El dato del PMI del sector de manufacturero de China, que se aceleró en agosto, fue uno de los factores que marcaron la tendencia positiva entre los metales industriales como el níquel, zinc y cobre que cerraron agosto con ganancias superiores al 10%.
Los metales industriales registraron su mejor mes en más de tres años, luego que la aceleración en el crecimiento del sector manufacturero de China mejorara las perspectivas para la demanda del mayor consumidor de metales del mundo, además del níquel y el zinc.
El precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cerró en alza de 0.3 por ciento a seis mil 788 dólares la tonelada tras llegar más temprano en la jornada a seis mil 872 dólares la tonelada, su precio más alto desde septiembre de 2014.
El cobre registró este jueves su nivel más alto en casi tres años, para cerrar agosto con un alza de 6.6 por ciento, ligando su tercer mes seguido de ganancias, mientras que el aluminio, el níquel y el zinc anotaron sus mayores incrementos mensuales desde septiembre de 2012.
El precio del níquel que subió 1.8 por ciento a 11.800 dólares la tonelada y el zinc ganó 1.6 por ciento a 3.146 dólares. Ambos metales anotaron su mayor alza mensual en casi cinco años, con el níquel saltando 15.4 por ciento y el zinc 12.9 por ciento.
El crecimiento del sector manufacturero de China, que se aceleró inesperadamente en agosto, junto con la fortaleza del dólar fueron algunos de los factores que marcaron la tendencia de los metales industriales.
El PMI del sector de manufacturas de China subió a 51.7 en agosto desde 51.4 de julio y frente al pronóstico de analistas consultados por Reuters de 51.3.
El dato chino fue "otra noticia positiva (...) para los metales básicos", declaró Warren Patterson, analista de ING. No obstante, Patterson agregó que los precios se están alejando de los fundamentos y podrían tener fuertes descensos si los próximos reportes de China son decepcionantes.
Datos publicados el miércoles mostraron fortaleza en el crecimiento económico de Estados Unidos y en el empleo en el sector privado, aunque el gasto del consumidor fue decepcionante y la inflación se desaceleró, lo que sugiere que un alza de tasas de interés podría ser retrasada.
No obstante, la preocupación por el suministro que impulsó los precios este año ha caído. La extracción en Chile, el mayor productor de cobre del mundo, subió en julio, mientras que Indonesia accedió a permitir que Freeport-McMoRan siga operando su yacimiento Grasberg.
El dólar se fortaleció levemente en agosto, con lo que puso fin a una racha de debilidad que ayudó a impulsar los precios de los metales, al abaratarlos para los tenedores de otras divisas.
En un informe para sus clientes, dice que más que estrechez de oferta, la fuerte alza en el precio del cobre se debe a que el metal se ha transformado de manera creciente en un activo financiero. Y agrega que el rally reciente del cobre tiene un gran responsable: “La debilidad del dólar proveniente de la ausencia inflacionaria en EE.UU. y las promesas no cumplidas en el ámbito tributario/gasto público de Trump”.
El departamento de estudios del BBVA Chile se puso abiertamente del lado de los que estiman que el rally del cobre no está basado en fundamentos.
En un informe que se envió a sus clientes, dice que la estrechez de oferta no existe. Agrega que las estimaciones que afirman esa tesis son débiles y que “su capacidad para explicar y menos para predecir precios es muy escasa”.
El informe sostiene que, más que estrechez de oferta, la fuerte alza en el precio del cobre se debe a que el metal se ha transformado de manera creciente en un activo financiero. “Sus usos comerciales/productivos han dado espacio a usos especulativos por parte de inversionistas, hedge funds y money managers, entre otros. La posición compradora de especuladores a través de derivados es históricamente alta, en un contexto donde hemos aprendido -ya estuvimos acá a mediados de los 2000s- sobre la naturaleza volátil y transitoria de estas posiciones. Más que modificar precio de manera permanente, inyectan volatilidad”.
Y el BBVA es tajante en cuanto a que China poco o nada tiene que ver con el alza del cobre. “El rally reciente del cobre (y otros metales) tiene un gran responsable: la debilidad del dólar proveniente de la ausencia inflacionaria en EE.UU. y las promesas no cumplidas en el ámbito tributario/gasto público de Trump”.
El documento advierte a los clientes del banco que, a medida que la depreciación del dólar se revierta, “ya sea por registros inflacionarios favorables o por un destrabamiento en la discusión de política fiscal en la que se encuentra EEUU”, el cobre volvería a niveles de US$ 2,6 la libra, “que sigue siendo un muy buen precio para la minería”.