Las áreas más afectadas son aquellas ligadas a los estudios de ingeniería, geología, además de personal administrativo.
Luego que el Comité de Ministros decidiera no acoger las reclamaciones de los titulares del proyecto minero-portuario Dominga, Andes Iron concretó su proceso de reestructuración interna.
Como primera medida, el lunes pasado se notificó al 50% de su actual planta de trabajadores de la firma que cesarán sus labores desde fines de septiembre. Las áreas más afectadas son aquellas ligadas a los estudios de ingeniería, geología, además de personal administrativo.
Junto con ello, cerrarán las dependencias y oficinas emplazadas en el Centro Empresarial de la ciudad de Coquimbo y concentrará sus funciones en la Casona Dominga, ubicada en el frontis de la Plaza de Armas de la localidad de La Higuera.
El resto de los trabajadores se mantendrá, de prosperar la nueva reclamación, lo que dependerá del informe que evacue el Comité de Ministros al polémico rechazo que otorgó el lunes 21 de agosto. Actualmente, unas 100 personas se desempeñaban en la compañía.
Los plazos que estima la empresa apuntan a que conocido el texto de los secretarios de Estado, habrá un período de hasta 30 días para presentar una nueva reclamación, esta vez dentro de la competencia de los Tribunales Ambientales.
El presidente de la Asociación de Industriales de Coquimbo, Patricio Araya, lamentó la condición de Andes Iron, pues veían que hasta un 70% de las pequeñas y medianas industrias del Barrio Industrial podrían haber prestado servicios para el proyecto. Dominga proponía emplear a 10 mil personas en su fase de construcción e invertir US$ 2.500 millones.