El mundo está casi al tope de su producción de petróleo. Para reducir la dependencia de él, debería reducirse el peso de los vehículos, reducir el límite de velocidad como alguna vez se hizo en Estados Unidos, sustituir a los combustibles convencionales, y, mejorar el rendimiento de los vehículos. Un carro mediano pesa unos 700 kilos menos que una SUV. Para mejorar el rendimiento habría que hacer cambios.
Mayor uso de diésel, que según estudios puede dar un 60 por ciento más de rendimiento; pero el diésel no es bien visto porque se piensa que una máquina de diésel tiene problemas para arrancar, por el humo negro que producen cuando arrancan tras el alto en cada semáforo, y porque no hay diésel en toda gasolinera.
Un carro a diésel no pasa el escrutinio de los grupos ambientalistas. Pero al menos debería decirse que los nuevos autos a diésel tienen un consumo menor de combustible. Naciones como Estados Unidos, con un consumo de 10 millones de barriles de crudo (y derivados) al día, buscan alternativas, como el uso de carros híbridos, que son más eficientes en ciudad que en carretera, porque la energía que se pierde al frenar se acumula en la batería y se utiliza para el propio desplazamiento del auto.
En un intento por impulsar su uso, en junio de 2005, el presidente George Bush (hijo) decretó un crédito en la devolución de impuestos por 3 mil 400 dólares en la declaración anual para quienes adquirieran un auto híbrido, (esas son ganas de hacer bien las cosas.) El uso de autos híbridos crecerá en las próximas décadas, pero no basta para solucionar el problema que significa que el mundo esté casi al tope de su capacidad de producción, y que las reservas probadas se estén agotando.
No se vislumbra una vara mágica que solucione el problema que se avecina. Pero si el mundo no ha querido hacer los cambios que se requieren, los tendrá que hacer cuando en la gasolinera no haya más combustibles.
Los precios del petróleo cayeron este viernes, luego que los productores estadunidenses de crudo esquisto no muestran signos de desaceleración de su producción en 2018, lo que subraya su resistencia.
Los precios del petróleo cayeron este viernes, luego que los productores estadunidenses de crudo esquisto no muestran signos de desaceleración de su producción en 2018, lo que subraya su resistencia y eficiencia a pesar de las cotizaciones bajas.
El mercado también se prepara para los datos semanales de perforación petrolífera de Estados Unidos de la firma Baker Hughes, que se entregarán el viernes para medir el ritmo posible de la producción futura. La fuerte producción de petróleo de Estados Unidos en los últimos tres años ha sido clave para que los precios caigan desde entonces.
El gobierno estima que la producción de crudo nacional será de 9.3 millones de barriles diarios este año y alcanzará un récord de casi 10 millones en 2018. Esta situación incluso orilló a Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo y uno de los productores de menor costo, adoptar medidas de austeridad para contrarrestar los efectos de los bajos precios.
La reducción de la producción este año encabezada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tambien ha sido la mayor reacción a la expansión estadunidense. Recientemente, Arabia Saudita y algunos productores más pequeños han empezado a moderar sus exportaciones. No obstante, las exportaciones de crudo de la OPEP aumentaron a un máximo récord en julio, impulsadas en gran medida por las crecientes exportaciones de los miembros africanos del grupo, algunos de ellos exentos del acuerdo de reducción Los 26.11 millones de barriles diarios (bpd) de julio en las exportaciones registraron un aumento de 370 mil bpd, la mayoría de los cuales procedían de Nigeria, que registró un aumento de 260 mil bpd en los envíos.
En Estados Unidos, la producción de petróleo ha alcanzado 9.43 millones de bpd, la mayor desde agosto de 2015 y un 12 por ciento desde su mínimo más reciente en junio del año pasado. La demanda de gasolina de Estados Unidos subió a 9.842 millones de bpd la semana pasada, la mayor desde que la Administración de Información de Energía comenzó a recopilar los datos en 1991, informó la agencia federal esta semana.
Este viernes, el barril de petróleo tipo Brent del Mar del Norte para entregas en octubre se cotizaba en 51.90 dólares al inicio de la sesión (08:00 GMT) en el mercado electrónico Intercontinental Petroleum Exchange (ICE).
El Brent perdía 11 centavos de dólar (0.22 por ciento) respecto al cierre previo del pasado jueves, de 52.01 dólares por barril En tanto, el crudo estadunidense West Texas Intermediate (WTI) para entregas en octubre, también a las 08:00 GMT, bajaba 10 centavos de dólar (0.20 por ciento) y se cotizaba en 48.93 dólares. Por su parte, la canasta de la OPEP se cotizó el jueves en 50.24 dólares, un ascenso de 51 centavos de dólar (1.02 por ciento) respecto al cierre del miércoles, informó el cártel.
