Pampa Energía puso en marcha el proceso de fusión por absorción de sus controladas las centrales térmicas Güemes, en la provincia de Salta, y Loma de la Lata, en Neuquén, además de que había pasado a controlar a la empresa de distribución eléctrica Edenor.
"Se estima que dicho proceso de fusión tendría fecha de reorganización a partir del 1 de octubre próximo", indicó la responsable de Relaciones con el Mercado de Pampa, Verónica Hince, en una nota enviada a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Explicó que "a partir de la adquisición de los activos de Petrobras Argentina, Pampa Energía comenzó un proceso de reorganización societaria con el objetivo de simplificar y hacer más eficiente su estructura".
Subrayó que "mediante la reorganización propuesta que se encuentra en análisis se lograría obtener significativas ventajas comparativas y económicas relacionadas con una mayor eficiencia, utilización optimizada de recursos disponibles y aprovechamiento de las estructuras técnicas, administrativas y financieras".
Pampa Energía tomó el control de los activos de Petrobras Argentina tras la adquisición del 67,19% del capital accionario de la filial local de la petrolera brasileña en abril del año pasado por u$s 892 millones.
A esto sumó otro 11% que estaba en manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), por el que pagó US$ 150 millones.
De esta forma, Pampa Energía pasó a controlar alrededor de 30 reservorios petroleros en la provincia de Neuquén, una importante participación en la comercialización de combustibles al pasar a contar con una refinería ubicada en el partido bonaerense de Bahía Blanca, y una red propia de 100 estaciones de servicio en todo el país.
A lo que se sumó la central térmica Genelba, ubicada en la localidad bonaerense de Marcos Paz; y la represa hidroeléctrica Pichi Picún Leufú, en Neuquén.