Asimismo, las OxI combaten la corrupción. Ocurre que los convenios se dan entre las empresas privadas; por tanto, se imposibilita el pago de diezmos o porcentajes que sirven para coimear a las autoridades. Además, aunque siempre existen los riesgos, en teoría los privados buscan realizar las obras con altos índices de calidad para generar reputación y mejorar su imagen en las zonas de impacto donde operan.
Cabe recordar que la ley permite que una misma empresa pueda construir y financiar la obra. No existen límites para el financiamiento de una obra ni tampoco para el número de empresas que integren un consorcio. Por último, uno de los más grandes riesgos son los cambios de autoridades en los gobiernos regionales y locales.
¿Cómo se puede reducir la efectividad de las OxI ante estos cambios? “No es para el caso de los ministerios pero los cambios de autoridad son un factor de riesgo. Se avecina un cambio de autoridades el próximo año y se pensaría que habrá una caída. La posibilidad de aminorar el impacto es hacer las obras desde ahora y con plazos cortos o acordar con las autoridades mecanismos para que las obras continúen”, finaliza Ruiz.