El consejero delegado de Gas Natural Fenosa, controladora de CGE, Rafael Villaseca, llegó al país para informar la nueva estructura que se enfoca en mejorar la relación entre la compañía, el cliente y la autoridad. Con esto, esperan dejar atrás el mal año que han vivido, con los incendios del verano, los apagones del invierno y la histórica multa impuesta por la autoridad.
Agosto comenzó con fuertes rumores en las oficinas de CGE. El lunes 31 de julio, en España se dio a conocer una información que aún no se socializaba en Chile y que tenía relación con una nueva estructura en la rama eléctrica de la firma que lidera Gas Natural Fenosa (GNF), enfocada en acercar la compañía con sus clientes y con la autoridad y que se unen a las transformaciones mayores que ha impulsado GNF desde la toma de control de la eléctrica, a fines de 2014, y que culminan en 2018.
Es que desde la matriz de la eléctrica hay inquietud por el complejo año que ha vivido CGE y la fuerte exposición pública que ha tenido en los últimos meses, situación que ha sido vista negativamente por los máximos ejecutivos españoles y que provocó que el propio consejero delegado de GNF, Rafael Villaseca, arribara esta semana a Chile, visita que coincidió con el anuncio de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) al dar a conocer una inédita multa que cursó a las eléctricas por los prolongados cortes de suministro eléctrico en junio pasado.
La apretada agenda de Villaseca en el país -el viernes ya estaba volando rumbo a España- contempló una reunión con ejecutivos y trabajadores de la eléctrica para detallar los nuevos cambios.
Estos habían sido anunciados días previos, mediante una comunicación interna, en la que se hablaba de la llamada “evolución organizacional”, nueva estructura enfocada a adaptar a CGE “a las nuevas necesidades del negocio que está requiriendo Chile, sobre todo en lo vinculado con fortalecer el relacionamiento con las instituciones a nivel territorial, detalla el documento al que tuvo acceso La Tercera.
Es que este no ha sido un buen año para CGE. La firma ha estado desde el verano en la palestra, primero por los incendios que afectaron a la Región de O’Higgins y que causó la inédita postura de parte de la fiscalía de procesar a ejecutivos de la compañía por incumplir sus obligaciones sobre prevención de siniestros.
A eso se suman los problemas causados por los fuertes vientos que azotaron a la capital en junio y la mayor nevazón de los últimos 50 años en julio. Hechos que gatillaron una mesa de trabajo con La Moneda para elaborar planes de contingencia, donde uno de los puntos centrales está enfocado a la poda y tala de árboles.
Para enfrentar estas contingencias se diseñaron tres nuevas gerencias zonales, las que comenzaron a operar a partir del pasado lunes 7 de agosto.
Se trata de la gerencia zonal del norte, que abarca desde Arica hasta Coquimbo y que coordinará las actividades de las eléctricas que antes eran las empresas Emel. Esta zona estará a cargo de Tomás Morales, antes subdirector de compras de la compañía. También está la gerencia de la zona centro, desde Viña del Mar hasta Rancagua, que coordinará las actividades de Conafe y CGE Distribución y será comandada por Matías Hepp, ex subdirector de Planificación y Desarrollo del grupo. Y está la gerencia sur, que abarca desde el Maule a La Araucanía y que supervisará a GCE Distribución. A cargo de esta unidad estará Óscar Facusse, gerente general de GasSur, quien asume su nuevo cargo en septiembre. Ellos le reportarán directamente a Eduardo Apablaza, gerente general de CGE y responsable de los negocios de Distribución y Transmisión eléctrica del grupo.
“Debido a las contingencias, se crea la figura de responsable regional, que deberá dirigir y controlar la gestión de venta, la relación con clientes, operaciones de lecturas, medidas, mantenimientos y obras a clientes, entre otras tareas (…). Serán responsables de la representación institucional del negocio ante grupos de interés en su región geográfica”, explica el documento interno.
En cada región, además, se crearon unidades territoriales, responsables de implantar y mejorar en cada zona la relación con el cliente y las comunidades. “Hay que escuchar al cliente y mejorar la relación con ellos”, explica una fuente de la eléctrica.
Por eso, indica, en cada zona se establecieron unidades de relacionamiento donde se concentran las gestiones comerciales, técnicas y de comunicación. “Lo que se quiere es mejorar la imagen de la compañía”, corrobora otro ejecutivo de la firma.
Formalmente, en CGE indicaron que en los últimos meses se ha estado trabajando para tener un mayor “empoderamiento en los territorios” donde opera CGE, compañía que tiene presencia en todo el país y cuenta con más de dos millones de clientes en Chile.
“Para CGE resulta una obligación estar revisando siempre cuál es la mejor manera de estructurarnos y así brindar el mejor servicio”, explica el presidente de CGE, Antonio Gallard.
El ejecutivo específica que a partir de agosto “hemos materializado una nueva evolución organizacional que potencia el trabajo en regiones donde brindamos servicios, con foco en la cercanía con los clientes y con la comunidad en general de las regiones, además de fortalecer las áreas que presten soporte a la actividad eléctrica”.
Añade que en los últimos años, “CGE ha trabajado permanentemente por incorporar las mejores prácticas y herramientas de gestión, y la forma en cómo nos organizamos es una de esas líneas de acción”.
Paralelo a estos cambios internos, CGE también ha avanzado en la exigencia impuesta por La Moneda de mejorar la capacidad de reacción ante contingencias.
En las reuniones que la eléctrica ha sostenido con la mesa de trabajado constituida después de las nevazones y que lideran el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, y el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, la compañía se comprometió a realizar labores de poda y tala de árboles y reforzar cuadrillas especializadas en terreno. Y es en este punto donde a inicios de agosto, tanto CGE como Enel han estado llamando a nuevas licitaciones para renovar o cerrar nuevos contratos con empresas contratistas.
Se trata de los llamados contratos de contingencias eléctricas, los que se activan en situaciones de alerta y que tienen, a su vez, una tarificación especial. Esto, con el objetivo de ampliar el número de proveedores especializados para recuperar el suministro eléctrico en el menor tiempo posible, principal crítica de la autoridad y también de la comunidad en los episodios de apagones vividos en las últimas semanas.
En CGE indican que la labor que están realizando está centrada en readecuar algunos compromisos con contratistas, con el fin de ampliar los tiempos y disponibilidad al momento de las emergencias.
De acuerdo con información recabada desde las empresas proveedoras, algunos de los nuevos contratos del sector eléctrico establecen que los trabajos fuera de horario tienen un recargo de 30% sobre el valor de la tarifa hora. En tanto, los trabajos nocturnos, de fines de semana o festivos, tienen un recargo de 50% sobre la tarifa día.