El precio de la onza de oro cotiza este lunes en máximos de hace casi un año, al revalorizarse en torno a un 1,5% en la jornada y hasta un 3,6% en los últimos siete días, impulsado principalmente por las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos
El oro se convierte en el refugio favorito de los inversores cuando la tensión invade los mercados. La fortaleza y estabilidad de este metal precioso se convierte en un oasis financiero cuando la confianza en la economía se deteriora.
En concreto, el oro ha llegado a alcanzar un máximo intradía de 1.344,59 dólares por onza, un nivel que no alcanzaba desde el 26 de septiembre de 2016. El metal precioso se revaloriza ya más del 16% en lo que va de año.
El director y estratega macroeconómico de ETF Securities, Martin Arnold, ha explicado que con estas ganancias, el oro ha recuperado ya todas las pérdidas que acumulaba desde que Donald Trump se convirtiera presidente de EEUU.
"Ahora, la incertidumbre constante respecto al reciente lanzamiento de la mayor prueba armamentística realizada hasta la fecha por el régimen de Pyongyang, sus futuras intenciones, así como la respuesta que pueda dar EEUU, mantendrá respaldado al oro en el corto plazo y hasta que estas tensiones se alivien", ha indicado Arnold.
Las tensiones geopolíticas impulsan la aversión al riesgo y el oro es el activo refugio por excelencia, de ahí que sea el gran beneficiado. Otros activos que usan los inversores como parapeto son el franco suizo y el yen japonés, que también suben con fuerza en la jornada presente frente al dólar.
Alrededor de las tres cuartas partes de estos 45 mil millones de comercio en oro tienen lugar en miles de pequeñas joyerías familiares repartidas por todo el país, que tendrán que adecuarse a las nuevas medidas adoptadas por el gobierno.
Las reformas financieras impulsadas desde el gobierno, sumada a una nueva generación de propietarios, mucho más familiarizados con internet y otras tecnologías pueden cambiar el escenario actual de venta de oro en la India e inaugurar una oleada de adquisiciones y fusiones lideradas por las grandes cadenas estatales y nacionales.
Entre las medidas adoptadas por el gobierno de Narendra Modi el pasado mes de noviembre, destacan la prohibición de los billetes de mayor denominación -para traer dinero no contabilizado de nuevo al sistema-, el reforzamiento de los datos personales para realizar compras, la limitación de dinero en efectivo en las transacciones, así como una nueva política fiscal. En este sentido, se han reestructurado los impuestos asociados al comercio del oro en un intento combatir el fraude y que ha favorecido a los grandes grupos que son más fáciles de auditar y suelen operar conforme a las leyes.
Así que los más afectados por esta nueva realidad son las pequeñas joyerías familiares, que llevan comerciando de la misma forma informal generación tras generación. “Todavía operamos como lo hizo mi padre durante 50 años”, explica Ghugre, dueño de una de estas joyerías en Bombai. “Para los pequeños joyeros y el sector no organizado, la mayoría de nuestras ventas se producen a través de contactos y relaciones personales” y en muchas ocasiones las compras se realizan en efectivo y no siempre se registran, quedando fuera del circuito impositivo.
Por eso el gobierno pretende lanzar una nueva política en este sector que además refuerce la confianza entre los consumidores, fijando estándares de calidad y funcionamiento uniformes. Con estas medidas todas las operaciones realizadas serán más fácilmente rastreables y la evasión de impuestos mucho más difícil.
A las grandes cadenas de distribución, que representan alrededor del 30% del mercado, se les abre una nueva oportunidad y se estima que podrían ampliar su cuota de mercado en 10 puntos en apenas 4 años. La unidad local de Moody’s Investors Service, augura una reestructuración del sector donde “los jugadores más organizados puedan adquirir entidades más pequeñas o entrar en acuerdos de franquicia” y, a medio plazo, los ingresos podrían crecer entre el 5 y el 6%, casi el doble de la tasa total de la industria. Así, por ejemplo, la conocidad compañía nacional Titan está buscando incorporar entre 25 y 30 tiendas cada año a través de franquicias, especialmente en las ciudades más pequeñas en el norte, oeste y este de la India.
Lo que parece evidente es que el escenario va a cambiar y solo los que sepan adaptarse a la nueva realidad impulsada por el gobierno podrán mantener el negocio y subsistir en este enorme mercado. India es el segundo país que más oro consume al año. Volviendo a Ghrgre, hace cuatro años, instaló sus primeros computadoras en la tienda, para informatizar las gestiones y abrir el negocio a internet. De hecho, tiene también una página en Facebook y, aunque es consciente de que su principal esperanza es ganar a la próxima generación de su clientela envejecida, “le he dicho a mi hijo que haga un curso de marketing digital”.